33. Yùe Ri

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Me arrodillo para rezar,

Trato de hacer que lo peor se vea mejor

Señor, muéstrame el camino para atravesar esta piel desgastada

Tengo cien millones de razones para alejarme

Pero bebé, sólo necesito una buena para quedarme

[Lady Gaga: Million Reasons]


Hace días que Yùe Ri estaba tomando pastillas para dormir, también había vuelto a la mansión de hacía ya por lo menos dos semanas, lo que no le agradaba mucho a Taeyong. Pero ya llevaban un tiempo en el que a Taeyong le desagradaban buena parte de sus decisiones y que a ella no le parecía importar mucho. De todos modos, al chico tampoco parecía interesarle el bienestar de Yùe Ri desde hacía ya un par de meses.

Pero sus problemas para dormir no estaban relacionados con sus conflictos de pareja, para nada. Desde antes de la muerte de Sunghee que se sentía realmente inquieta, pero se había obligad a sí misma a mantener la compostura porque no era ella quien estaba sufriendo en ese momento. Todos los Oh habían perdido a su madre y, por lo tanto, ella debía convertirse en un apoyo para ellos o, por lo menos, no ser un estorbo.

Pero ese día se sentía especialmente inquieta. No porque le entregarían la calificación de su tesis, ni siquiera sabría decir si era por algo en concreto, pero tenía esa misma sensación que en la fiesta de compromiso de Sehun hace años, lo que la hacía sentir aún peor de lo que ya estaba.

Desde que había visto las cámaras de seguridad del hospital que estaba así, estaba segura de eso.

Cuando se fijó que era Song Qian una de las visitas relativamente recurrentes de Sunghee en el hospital y se lo comentó a Siwon, ambos concordaron que algo no calzaba para nada: ¿Qué tenía que ver Qian con Sunghee? ¿Qué negocios podría haber tenido la canciller china con la empresaria? Se lo preguntó a Joohyun, ya que era amiga de Qian y trabajaba para Sunghee. La respuesta era que estaban viendo las posibilidades de abrirse paso al mercado chino y tener relaciones con la canciller era clave para lograrlo. En ese caso, ¿Qué demonios era tan urgente como para ir a visitarla a un hospital? Joohyun no lo sabía. Tampoco Yùe Ri.

Hubiese sido bueno colocar un micrófono en la habitación de Sunghee. Por lo menos así sabría de qué hablaron. Además, no sabía qué medicinas le administraban... Si tan sólo no hubieran cremado el cuerpo, podrían pedir una autopsia, pero las cenizas no revelan nada más que el paso del fuego.

Sintió que alguien le daba un ligero golpe en la cabeza con un libro.

– Deja de comerte la cabeza – Miró a Sehun, que sostenía un libro de contabilidad, seguramente esa era su arma. – Ya llegaste a ese punto donde no es sano

– Sehun

– Lamentablemente para ti, sí. Soy Sehun – Bromeó él. Luego se sentó en su escritorio con total libertad. – Deberías irte a dormir ya. Son las dos de la mañana

– Uhm, ¿Y quién eres tú para decirme qué hacer? ¿Mi dueño? – Intentó bromear. – Además, tú también estás despierto y no con tu esposa

– Tch, qué mocosa más insolente – Respondió él. Luego pasaron varios minutos en silencio.

Yùe Ri intentó decir algo, pero ese nudo en la garganta hacía doloroso hablar. Tragó saliva.

– ¿Te... llegó la respuesta?

– Aún no – Respondió el hombre, comprendiendo de inmediato a lo que se refería. – Pero quédate tranquila. Serás la segunda en saberlo

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