TÓXICA TU WEA DE RELACION. [Bakushima]

📌 Me miró y la miré tururututu.

Kirishima no entendía naita' porque sus amigo de cierta manera lo excluian' en sus cositas, y tampoco entendía porque lo tenían en un altar, era como un niño de cristal.

Eso no le gustaba mucho porque sentía que causaba algunos problemas, y creía que sus amigos estaban viéndolo más como un trabajo.

Solo que sin paga, ¿Que esperaban? Si tenía la mitad de una goma, mucho prestigio no habia.

—¿en qué pensai' bonito? — Preguntó el Shinsō, haciendole cariñitos en la mejilla y aunque la weaita se sentía rica no podía disfrutarla.

—Nada... Solo pensaba en algo... — respondió algo cohibido, le agradaba Shinsō pero no de esa forma, no con esa confianza.

Kiri jamás había dado si quiera un besito, y esto era algo rápido para lo que quería.

—Espero ser ese "algo". — Kirishima solo soltó una risita nerviosa. El ojeroso pareció tomarlo como algo afirmativo.

Kirishima se odiaba por esto pero no podía ser tan malo.

—No, no eres tú. — Shinsō abrió sus ojitos en grande. — Es Bakugō. — dijo, quería al pelimorado pero no podía jugar con sus sentimientos de esa forma. — Yo pucha... Lo siento caleta, nunca fue mi intención que pasara esto. No podía mentirte. — El Kiri estaba hablando rápido, como Eminem y sus ojitos se estaban cristalizando.

—No Kiri. No llori, ¿Si? — Pidió el ojeroso. — Igual no soy mejor que tú en esto. Sabía lo que sentías por el ojete ese y aún así me animé.

El Kiri sorbió sus mocos de nuevo y estando preparado sacó un rollito improvisado de confort del baño del liceo, de su bolsillo, de ese confort que parecía lija y que te cosía la ñata y algo más.

—entonces... — hizo una pausa— ¿No estai' enojao? — el Shinsō negó con la cabeza para luego sonreír para él.

La cara del Kiri pasó de una mueca triste a ser una sonrisa radiante.

—Ya, ya. Me rechazaste y toh' pero no por eso no te voy a enseñar. — dijo el ojeroso para luego señalar unas palabras en el libro de inglés.

Kiri asintió con un resorte en la cabeza, más no podía concentrarse porque sentía que lo miraban, alzó su vista y miró todo su perímetro en la biblioteca, captando a cierto rubio que lo miraba con mitad de su cara escondida en un libro de Edgar Allan Poe.

Extrañamente no quiso ignorarlo, no quiso demostrar su enojo por aquella vez y simplemente suspiro para alzar su manito y sacudir la en forma de saludo.

En ese momento Bakugō se dió cuenta que en el corazón de Kirishima no existían sentimientos malos.

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Kendo había dicho que se encargaría de Testsu pero Mina no podía confiar muy bien en eso, Kendo era como kirishima.

Weones que no podían romper un plato, que no hacían daño sino que hacían nanai. De esos que te dicen; "Sana, sana colita de rana. Sino sana hoy sanará mañana."

Y además de que ella también parecía tener una debilidad por el peliplateado ya que andaban de la mano y está le hacía ojitos.

Suspiró, luego vería eso.
Ahora necesitaban saber donde estaba el weon del tordo en el ojo para ir a planear como hacer que kirishima lo perdone. 

Vió a Tokoyami comiendo pan y se le acercó para preguntar.

Este sin dejar de comer un pan negó con la cabeza y le pidió la botella de agua a la Tsuyu.

—No tomes agua con pan, te vai' a hinchar. — aconsejó Tsuyu mientras de igual manera le entregaba el agua al cabro mitad pájaro. —Yo creo que lo vi en la biblioteca leyendo.

Mientras la Tsuyu explicaba, Ochako veía como Tokoyami tomaba agua pasándose por las pelotas la advertencia.
Y Ochako no pudo hacer mejor wea que imaginarse una paloma explotando cosa que la hizo cagarse de la risa sola.

Tokoyami y Tsuyu la miraron raro y Mina solo pidió disculpas por el retraso de su nueva amiga.
Finalmente dió las gracias para ir a buscar al rucio junto a la castaña no sin antes oír a la Tsuyu que decía.

— Cuídenseeee, besitos en el siempre sucio.

¿Ese es su ídolo? Porque el mío si.