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"¿Cómo... Cómo te sentirías si fueras yo? Siempre me sentí... ¿encerrado? Lo que importa, es que incluso nunca me sentí completamente bien, no por los demás, sino por mí mismo. Sin embargo, tu comprensión, tu apoyo... Tu asombrosa sonrisa me ayudó. Y eso es cierto. Aunque no lo veas, este pequeño jardín no es mío. Es tuyo. Es tuyo, al igual que mi felicidad."

 — Yuri Nobuyuki.

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Yuri Nobuyuki es alguien que no es capaz de entenderse, así que nadie más lo puede llegar a entender tampoco.

Sus cabellos grisáceos casi blancos lisos y su único ojo visible azul le hacen destacar, además de su gran altura llegando al metro ochenta y cinco.

Su personalidad, al contrario que su apariencia, no lo hace. Alguien tranquilo y sosegado quien solo desea pasar una tranquila y suave vida en su jardín.

Sin embargo, aquella serenidad se ve rota fácilmente, es el segundo hijo de una familia de seis, así que su hermana mayor y él tienen que encargarse del resto de su disfuncional familia. Su madre trabaja de Sol a Sol, y su padre tampoco es la excepción.

Aunque, aparte de tener lidiar con tantas personas que dependen de él, siempre ha habido algo que no le convenció, tardó algo de tiempo en notar a qué se refería ese sentimiento.

Pero, no todo es oscuridad. No al menos en aquel momento. Una chica rápidamente es capaz de contra restar toda aquella sensación tan negativa que siente. ¿Hay siquiera palabras para describir lo libre que se sentía a su lado?

Su mejor y única amiga, Haruka Hayami, es el pilar que lo hace sentir bien y alegre. Pero, no solo de una manera amistosa, sino incluso algo más profundo. Un amor puro y sensible. 

¿Qué opinaría su familia o aquella sociedad de un amor prohibido? Es algo que le duele, lo único malo es su género, que es algo que no pudo controlar ni elegir.

Decidió empezar a vestirse y a hablar de una manera masculina desde temprana edad, pensó que eso lo facilitaría todo. Aunque, al contrario, descubrió gracias a esa actitud que realmente se sentía como un hombre y no como una mujer.

Solo complicó más incluso su situación sentimental. ¿Una persona que rechazara su género y encima se sintiera atraído a este? ¿No podía complicarlo más?

Decidió, a penas a sus once años y una situación familiar revuelta, que dejaría de llamarse Yuriko, un nombre femenino, para ser Yuri, aunque escribiera Yuri de una manera femenina únicamente porque le gustaba el kanji del nombre, Lirio.

Un nombre, que si bien no es exageradamente masculino, le sirve para dejar claro su género, siempre que no tuviera que escribirlo.

Sorpresivamente, su familia no tiene ningún problema con ello y empiezan a tratarlo con sus pronombres adecuados. La última sílaba de su nombre, "ko", no era utilizado dentro de su núcleo familiar incluso antes de la decisión tan importante de Yuri sobre su identidad, así que no supone ningún malentendido normalmente.

Desde su más tierna infancia, siempre ha sido alguien que se ha interesado en las flores, por lo que resulta algo ligeramente extraño, ¿alguien que desea ser hombre teniendo un, tan estereotipado femenino, como pasatiempo? ¿No podía ser algo masculino, como los coches o algo que estuviera relacionado con la fuerza bruta?