Psicópata [Yoonmin Omegaverse]

Capitulo 2

[Narra Jimin]

Abrí mis ojos y me quede mirando al techo por un rato. Vaya, un día como todos otra vez.
Repetí mi rutina de siempre, me levante, me fui al baño a lavarme la cara y los dientes y ponerme la ropa de paciente.
Era uno de los pocos pacientes que no están locos del todo. Según los enfermeros yo estaba loco y necesitaba ayuda pero me sentía una persona normal, la última vez que intenté escapar termino mal. Los enfermeros me cargaron de brazos y luego me dieron un líquido extraño, no recuerdo muy bien que pasó pero desperté al día siguiente en la conocida, sala terror.
Puede que la mayoría de pacientes estén locos pero todos conocíamos la "sala del terror".
Era una especie de sala de cirugía en donde la superiora nos inyectaba unos líquidos que nos hacían ver decaídos por 1 semana con horribles dolores en el cuerpo, los que más recibieron de esos líquidos murieron, no tengo ni idea de lo que es pero la primera ves que lo recibí, fue doloroso, horrible y en definitiva que no lo repetiría nunca más en mi vida.

Salí de mi habitación dispuesto a ir al comedor a tomar desayuno. Camine y vi lo que todos los días veía, el señor Heyun estaba caminando mientras hablaba solo con la puerta abierta, no tengo ni idea de porque pero no le gustaba que cierren la puerta de su habitación. Continué mi recorrido algo cansado, la noche pasada no había dormido muy bien debido a la desesperación, las memorias de mi pasado venían en pensamientos como si me golpearan.
Llegue al comedor, agarre una bandeja y me sirvieron lo que había para comer, me senté en una mesa y empecé a comer solo, no habían muchos amigos por hacer ya que en su mayoría estaban locos.
El día transcurrió como todos los demás, me senté en una de las mesas y empecé a ordenar las cartas de la mesa y jugar con algunos viejitos que habían sido abandonados por sus hijos

- Pequeño, no se qué haces aquí

- Señor Konoe, la misma pregunta me la hizo ayer - esbocé una pequeña sonrisa-

- No es una pregunta pequeño, no deberías estar aquí, un omega tan joven como tú debería estar libre, debería estar disfrutando de su familia

Me quede callado un rato, nadie sabía la historia de mis padres, solo los enfermeros y los superiores. No le había dicho a nadie lo que sucedía

- Tal vez soy distinto a los demás, es todo

- No pequeño, yo se que deseas salir, no mereces estar aquí encerrado en un aburrido edifico, yo ya estoy viejo como para intentar salir pero tú tienes toda una vida por delante, tanto amorosa como profesional

- Profesional...? No se hacer mucho...

- Tu crees que no te escuchamos? puede que algunos estemos locos pero te escuchamos cantar pequeño, tienes una voz hermosa, no deberías acallarla, ahora que hablamos de tu voz, cantarías algo para mi? Estoy algo viejo y la antigua radio de mi habitación ya no funcionan

- Eh... pero yo...

- Vamos pequeño, entendemos si no deseas pero eres lo más parecido a un nieto que tengo - menciono la señora Eun-

Asentí con la cabeza, no perdía nada en cantar, no considero tener una buena voz pero con tal de alegrar a unas cuantas personas puedo sacar unas que otras notas
Cerré mis ojos y empecé a cantar. Las notas fluían por el aire mientras disfrutaba el ritmo de ellas

[se recomiendan audífonos para una mejor experiencia]

- Wuuuu!! Y eso es tener una voz para cantar - el señor Konoe levantó los brazos mientras me abrazaba-

- No puedo argumentarlo, tienes una voz preciosa querido, verdaderamente preciosa - menciono las señora Eun-