la chica que renació como la hija del rey demonio

Cap~4; Un lugar secreto y recuerdos.

···Mañana siguiente···

7:00 AM - Castillo del Rey Demonio (Habitación de Amalia)

Se podía ver a Amalia que tiene el cabello suelto usando un vestido de manga larga sencillo blanco recostada viendo el techo de su cama que tenia las cortinas amarradas con cuerdas doradas, permitiendo que entre el sol.

[Ayer fue la primera vez que lo veo tan serio respecto a un tema pero... ¿Por qué?] Piensa Amalia viendo el techo de la cama.

···Recuerdo···

Después de decir que tenia un amigo mi padre se puso serio y con una expresión que nunca había visto.

-¿Tú... Tienes un amigo humano?- Pregunto Alexander seriamente.

-Si...- Dije algo sorprendida ya que era la primera vez que lo veía actuar serio conmigo.

[Es la primera vez que lo veo así... Da algo de... Miedo...] Pensé viendo a Alexander que tenia una expresión seria.

-No lo puedes volver a ver- Dijo Alexander de manera seria viéndome.

-¿Por qué?- Pregunte pensando en las posibles respuestas las cuales eran algo obvias, los demonios no se pueden relacionar tanto con los humanos si él conoce a Dante es porque Miralia seguramente lo llevo un día, además yo no soy una humana soy un hibrido entre los ángeles y los demonios.

-No quiero que te relaciones en amistades con los humanos, ya que luego no seré capaz de protegerte- Dijo Alexander viéndome.

-No todos los humanos son crueles pero, la mayoría no dudarían en hacerte daño- Dijo Alexander con una expresión de preocupación.

-Solo no quiero que te lastimen...*Sonreír cálidamente* eres lo más preciado para mi- Dijo Alexander sonriendo mientras me veía.

Tras decirme las razones pensé que realmente estaba preocupado pero...¿Por qué se preocuparía tanto?, ¿Qué no los humanos son seres amigables?, yo antes... es verdad los humanos somos, o bueno son criaturas que solo piensan en su propio beneficio, pero no todos son así...

Alexander me sentó en su regazo y me abrazo.

-Te amo Mi Pequeña- Me dijo Alexander de manera dulce con una sonrisa cálida.

[Él solo quiere cuidarme, eso me reconforta...] Pensé viéndolo con una sonrisa.

-Yo te amo más Papá- Dije con los ojos cerrados y una sonrisa amplia parece que cada día que pasa me acostumbro a este calor, a estos abrazos y a esta dulce voz... no puedo permitirme perderlo todo de nuevo, esta vez no perderé a mis seres queridos...

···Fin del recuerdo···

[Supongo que tendré que hacerle caso... Es triste tener que perder a mi primer amigo] Piensa Amalia levantándose de la cama y sentándose en uno de los costados.

Amalia baja de la cama y de pronto Laya que tiene el cabello suelto, usando su uniforme de maid; entra por la puerta.

-Señorita Amalia, buenos días- Dice Laya tranquilamente con una sonrisa; Amalia corre a abrazarla.