Capítulo 16. "Sorpresa"

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  • Dedicado a él ♥
                                    

Holaaaa! No tengo mucho que decir, más que GRACIAS POR TODO EL APOYO, por seguirme en instagram [@elenappascual ] twitter [@elenapuga ] hablarme y dejarme tan adorables comentarios y mensajes :)

Os quiero ♥

Aquí teneis el cap que con tantas ansias esperabais. ;)

-Y bueno...eso es todo.- Me era imposible entender como había podido resumir los últimos días en menos de una hora.

-¿Y ÉL puede pagar esta suite?

-Te cuento que mi prometido me ha puesto los cuernos en mi cama, que he firmado un contrato con un hombre que prácticamente no conozco para tener un hijo en común y que ahora medio lo he dejado sin saber si ya estoy embarazada y tú...¿Tú me preguntas por la suite?

-Bueno...- Yed, como no, no dejaba de mirar de un lado para otro, haciendo que su pelo negro como el ébano y liso como el oro liquido se moviese en todas direcciones, eso sí, con elegancia, siempre con elegancia. - Técnicamente el contrato no es válido porque aunque esté firmado no se lo has dado, posiblemente no estés embarazada, ya ves cuanto tiempo llevabas intentándolo con el imbécil y aún así nada paso... Aunque claro, puede que el tío sea estéril. Ojala sea estéril, haría un favor al mundo si lo fuese. O bueno, siempre puedo ser yo quien le deje estéril. Oh sí, eso sería divertido...

Prácticamente se le caía la baba mientras yo me rebozaba en mis propias penas.

-No sé qué hacer con mi vida.- Y era cierto. No tenía ni idea de cómo continuar. No tenía trabajo, no tenía prometido, Yed solo estaría en el país unos días antes de volver a ayudar con la epidemia del ébola, y de nuevo me quedaría sola, sin un rumbo que seguir.

Su mano me acarició la espalda, y sabía que sin duda sus dos ojos negros y rasgados estaban clavados en la poca piel de mi cara que no estaba tapada por mis rodillas.

-Pareces un hamster.

-Los hamsters son adorables.

-¿También vas a empezar a hacer caquita en tu comida?

Me erguí al segundo.

-Guarra.

-Pero me amas.

-Por desgracia.- Sonreí, echándome completamente estirada en el sofá, con la cabeza en las piernas de mi mejor amiga, que tranquilamente utilizaba su mano derecha para acariciarme el pelo.

-Y él...¿Cómo es?

-Demasiado perfecto.

-Já. Pues si no lo quieres...

-Olvídalo.

-¿Por qué?- Dijo con una ceja alzada. Sabía perfectamente lo que estaba pensando. - ¿No decías que igual lo mejor era que os separaseis?

-Sabes perfectamente que mentía.

-Lo sé.- Rió.- Pero si tú lo sabes, ¿Qué haces que no estas llamándole?

-No estoy preparada todavía.

-Si es tan perfecto estoy segura que por cada minuto que pasa tiene a una mujer enamorada más detrás.

Un gruñido salió de mi garganta al imaginarme a alguna mujer explosiva acercándose a el padre de mis hijos. Al segundo me lo trague, asustada. Jace no era mío, Jace y yo teníamos un trato, uno pasajero que no implicaba sentimientos. Ni gruñidos.

-Lo he oído.

-Cállate.

-¿Sabes? Tengo la solución a todos tus problemas.

Jefe, quiero un hijo suyo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora