Parte 4 - ¡Ultraentes por todos lados!

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-Hatenna, usa "psíquico"- Samuel dijo.

Alfredo, junto con Samuel y sus respectivos pokemón, yacían fuera del hotel entrenando a sus pokemón. La batalla era muy simple, una pelea de 3vs3 continúa hasta que el pokemón se debilitara y así sucesivamente esperando a que alguno de los dos se quedará sin pokemón para combatir. Alfredo había mandado a su Exeggcute hembra y Samuel optó por mandar a Hatenna. Scorbunny ya había combatido bastante y ya estaba cansada, al igual que Bounsweet, sin embargo, ambas podían seguir luchando. El Exeggcute macho de Alfredo ya había perdido, solo le quedaban dos pokemón. El primero era el que estaba combatiendo en este instante y el segundo aún no lo había revelado.

Hatenna, siguiendo las órdenes de su entrenador, ataca con psíquico a Exeggcute que ya estaba en un estado deplorable. Alfredo trato de ordenar le que se apartará de allí pero fue demasiado tarde, Hatenna ya había asestado el golpe y Exeggcute fue debilitada. Alfredo saco una pokeball y regreso a su pokemón dentro de esta.

-Oye, yo no sé mucho de pokemón, mínimo dame ventaja.- Dijo Alfredo entre risas.

-A la victoria se llega con determinación y coraje, atiende tus puntos fuertes y úsalos contra tu rival.- Dijo Samuel con una voz profunda y viril muy exagerada.

-Ya deja de decir cosas de anime genérico.- Alfredo reclamo.

-Esta bien.- Samuel rio sin más. -Sabes bien que esto de las batallas se me dan de perlas. No quieras que sea suave contra ti, tu sabes que cuando soy bueno en algo no paro.- Samuel fue a ver a su pokemón mientras hablaba con Alfredo.

Samuel cargó a Hatenna y le dio una baya para que se recuperara del combate. Samuel traía puesto un pantalón azul común y corriente que no le quedaba muy pegado, una playera tipo polo color azul, un suéter negro y unos tenis del mismo color. Alfredo traía un short algo holgado color café, una playera roja y unos tenis cafés.

-Deje que ambos estuviéramos a la par mandando a Bounsweet, y ni aún así pudiste con ella. Te falta práctica.- Dijo Samuel mientras apapachaba a su pokemón.

-Si, ya tiene bastante que no tenía contacto real con pokemón a parte de lo que veía a veces del anime.- Alfredo saco una tercer pokeball. La observó detenidamente y se quedó pensante. -La verdad no me acuerdo de que pokemón es está pokeball, supongo que aún así no podré dominarlo. Ni siquiera sé cuál es.- Se dijo a si mismo.

Samuel volteó a ver su mochila, se acercó y abrió la parte más grande. Tenía varias pokeball con pokemón que había capturado en la isla, mayormente sin saber cuáles eran pues aplicó la misma técnica que Serena. (Aventar pokeball a lo loco, nada más que el si atinaba siempre a algo, no como su amiga que fallaba cada 5 de 7 lanzamientos.) Samuel se les quedó viendo curioso a aquellas pokeball, sin embargo, se distrajo con el sonido de una pokeball abriéndose.

-¡Vamos... eh, no se que cosa!- Dijo Alfredo animado, y a la vez confuso.

De la pokeball salió un pokemón misterioso que smauel y Alfredo no recordaban haber visto antes. Parecía ser como una comadreja, sin embargo, traía un peinado dorado restirado hacia atrás y mostraba una mirada fría con dientes picudos. Debajo de su cuerpo se mostraba de color amarillo y su cola terminaba del mismo color, con las manos atrás dijo su nombre con una voz algo rasposa.

-Gumshoos.- Dijo el pokemón.

Samuel y Alfredo se le quedaron viendo al pokemón sin decir ni una sola palabra.

-¡JAJAJA! ¡Ese es el pokemón que se parece a Donald Trump!- Samuel soltó una carcajada tremenda al ver al Gumshoos.

Tanto el pokemón de Alfredo como las pokemón de Samuel quedaron completamente confundidos ante la carcajadas delirantes del entrenador. Alfredo no pudo evitar soltar unas risas pues también le encontró un tremendo parecido al presidente estadounidense.

Pocket Monsters: Masters of DisastersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora