Por alguna razón cuando Ed confesó lo que me hacía algunas noches me empecé a sentir más valiente. Tenía ganas de ser atrevida y que él dejara caer la fachada de caballero ante mí de una vez. Carlise y Esme habían decidido no jugar pero si miraban, y los chicos tomaron del vodka en más de una ocasión aunque no les correspondía, solo por diversión. Incluso Edward se habia dado algunos tragos y lo sentía más cariñoso conmigo de lo normal, me besaba constantemente en la frente, agarraba mi cintura, tocaba mis piernas y me rozaba la cara con la punta de sus dedos. Todo eso mientas los demás hacían sus retos o bromeaban.
--Pero si es tardísimo, Bella son más de las 12 de la noche. Deberías estar durmiendo para que mañana podamos aprovechar el día al máximo.--dijo Esme-- y nosotros vamos a cazar que la garganta me molesta desde la tarde, ¿no les parace chicos?
--Por mi no hay problema, nos vamos todos. Edward quédate para que cuides a Bella. --acotó Carlise y sin darme tiempo a opinar algo todos desaparecieron a velocidad vampírica.
--Vamos Bella, te llevaré a la casa para que puedas cambiarte y dormir.--
Sin más me tomó en brazos y entramos. Me depositó con cuidado en el suelo y salió de la habitación para que pudiera estar cómoda. Me puse uno de los juegos para dormir que Alice empacó para mi, era una bata negra transparente que apenas me cubría.Cuando miré mi reflejo en el espejo tuve que contener el aliento, mis pezones se marcaban perfectamente y me daban un aspecto de mujer seductora increible. Todo esto me dio una idea: ¿que tal si Edward hoy no pudiese resistirse a mí? No perdía nada con intentarlo así que no lo pensé más y actué. Me quité las bragitas dejando mi intimidad visible perfectamente a través de la bata, acomodé mi pelo y me acosté en la cama debajo de las sábanas para no ser tan obvia. Entonces llamé a Edward, apareció al segundo vestido únicamente con un pantalon de deporte y una camiseta fina preparado para acostarse a mi lado. Una vez los dos juntos en la cama, puse en marcha mi improvisado plan y me di la vuelta en las sábanas dándole la espalda a mi novio y destapando mi cuerpo por completo. Sentí como contenía la respiración al verme y fue ahí cuando me armé de valor.
--¿Sabes Ed?, tanto tiempo en la arena sentada me dejó con dolor en las piernas. ¿No podrías darme un masaje corto?--puse mi mejor voz de niña buena, esa que utilizo con Charly para que me permita hacer las cosas que quiero.
--Claro Bella --sentí como dudó un poco pero al final se levantó y tomó un frasco con crema porque no teníamos aceites para la piel. Me di la vuelta hasta quedar con el torzo pegado a la cama y abrí un poco mis piernas, dejando una vista detallada de mi feminidad.Edward aplicó una gran cantidad de producto en mis piernas, pantorrillas y muslos hasta casi rozar mis nalgas. Empezó haciendo movimientos circulares en la parte baja de mis tobillos para luego subir cada vez más. Yo tenia claro que su vista estaba fija en mis partes de mujer, pues él soltaba pequeños suspiros cada tanto. Comenzó a subir y trabajar en mis muslos con más fuerza que antes. Decidí que era hora de ver cuánto puede ser tentado un hombre hasta caer y subí mi cadera, abrí un poco más las piernas y dije:
--Ed, ¿por qué no subes un poco más? Arriba también me duele.
--Bella, no se si sea apropiado--dijo pero sus manos trabajaban con vida propia y ya estaban tocando mis nalgas. Las amasaba como si fueran un tesoro valioso que no quisiera dañar. Pero tomó confianza y poco a poco lo hacía más pagado a mi feminidad. Sentí como sus dedos rozaban cada tanto mis labios inferiores haciendo movimientos delicados. Juntaba mis glúteos y los abría nuevamente, observando mis dos entradas al mismo tiempo. Sentí como colocaba más crema y continuaba frotando.Entonces hizo algo que no esperaba, con sumo cuidado empezó a masajear mi ano, con un dedo lo bordeaba y daba pequeños toques. Yo estaba exidata a más no poder, sentía que mi sexo estaba muy mojado y al parecer Ed lo notó porque se inclinó rozando su entrepierna dura contra mí y me susurró al oido:--¿estás disfrutando amor?
--Si--solo pude contestar pues en ese momento sentí como uno de sus dedos se perdía dentro de mí. Solté un pequeño jadeo de sorpresa, él aprovechó y comenzó a moverlo, lo sacaba y entraba mientras yo no paraba de soltar bajos quejidos de placer.
--Bella estás tan apretada, por favor perdóname.
--¿Por qué te tengo que perdonar?--dije algo confundida hasta que sentí como me daba vuelta, abrió mis piernas y metió su rosrto entre ellas. Comenzó a lamerme con ganas, pasaba la lengua por todos lados. Me saboreaba y entonces sentí su lengua denrto de mí, la movía simulando penetraciones con ella, pelliscaba mi clítoris con sus labios y metía ya dos dedos en mi vagina.Yo estaba en el cielo, no paraba de gemir por lo que me estaba haciendo. Pedía más a cada momento y subía mi pelvis para restregarle mi sexo con más fuerza. Edward parecía hambriento, trabajaba en mi placer con ganas. Fue subiendo la velocidad de sus dedos hasta volverme loca. Entonces todo estalló, un inmenso placer fue subiendo desde mis piernas para acumularse en mi bajo vientre.
Me desbordé en su boca con una fuerza increible, Ed bebió de mí hasta saciarse y dejarme limpia. Había tenido un orgasmo devastador. Una sonrisa se instaló en mi cara mientras él subió por mi cuerpo dejando un camino de besos sobre la bata que ya solo cubría mis pechos, mordió suavemente las puntas de estos, siguió por mi cuello hasta llegar a mis labios y me dio de probar mi propio sabor. Devoró mi boca como nunca lo había querido hacer antes por miedo a hacerme daño, pero al parecer ese miedo en él había desaparecido. Estaba acostado completamemte sobre mí y sentí en mi feminidad su sexo duro y palpitante. Sentí calor nuevamente, combinado con el frío de su cuerpo, era una mezcla deliciosa. Quería hacerle sentir el mismo placer a él, entonces lo empujé hasta dejarlo acostado en la cama e invertí las posiciones. Fui besándolo por todo el torzo hasta llegar al pantalón y mordí suave su hombría. Llevé mis manos al elástico de su pijama pero me detuvo.
--Bella no tienes que hacer nada que no quieras, no quiero que te sientas presionada.
--Ed, está bien. Si deseo hacerlo, más de lo que piensas.
ESTÁS LEYENDO
Vacaciones ||Bella&Edward||
Fiksi PenggemarLos Cullen y Bella tienen unas merecidas vacaciones luego del enfrentamiento con Victoria. Descubre todo lo que vivirán juntos en la Isla Esme y en especial Edward y Bella. La historia es completamente mía pero los personajes son de Stephanie Meyer...