Love Stories || Treasure [No Terminada]

🤖Asahi 3🤖

Eran las 8 am y Asahi estaba haciendo panqueques, habíamos hecho 4, y podríamos decir que se le quemaron tres y medio, pero por el los comeré igual.
Nos quedamos toda la noche componiendo y cantando juntos. Hoy es nuestro día libre, y no había nadie en ninguno de los dos dormitorios. Algunas de las chicas fueron a estudiar y las demás fueron a comer afuera. Lo mismo con los chicos. Asahi y yo intentando no parecer sospechosos nos quedamos en casa.

Le dije a Hyo Rin, una de mis compañeras de cuarto, que me quedaría leyendo en mi cuarto alguno de los mangas que compre así que me quedaría en casa. No fue difícil convencer a las chicas de que me dejaran aquí, a veces prefiero quedarme viendo Anime o leyendo Mangas que salir. Ahora tengo a un hermoso chico a mi lado el cual tiene una cara salida de un anime, no tengo de que quejarme.

A eso del mediodía decidimos salir con Asahi. Desde nuestros debuts es súper difícil salir sin que nos reconozcan ya que a pesar de todo somos los rookies de YG, los ojos están puestos en nosotros. Decidimos ir a comer a un local japones al cual íbamos con Asahi en la secundaria. El dueño del local era japonés, él y Asahi solían hablar en Japonés, y claramente yo no les entendía mucho, con suerte puedo hablar mi propio idioma y la palabra que mas escuché en japonés fue Baka así que no tenia mucho para aportar en la conversación.

Al entrar vimos como el restaurante seguía igual a como lo recordábamos. Era un restaurante muy familiar, pequeño, y con adornos los cuales podrían ser reliquias como para un museo.
-Vaya vaya... si son Asahi y T/N
-Como nos alegra verlo Señor Fukuda.-dije haciendo una reverencia.
-¿Como está la señora Fukada señor? - preguntó Asahi.
-Bien Hijo, desde aquella cirugía no a teniendo ningún inconveniente más que derramar el té que le servimos a los clientes. - dijo el señor Fukada riéndose
-¿Porque dices tantas mentiras? ¡Que pensaran los niños!- dijo la señora Fukada saliendo de la cocina
-Ya no somos niños señora- dije yo riendo y haciendo una reverencia
-¡Si que lo son! Y ahora son niños famosos. Quien lo diría... aquellos dos niños que venían a escribir música a este restaurante y comer ramen...- dijo ella sonriendo.
No pude evitar sonreír al acordarme de todos los momentos que pasamos con Asahi en este restaurante.

Luego de las clases con Asahi veníamos aquí a comer. Siempre nos peleábamos por cualquier tontería y el señor Fukada tenía que venir a hacernos callar porque molestábamos a los demás clientes.
Siempre que veníamos pedíamos Shoyu Ramen. Asahi solía decirme que su madre le preparaba Shoyu Ramen cuando volvía de estudiar y que extrañaba eso de Japón. Así que decidí ir por el vecindario buscando restaurantes japoneses. Encontré algunos pero quería encontrar uno en el que los dueños vinieran de Japón, y así encontré este restaurante. Simplemente quería ver a mi amigo sonreír mientras comía algo que le hiciera recordar a casa.

-Vayan a sentarse en su mesa mientras que les traigo su ramen.
Nos dirigimos hacia la mesa de la esquina al fondo del restaurante. Esa solía ser nuestra mesa. Siempre estaba reservada para nosotros ya que la habíamos proclamado como nuestra.
-¿Te acuerdas cuando nos enojamos con el señor Fukada porque alguien se había sentado en nuestra mesa?
-Como me olvidaría, si nos persiguió con el menú por gritar en frente de los clientes.- dije y comenzamos a reír
-¡Eran demasiado inquietos y mal educados!- dijo el señor Fukada dejándonos el ramen y regalándonos una sonrisa. -Disfruten la comida niños- dijo y se marchó
-¿Ya viste esto?- me pregunto Asahi señalando la pared
-¿Esas son nuestras iniciales?- dije y observé más de cerca la pared. En la pared se podía leer A + T/N. Y abajo se notaba que había algo escrito pero no se entendía bien ya que la pared estaba desgastada.
-Volveremos cuando hayamos cumplido nuestro sueño- dijo la señora Fukada desde el mostrador.
-¿Por eso decidiste venir aquí Asahi?- le pregunté tornando mi cabeza hacia el. - ¿por esta promesa?
-Si- dijo Asahi rascándose la cabeza mientras miraba al piso intentando ocultar su sonrojo.
Yo me había olvidado de esto, pero Asahi no, lo recordó. Luego de todos estos años el recordó nuestra promesa.
-Te quiero Asahi.- le dije y tome su mano
-Y yo a ti.

(...)

Cada vez tenemos menos días libres, así que cada vez más cortos se hacían. Nos quedamos un buen rato en el restaurante del señor Fukada, luego fuimos a jugar a un Arcade, igual que hace unos años atrás. Nada había cambiado entre nosotros, solo el hecho que ahora éramos abiertos sobre nuestros sentimientos. Siempre nos quisimos el uno al otro, solo que nunca fuimos lo suficientemente valientes para declararnos.

Se hizo de noche muy rapido. Ahora nos encontrábamos en un parque comiendo un helado mientras estábamos sentados en unos columpios.
La noche se veía muy bonita, incluso se podía llegar a diferenciar algunas estrellas cosa que era difícil en una ciudad como Seúl.
-No quiero volver a los dormitorios.- me dijo Asahi mientras hacíamos contacto visual
-¿Por qué?
-Porque aquí somos libres, somos libres de estar juntos. Aquí yo puedo tomarte la mano sin tener miedo que nos descubran o que nos vean.
-Ya podremos decirles a los demás. Ellos serán los primeros en enterarse de lo nuestro. Pero lo mejor es dejarlo para nosotros ahora. Y disfrutar de esto que es nuestro y simplemente nuestro.- dije yo. Él asintió con la cabeza pero note frustración en sus ojos. Yo también estaba frustrada. Frustrada de no poder vivir mi amor juvenil tranquila. Todo por estar atada a un contrato. De igual forma no le costaría la carrera a Asahi. Es lo que menos quiero. Trabajamos mucho por llegar aquí, lo último que quiero es arruinarlo todo.
Asahi acercó su mano a mi cara y me limpio un poco de chocolate que había quedado en mi mejilla. Tome su mano y la bese, el se acercó a mi y también me beso.

Me quede un buen rato reposando mi cabeza en su hombro, pensando en lo feliz que estaba aquí. No v aa ser una relación fácil, lo se desde un principio. Nuestros sueños están en juego, pero nos queremos el uno al otro y nada ni nadie puede cambiar eso. Lo único que se es que pienso luchar por ti Asahi, porque te quiero.