𝐌𝐘 𝐆𝐈𝐑𝐋 ➳ Jeancarlo León y tú

6

Di la vuelta en la quinta Avenida y las primeras gotas cayeron en mi hombro, este día no podía empeorar más.

La fuerte lluvia no tardó en acercarse, no me moleste en ponerme el gorro de la sudadera, ni mucho me importó mojarme, solo seguí caminando.

Llegue a mi casa, avente las llaves y subi directo a mi habitación. Cerré la puerta y entre a darme una lagar ducha, solo quiero relajarme y entrar en calor. Salí poniéndome un chandal gris y una sudadera negra, me recoste en la cama y a los segundos llegó un mensaje de Libardo a mi celular.

Apague mi teléfono y me di la vuelta, cerré los ojos intentando dormir y olvidar por unos segundos lo que pasó hoy.

(...)

-¡Eres un maldito idiota!-Grito enfurecido-¿¡Cómo mierda se te ocurre desarmar esta cosa!? No es un puto juguete

-Yo.. Pensé que tal vez podría..

-¡Nada!-Volvio a gritar-¡Esto costo millones! Y tú... Solo vienés y se te ocurre desarmarlo-Paso su mano por su cabello.

-Te recuerdo que desde un principio yo no quise estar en esto, yo te lo dije muchas veces pero te importo muy poco, así que ahora no vengas a hecharme toda la maldita culpa.

-¡Callate!-Su puño fue hasta el labio de su acompañante-Azael, desaste de esto, no lo quiero ver-Escupió saliendo del laboratorio hechando humo por las orejas.

El pelirrojo agarro las piezas del robot que estaba en el piso poniendolas en cajas que tenía aún lado.

-¿Por qué no lo llevas con el viejo que hizo esto?-Pregunto quitando la sangre de su labio-Tal vez podría arreglarlo.

El chico soltó un suspiro y negó con la cabeza.

-Esto no tiene solución, tú dijiste que era un trabajo de años, no creo que lo solucione en una semana-Agarro la caja y salió-Aparte no sabemos donde puede estar, tal vez ya se larrgaron de donde quiera que estaban.

Salió con las cajas en sus brazos con ayuda de otro de sus compañeros, se dirigieron a su camioneta y metió todo en la cajuela.

-¿A donde lo irás a tirar?-Pregunto el castaño viendo todas las cajas.

-No lo se, tal ves lo piense en el camino-Dio una palmada en el hombro de su amigo y forzó una sonrisa-Gracias por la ayuda.

Subió a la camioneta y salió del edificio directo a la carretera. La voz en su cabeza le decía que tal vez podría lograrlo, reponer el robot, no podía tirarlo y dejar que todas las piezas se oxidaran y se echaran a perder. Estacionó su auto fuera de una pequeña casa y bajo sacando las cosas de la cajuela para meterlas dentro en su cochera. Quito de un manotazo las cosas que estaban en su escritorio y puso encima las cajas.

Quito si abrigo, aflojó su corbata y dobló sus mangas hasta sus codos, esta noche sería larga.

(...)

Desperté por los fuertes ruidos de música que se escuchaban aún lado de mi habitación, me removí un poco y golpe la pared molesto.

Talle mis ojos y me senté en la orilla de la cama, mire la hora en el reloj de mesa, seis cuarenta de la noche. Abri la laptop y un mensaje apareció en la pantalla.