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ᴴᵃʳᵘ ᴴⁱᵈᵉᵏⁱ

"¿Qué...? ¿Esperabas que te dijera algo? Ni mucho menos... No vaya a ser que te engatuse cruelmente. Mucho menos, ahora que soy reconocido como alguien peligroso. "

- Haru Hideki.

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Haru Hideki no es el mismo desde que a los cuatro años vio como su padre "se suicidaba". Y él parece ser el único consciente.

Su abusiva madre, la cual desde que Haru tiene memoria ha abusado de él y de su padre, descubrió que su marido le estaba siendo infiel. Algo totalmente imperdonable para la mujer de cabellos color miel. Aquello la llevó a acabar con su vida una fría tarde de primavera.

- Ne, mamá.

- ¿Qué? - pregunta cortante.

Haru observa el cuerpo colgado de su padre. Sus ojos verdes afilados no tienen brillo, al igual que los muertos ojos de su padre. Sus labios esbozan una pequeña sonrisa. Parece feliz de haber muerto. Él se asquea ligeramente por ello. 

- ¿Por qué mataste a papá?

- Yo no maté a tu padre, Haru.

- ...

El niño mira de reojo a su madre. Aquello no se lo cree. Y con más de un motivo tiene derecho a desconfiar de esa acusación.

- ¿Quién lo hizo, entonces?

- Lo hizo él mismo.

- Él no se envenenó y luego se dejó ahorcar por ti.

- No es literal el significado, estúpido... Él se lo buscó.

- ¿Por qué se lo buscó?

- Porque me fue infiel.

- Infiel...

- La infidelidad es un crimen. Recuérdalo bien, Haru.

- Tú también traes hombres a casa. 

- Pero, es distinto. Él nunca se enteró. Yo sí. 

- ¿Solamente está mal si te descubren?

- Exactamente... Haru, no seas como la escoria de tu padre. No engañes a tu futura mujer, ya tendrá suficiente con aguantarte.

- ¿Y si no me llega a gustar ninguna mujer nunca? Sois desagradables.

Su madre frunce el ceño. Un golpe cae contra la mejilla de Haru. Él no emite ningún ruido o algo similar. Se había acostumbrado a la actitud tan agresiva de su madre. Ella mira repugnada a su hijo. Por mucho que quisiera domesticarlo, el niño de ojos verdes no quiere.

- La única persona asquerosa aquí son tu padre y tú. 

- ...

- Y eso que esta noche pensaba darte las sobras... Hoy tampoco cenas. 

Como siempre, lo más mínimo que desagrada a su madre, se vuelve en su contra en formas drásticas hasta el punto de otro día sin comer. No quiere seguir viendo el cuerpo sin vida de su padre, así que sube las escaleras del sótano, es interrumpido. Su madre tira de su brazo.