Parte 1 - Un nuevo comienzo

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De noche, en un bosque lleno de árboles de hermoso verde alumbrados ciegamente por las luciérnagas que se distinguían del oscuro paisaje, los árboles acompañaban sus ramas con animales nocturnos que bailaban al son de la luna. El viento soplaba su canción acompañando el silencio en su tonada inaudible pero conmovedora. A lo lejos, dentro del bosque, una luz azul se sobrepone ante las demás iluminaciones. Dentro del bosque un extraño vórtice azul se desarrolla más y más, haciéndose más grande alejando a los animales, huyendo despavoridos al escuchar el extraño ruido emanando del portal. Sin embargo, otro ruido estridente se escuchaba a lo lejos, acercándose rápidamente.

Tres jóvenes corrían de los policías adentrándose al bosque. Un joven llamado Samuel de 17 años que mide 1.80m, cuerpo algo corpulento, con cabello castaño oscuro que ocupaba un corte, ojos castaño oscuro y vistiendo una chamarra negra, una playera tipo polo blanca, unos jeans azules y unos tenis negros. Una joven llamada Ana de 21 años, midiendo 1.46m, cuerpo algo robusto, cabello corto castaño oscuro, ojos castaño oscuro, lentes color negro, una blusa blanca floreada, unos jeans azules y unos tenis color negro. Y una segunda joven llamada Serena, de 18 años y de 1.47m de altura, cuerpo esbelto, de pelo largo mitad izquierda rosa y mitad derecha azul, con una playera roja y unos jeans azules, tenis blancos y un brazalete en la mano con un broche de dinosaurio.

Los oficiales alumbraban con sus linternas a lo lejos mientras buscaban a los jóvenes entre los árboles y arbustos mientras los jóvenes alumbraban con un teléfono mientras corrían de los oficiales.

-¡¿Por qué tuviste que robarle la billetera?!- Dijo Ana mientras lo volteaba a ver, muy enojada.

-¡Necesitaba el dinero para comprar unas papas!- Contesto sin dilación.

-¡¡Pudiste habernos pedido prestado!!- Dijo Ana.

-Nah, no quiero deberes dinero.- Dijo así sin más.

-Bueno, eso tienen algo de sentido si tenemos en cuenta que robar es agarrar algo sin pedir prestado.- Dijo Serena.

-¡¡No lo apoyes!!- Grito Ana.

Los oficiales seguían sus pasos tan rápido como podían, pero no logran dar con su paradero por mucho que se adentran en el bosque. Los jóvenes pararon de discutir y se detuvieron al dejar de ver las luces de las lámparas de los oficiales.

-Ya... los perdimos...- Dice Samuel apenas pudiendo respirar.

Ana se veía tremendamente cansada al igual que serena, pero su rostro reflejaba algo más que cansancio.

-¡¡Eres un idiota!!- Dijo Ana mientras se levantaba a duras penas del suelo. -¡¡Cómo es que eres tan imbécil como para querer quitarle la cartera a un oficial y luego golpearlo en la cara por no dártela!!- Dijo ella muy eufórica.

-Si... lo sé...- Dijo el a punto de perder el conocimiento.

Ana observó a Samuel que apenas si podía respirar, y aún con su enojo trató de ayudarlo. Serena, por su parte, intentaba encontrar señal para su celular. El espeso bosque bloqueaba la las comunicaciones, dejándolos varados en aquel lugar sin oportunidad de llamar ayuda de forma convencional. A la par, Samuel poco a poco se recuperaba y cobraba conciencia de su entorno volviendo en sí mismo. Ana seguía algo enojada pero ya no estaba tan alterada.

-Chicos, estamos perdidos.- Dijo Serena al mismo tiempo alumbraba a sus amigos con el foco de su teléfono.

-Si... me lo esperaba.- Respondió Ana.

Samuel vio a su alrededor. Árboles en pie, unos cuantos árboles caídos, grandes rocas con musgo; era de lo poco que alcanzaba a ver con la poca luz que emanaba el celular de Serena. Su cabeza le dolía, pero lo ocultaba poniendo el típico rostro serio de siempre.

Pocket Monsters: Masters of DisastersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora