Mi señorita (TodoMomo)

El sonido de nuestros corazones

Después de esa noche ninguno de los dos pudo verse al rostro, ambos sabían lo que iban a hacer en aquel momento y sus mentes no trabajaban bien, cada que ella estaba cerca el no podía evitar que su rostro ardiera y se tiñera de rojo, mientras que ella olvidando todo plan suyo se sonrojaba y escapaba de él sin poder evitarlo.

Los días pasaron y ambos seguían en el mismo estado, dos meses después de la llegada de él y mes y medio después de lo sucedido ninguno podía evitar verse, o era que él la miraba desde una ventana, era preciosa vistiendo esos vestidos, cortando Rosas o simplemente riendo a lado de Uraraka la esposa de uno de sus compañeros de nombre Deku, mientras que Momo lo observaba haciendo tareas simples, lavando el auto, poniendo la mesa o ayudando a su padre.

Hasta que llegó el día que tanto temía, un chico de cabello rojo llego a su hogar, acompañado de una mujer y un hombre parecidos a él, ella observo con extrañeza la forma de recibir al invitado de su padre, se reunieron todos en una sala y media hora después ella fue llamada al Salón.

— Momo, que bueno que llegas —la recibió su padre que parecía muy feliz.

— Bienvenidos —saludo ella con cortesía a su invitados.

El chico de cabello rojo enfocó su vista en ella y le sonrió, ella no pudo hacer lo mismo sólo sentarse cerca a su padre.

— Es un placer querida —saludo la señora al igual que el hombre a su lado.

— ¿Puedo saber la razón de tu llamado? —pregunto a su padre por lo bajo, pero él la escucho.

— Querida hija, te presentó a los padre de Kirishima-kun, tu futuro esposo.

Los ojos de Momo se abrieron desmesuradamente, mientras todos sonreían un parte de ella se caía en pedazos.

— Estamos felices de que tu seas la futura esposa de nuestro hijo, esto es motivo de celebración ¿no crees Charlize? —pregunto a su padre el hombre con confianza.

— Me parece un motivo perfecto —lo secundó la señora.

— Absolutamente —asintió su padre.

— Es un placer poder casarme contigo, debo decir que eres muy bella —trato de entablar conversación el pelirrojo.

— Si no les importa, padre no me siento bien el día de hoy, ¿puedo retirarme?.

— Si quieres, disculpen a mi hija.

Su padre se disculpó mientras ella salía lentamente, pero tan pronto cerro la puerta sus lágrimas salieron, ni siquiera tuvieron la decencia se presentarle a su futuro esposo, simplemente anunciaron que lo sería, corrió por los pasillos empujando a cualquiera que se opusiera a ella, a penas llegó a su habitación vio a Shouto, poniendo flores en su mesita de noche, eran Rosas blancas que según sus libros significaba el amor puro, también estaban algunas Rojas que simbolizaban la pasión, sin poder más se lanzó en los brazos de Todoroki.

Él sintió como lo presionaba y mojaba su uniforme, sin poder hacer nada más cedió a tan desesperado abrazo y la envolvió en sus brazos, sentía el calor de ella y como las lágrimas cesaban, tras dos meses de convivencia a su lado ambos lo sabían, ella levanto la mirada captando la de él, ella se acercó con ojos casi suplicando y él sintió como su corazón y el de ella se aceleraba, irremediablemente ambos se habían enamorado lo supo por el sonido de sus corazones y aunque trato de serle indiferente tenerla en sus brazos lo hacía imposible.

Él la tomó de la mejilla y comenzó a besarla suavemente mientras las lágrimas de Momo paraban y quedaban solo como un rastro como una cura para su soledad ella correspondió al beso, tan esperado que ella enredo sus brazos en el cuello de él.

Al diablo el trabajo pensó él al sentir la tan malditamente suya, y ella al diablo sus planes aunque sin saber sólo enredaria mas las cosas por no decirle que antes sólo planeaba usarlo.

Por falta del aire ambos se separaron y se miraron a los ojos, ninguno quiso decir nada porque se comunicaban con el sonido de sus latidos, su ojos brillando, el estar en sus brazos hacía feliz a la pelinegra y el que ella estuviera con él hacía el hombre más rico del mundo en amor al bicolor.

Ella se refugió en sus brazos, lo amaba, estaba enamorada y aunque la historia fuera un cliché ambos sentían que no querían estar lejos nunca, el cerro los ojos al igual que ella sintiendo paz por una vez en su vida.

Él se recosto en la cama de ella y ella en el pecho de él.

— Momo... —susurro él llamándola.

— Shouto-kun... —respondió ella a su llamado.

— ¿Por que llorabas? —pregunto él.

— Mi padre, mi padre me prometió a un hombre que jamás ví —le confesó ella aún con miedo a su destino.

— Ya veo —suspiro él.

Ella levanto su rostro y lo miro a los ojos acariciando la mejilla de él.

— Prometida o no, mi corazón le pertenece a alguien —ella sonrió y sus dudas desaparecieron.

— ¿A quien? —cuestionó él orgulloso y ella soltó una risita.

— Tiene el cabello de color rojo y plateado, una bella cicatriz sobre la piel, sus ojos son bellos de distinto color, serio pero amable —él supo que hablaba de él.

Sonrió levemente y la atrajo para abrazarla ahora que lo sabía no la dejaría ir por nada del mundo, encontraría un nuevo empleo y se la llevaría con él.

(˵ ͡° ͜ʖ ͡°˵) ya se prendió esta wea, estuve desaparecida muchooo tiempito, demasiado diría yo, no daré excusas XD pero terminaré todos mis trabajos pendientes ewe, no se pierdan el final uwu.

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