NUNCA ANTES |SETH CLEARWATER|

Capítulo 2

Las clases vuelven a comenzar tras un buen verano, y entro en mi coche para conducir hacia el instituto de la Reserva. Bebo un gran sorbo de café y gimo porque es lo único bueno que ha tenido levantarse a las seis y media de la mañana.

Aparco al lado de una camioneta negra, y bajo de mi coche con ganas de dormir como mil días más. Comienzo a caminar hacia el edificio, y rápidamente soy rodeada por el grupito de Sam Uley. Frunzo el ceño confusa e intento salir del centro de tanto músculo, pero es totalmente imposible.

—Esto... ¿Me dejáis pasar? —Pregunto de forma educada. Uno de los enormes me mira y sonríe para volver a su conversación con otro, ignorándome. —Vale, esto es malditamente extraño y me estoy sintiendo jodidamente incómoda.

Seth aparece corriendo y me saca del centro de sus amigos agarrando mi mano. Me tira de la mano y cuando nos alejamos un poco, le veo haciendo señas exageradas a sus amigos.

—¡Lo siento mucho, Camila! —Exclama totalmente avergonzado, y ya veo el patrón de que Seth siempre me está pidiendo disculpas. —Les hablé de ti cuando me impri... Osea cuando me colé en tu casa para hum, ya sabes, para oler tus cosas.

Abro la boca para responder pero, no sé que decir. ¿Qué le dices a alguien cuando te dicen eso? Exacto, no lo puedes saber. Cierro la boca y sigo mi camino hacia mi primera clase, pero Seth se coloca a mi lado, y actúa como si fuese un perro guardián.

—¿Cuál es tu color favorito, Camila? —Pregunta Seth con una sonrisa, y yo se la devuelvo de forma incómoda. —El mío es el marrón, porque es el color de los troncos caídos que hay por el bosque, y me encanta saltarlos, porque son como obstáculos que tengo que superar. Además, compito con mis amigos a ver quien lo hace más rápido, y ahora es cuando me cortas.

—No pasa nada, Seth. —Respondo con una sonrisa, y comienzo a ver que el chico no es tan extraño como yo pensaba. Puede que podamos ser buenos amigos.