Capítulo 21

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Abriendo los ojos con dificultad, me doy cuenta de lo todo lo que me duele la espalda, es como si algo hubiese caído de espaldas en el suelo duro del bosque. ¡Oh, espera! Eso es lo que me ha pasado. Mi familia psicópata intentó matarme para quedarse con todo mi poder.

—¿Camila? —Pregunta una voz adormilada de Seth mirándome con cuidado, teniendo cuidado de tocarme suavemente, como si fuese de cristal. —¡Oh, dios mío!

Los brazos de Seth me rodean como bandas protectoras que me impiden ver al resto de los lobos rodeando una cama que no es la mía o la de Seth, es la habitación de un hospital, y seguramente sea donde trabaja mamá. Aunque ella ya no está.

Con suavidad, acaricio el cabello recortado de Seth, y lo arrullo hasta que deja de llorar dentro del hueco de mi hombro y cuello, parece devastado, y no sé por qué. Al instante siendo una patita peluda tocando mi mano, y con trabajo miro a mi pequeño zorrito mirándome con sus ojitos brillando.

—¿Qué ha pasado? —Murmuro con trabajo, con la voz ronca, como si hubiese estado mucho tiempo sin usar mis cuerdas vocales. Leah me pasa rápidamente un vaso de plástico que contiene agua con una pajita, y antes de acercarla a mí, Seth gruñe y le arrebata el vaso, dándome él de beber mientras mira mal a cada persona que intenta acercarse y hacer algo por mí. Su lobo le exige protegerme y abastecerme él.

—Te encontramos inconsciente, no respirabas, tu corazón latía cada vez más y más lento hasta que se paró. Estuviste muerta como quince minutos hasta que el lobo blanco que estaba a tu lado se transformó en una bruma plateada y se introdujo en ti, respiraste trabajosamente, y te trajimos al hospital. —Explica Sam sin dejar de mirar con cautela la forma sobreprotectora de Seth de comportarse conmigo.

—Si, pensábamos que morías. —Murmura Emily limpiándose las lágrimas con un pañuelo. —Has estado en coma durante diez días. En ningún momento Seth se ha separado de ti. Y mucho menos el zorrito. Conseguimos colarlo en mi bolso el primer día.

—¿Diez días? —Murmuro sorprendida, y varios lobos asienten.

—Por eso Seth está así contigo. Su lobo ha sentido durante quince minutos la perdida de su impronta, ahora hará todo lo posible por no permitir que vuelva a pasar. Es decir, tendrás que soportar tener a Seth las veinticuatro horas del día pegado a ti. Cuidándote y evitando que nadie que no sea él se acerque a ti. Es sorprendente que nos deje estar tan cerca de ti en estos momentos donde eres más vulnerable. —Dice Sam, y ahora es cuando me doy cuenta de que todos están contra las paredes más alejadas de la cama donde estoy tumbada, y él único cercano a mí, es Seth y en menor caso, el zorrito.

—Oh. —Murmuro, porque... No sé que decir en estos momentos, sobre todo cuando Seth comienza a mover su mejilla contra la mía, marcándome con su aroma.

NUNCA ANTES  |SETH CLEARWATER|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora