Enojo

33 1 0
                                    

(Este capítulo contiene modismos chilenos, si usted no entiende alguna palabra, al final del capítulo va a haber un pequeño vocabulario, para que pueda entender mejor los diálogos, más que nada. Decidí hacerlo así porque siento que da un contexto más informal a los diálogos. Disfrute) (el vocabulario aún no está disponible, lo sentimos)

Es que Amanda, deberíai haber visto su cara, y la forma en la que me miró, pensando en que le iba a creer de nuevo. Que weona más caraeraja, después de lo mal que me trató, ni un mensaje de ella intentando disculparse, o queriendo hablar por último, tengo―Le digo quejándome a mi mejor amiga―

Hace dos días estoy de parásito en la casa de mi amiga, ella me deja ser uno en su hábitat, y la amo por eso. Estamos tiradas en su cama haciendo nada, por mi parte hablando... Más bien, quejándome de lo mal que me cae mi ex novia, si es que la puedo llamar así; En resumen, hablado sin parar de ella, o si no es específicamente de ella, de cualquier, cosa, situación o recuerdo relacionado. Sé que probablemente esté aburrida de escucharme hablar lo mismo todo el tiempo que llevo aquí, pero es que simplemente no puedo parar. De mi boca, sale mierda como si tuviera diarrea verbal explosiva. Saca su teléfono del bolsillo y deja de prestarme atención, como odio que haga eso, y sabe que odio que lo haga.

-Amanda, por la chucha, te he dicho miles de veces que me carga que hagai esa wea, ¿Me podí poner atención un rato?

Me mira con cara de enojo, y deja el teléfono a un lado para responderme

-Cata, mira no es por molestarte ni por ridiculizarte, pero llevai un mes hablando de la misma wea, y no paras, y yo entiendo que te haya dolido, y entiendo que todo esto, hablarlo, es parte de la ruptura, pero es que me tení chata, olvídate un rato de la weona.

Sé que tiene razón, hasta yo quiero dejar de pensar en ella, en lo que pasó, en lo que está pasando y todo eso, pero no me di cuenta realmente de lo seguido que toco el tema hasta ahora.

-Lo sé, pero puta, que queri que haga, ni me doy cuenta de lo que hago, y cuando me doy cuenta, de cualquier forma, no paro. No es fácil para mí simplemente superar

Pone cara de pensativa y me analiza, pero finalmente se apiada de mí, se acerca y me abraza:

-Ya, disculpa, sí sé que no es taan tu culpa. Perdón por ser tan pesada, y porque sé que no es algo que puedas controlar realmente, y tampoco te pienso dejar aquí, sola y triste, te tengo una buena distracción-Me dice y me muestra el teléfono con una sonrisa en todo el rostro-

Es el perfil de Instagram de la discotrca gay a la que usualmente vamos.

-Mmm... no, no creo que esté de humor pa' eso-Le digo resignándome-

-Daale, no seas foome, vamos, que puede ser lo tan malo que puede pasar, vamos a ser las dos nomas, y te prometo que voy a ir específicamente a webiar contigo, no me voy a jotear a nadie, ni te voy a mandar a tu casa sola en uber. Dale, quiero pasar un rato agradable con mi amiga, y además te va a servir para distraerte

Lo pienso unos minutos, minutos en los que ella me mira expectante, pero ante su insistencia, y las ganas de salvarme de caer en ese círculo deprimente de ser "la weona que no 
para de hablar de sus problemas" Decido decir que sí.

-Bueno...-Le digo con poco ánimo

-Así me gusta, ya, anda a lavarte el poto, vístete, maquíllate y nos vamos

Le hago ojos de huevo frito y me paro para comenzar a alistarme. De verdad espero que esto no sea una mala idea.

Estamos en la fila para entrar al lugar, paradas de noche con un montón de gente atrás y adelante. Antes de salir, Amanda me prestó su ropa y me maquilló, me puso lentejuelas y brillantina por todas partes. La verdad no esto muy acostumbrada a llevar un maquillaje completo, pero no puedo negar que me encanta la forma en la que mi amiga prácticamente me convirtió en una drag.

El misterioso arte del amor propioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora