La Inmortalidad

Carta a la Vida

Después de mi desdicha de tener todo el tiempo del mundo, de conocer cada parte del progreso de la humanidad y ser parte de aquellos procesos jamás pude volver a sentir lo que era vivir, nunca retomé ese sentimiento cálido pero indescriptible, simplemente me convertí en un vacío humano que vagaba a través de las eras, de los momentos, de las situaciones. Como un alma errante que estaba a punto de olvidar quién era, qué había hecho, cómo estaba donde estaba y gracias a qué. Era básicamente un muerto en vida. 
¿Qué sucedió? Volví a un punto cero,  ya no era aquél personaje que infortunadamente había accedido a la vida eterna, no había un yo ni para mí existía un tú, solo había algo y estaba bien que eso existiera, pero no que yo estuviera condenado a verlo o sentirlo. 

En pocas palabras llegó la vida y por eso esta carta está dirigida hacia ella. 

Vida; mi primer día conociéndote era un yo atrapado en mi propio cerebro intentando descifrar cosas tan complejas como mis propios pensamientos, ese día llegaste y me enseñaste las cosas  que yo consideraba ínfimas y sin importancia. Algo que solo tú pudiste hacer ver importante.
Contigo, vida, salía y podía ser yo mismo, encontrarme, no era más aquél amargado e incomprendido sujeto sino que encontré en ti los detalles que te hacían maravillosa: que hacían maravillosa a la vida. Esos detalles, que encontré tan similar a mí mismo, me hicieron considerar volver a vivir, a disfrutarte; sabía bien quién era yo, pero conocerte era algo que me fascinaba. 
Me enseñaste a bailar, a estar, a conocer, a ser.
Pero yo no estaba preparado para ti.
Creí que te conocía ya, pensé que podría sin ti y solo volví a perderme en mí, sin esos detalles que me hacían estar vivo, detalles que consideré ínfimos pero son tan grandes e importantes como tú lo eres. Solo puedo decirte que existo pero  al no tenerte, vida, estoy dejando de hacerlo. 
Para ti, que me enseñaste a vivir por primera vez.

Lo siento.
Lo siento.
Infinitamente lo siento. 
 
Para ti,  que eres vida. 
Por mí, un suicida conceptual que no estaba listo para tenerte.