Capítulo 19

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Al abrir los ojos, observo a Seth roncando a mi lado, boca abajo, con un brazo sobre mí, como si necesitase tocarme para poder dormir. Toco suavemente mi cuello y un poco de ardor viene a mí, me levanto de la cama y observo en el espejo que hay en el cuarto como una pequeña marca de dientes está curándose rápidamente en mi cuello, pero es evidente que dejará una marca que hará saber a cualquier lobo o ser sobrenatural que soy suya tanto como él es mío.

Recojo mi ropa y con una mirada triste, me visto antes de que el lobo se levante. Cierro los ojos notando que los demás lobos están demasiado lejos de mi ubicación, por lo que bajo las escaleras rápidamente y al instante el zorro me sigue, caminando decididamente a mi lado.

—Hey, pequeño zorrito, debes quedarte aquí y cuidar al lobo por mí, ¿vale? —Digo en voz baja, y el zorro parece que me entiende, porque se da la vuelta y sube las escaleras de nuevo, dejándome sola en la puerta de la casa. Extraño a Emily, pero cuando se supo que yo corría peligro, Sam mandó a las improntas a la Reserva Makah, a casa de su madre.

Salgo al bosque y camino con paso decidido y me adentro en él hasta que es evidente su presencia en el bosque, frente a mí, mi abuela y mi madre están sonriendo con sendas sonrisas, y me quedo quieta viendo a mi madre traicionándome.

—Ves, te dije que vendría. Su alma y la del lobo están unidas en una sola, haría cualquier cosa por ese bicho. —Dice mamá sonriendo a la abuela, quien asiente satisfecha. —Cariño, espero que entiendas que nunca haría nada para hacerte daño, pero ahora que tu poder ha despertado... Bueno, ahora tienes que devolvernos nuestro poder.

Doy un paso atrás, y me preparo mentalmente para luchar contra dos fae, pero mi abuela sonríe y le arranca rompe el cuello a mi madre, dejando que una nube rosada salga de mamá y se introduzca dentro de la abuela. Abro los ojos horrorizada e intento no llorar, porque pese a que mi madre me quisiera muerta, es mi madre y siempre la he querido.

—Bueno, parte de mi poder ha vuelto a mí, ahora solo necesito el que está en tu interior y seré totalmente feliz, bella flor. —Dice mi abuela, sonriendo como una maniática. —Ay, preciosa niña, eres tan tonta, tan malditamente estúpida. En cuanto acabe contigo y consiga mi poder, mataré a esos lobos y me haré una hermosa capa con ese pelaje.

Frunzo el ceño totalmente cabreada, y mis manos se rodean de un humo blanco parecido al blanco perla, brillante y puro, y mi sonrisa parece confiada, aunque por dentro me muero de miedo, no sé usar mi poder, pero no dejaré que toque a los lobos. La abuela imita mi pose y de sus manos sale humo morado, bastante horrible.

—¡Las fae no somos malditas asesinas! —Exclamo antes de mover mi mano hacia ella, haciendo que un trozo de hielo choque contra el escudo de mi abuela, ella se ríe y hace una enorme bola de fuego que va directamente hacia mí, salto y esquivo la bola que desaparece contra el tronco de un árbol.

Miro decididamente a mi abuela, y hago un movimiento extraño con mis manos del cual aparece una ráfaga de aire que se transforma en espinas, y le da directamente a mi abuela, haciendo que caiga al suelo y escupa sangre.

—Oh, dulce flor, juguemos. —Dice la abuela, levantándose con dificultad mientras se apoya en su rodilla, y eleva sus manos creando una enorme bola negra que la lanza directamente, yo grito y hago una bola blanca que choca contra la negra haciendo que desaparezca y golpeando a mi abuela, haciendo que ella desaparezca. Abro la boca confundida, pero una nube rosada enorme, los poderes de la abuela, se introducen en mi pecho.

Siento un terrible mareo y caigo de rodillas, luego no puedo aguantarme más, y caigo de espaldas, observando las estrellas brillando sobre mí. Mis ojos se cierran y sé que estoy muriendo levemente, porque esa bola blanca ha acabado con toda mi energía vital. Antes de dormir, un precioso lobo blanco aparece en el claro y se acerca a mí, lame suavemente mi mejilla, y luego levanta la cabeza aullando a la luna.

Cuando estoy a punto de caer, un coro de aullidos resuenan cerca de mí, pero ya es tarde.

NUNCA ANTES  |SETH CLEARWATER|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora