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La escuela preparatoria de Beacon Hills se estaba convirtiendo en el centro de todos los problemas sobrenaturales, en cualquier embrollo terminábamos en este lugar. ¿Mejor lugar para ser perseguido por un alfa psicótico? La preparatoria. ¿Algo más educativo que ser asechado por un lagarto con falta de atención en la piscina de tu escuela? No, claramente. Empiezo a creer que la publicidad de este lugar es "Escuela preparatoria de Beacon Hills, gradúate o muérete en el intento" Y ahora, aquí estoy, junto a Scott y Isaac, viendo el trío de ex alfas caminando libremente por el pasillo.
—Dios, es tan ardiente.- suspiro, recargándome en los casilleros- Deberías ser ilegal.
Sus oscuros ojos se posan en mí, quitándome el aliento y mi mejor amigo tiene que golpear mi espalda cuando me ahogo con mi propia saliva, ocasionada por su sensual sonrisa y guiño dirigido hacia mi, solamente a mi, como si me hubiera...
—Me escuchó, ¿cierto?- balbuceo sin dejar de ver la- ¡Claro que lo hizo! Es una mujer loba.
—Es aterradora.- exclama Mccall- Y malvada.
—Es odiosa.- recalca el rubio- Y nos ha intentado matar en distintas ocaciones.
—Es el amor de mi vida, más respeto, ¿si?.- aclaro dándoles una mirada afilada- Sé que no es la más dulce persona en la tierra, pero yo puedo cambiarla, será una tierna cachorrita cuando la tenga en mis brazos.
—No eres el único que ha caído en los encantos de los Steiner.- pego un respingo al escuchar la voz de Allison en mi oído- Lydia no se separa de Aiden y Danny babea donde pisa Ethan.
—Sin contar a todos los adolescentes hormonales que no dejan de verlos.- se burla Lahey, apuntando al grupo de acosadores- Si supieran que podrían ser su cena.
Frunzo el entrecejo al notar las miradas lujuriosas que le dan a mi chica.
—No me opondría.- hablo bobamente- Puede hacer conmigo lo que quiera.
—Tal vez te tome la palabra, Stilinski.
Un gritito sale de mi garganta, dejándome en ridiculo frente a la licántropo. Su risa me hace suspirar y mi corazón se acelera como loco, Scott ríe disimuladamente, Allison solo sonríe y, a diferencia de nosotros, Isaac borra cualquier rastro de alegría.
—Pero no lo haré.- sonríe con inocencia fingida- Estoy siendo buena samaritana, los humanos están fuera de mi dieta.
—¿Donde están tus otras dos personalidades?- suelta con burla, refiriéndose a sus hermanos-¿Tonto y retonto?
—Vaya, el idiota sabe de cultura cinematográfica.- dicen sin verlo- Hola, Scott. Allison.
—Hola, Amybeth.- digo en un suspiro-Hoy estas...siempre estás preciosa.
Recargo mi codo en la puerta metálica y mi cabeza en mi puño, intentando parecer seguro.
—¿Para ser legal?-dice con gracia y ahí está otra vez, su maldito guiño que logra desconcentrarme por completo- Me alegra verlos, ¿podría almorzar con...
—No.- interrumpe con brusquedad el ojiazul- Deja de esforzarte tanto, no adoptamos perros callejeros.
—Eres parte de su manda, claramente lo hacen.- Lo ve con advertencia-En todo caso, Scott es quien dirá si me "adoptan" o no.
El nombrado parece sudar frío, nervioso y balbuceante, ¿cómo decirle a esta bonita chica que ella puede entrar, pero sus hermanos no? Terminaría arrancándonos la garganta.
—No tienes que decidirlo ahora, Scotty.- levanta sus hombros- Pero unidos somos más fuertes.
—¿Te refieres a esa cosa mutante en la que se transforman?- el rubio levanta su ceja- Ah, no, ya no pueden. Ya no son alfas.
—Aún puedo acabar contigo.- su tono es sombrío, un escalofrío me recorre ¡que sexy!- Te arrancaría la garganta antes de que parpadees.
Definitivamente me casare con esta mujer.
[...]
Mis párpados duelen al apretarlos con fuerza, meneo mi cabeza al sentir tan irreal todo. Suspiro y mi vista cae en mi mano, uno, dos, tres, cua...
—¿Estas bien?-Es el segundo grito que me provoca en un día, la segunda vez quedando en ridiculo- Apestas a ansiedad.
Hago una mueca, eso es lo último que quieres que te diga la chica que te gusta.
—Si que se les zafo un tornillo.- continua recargándose en el casillero a mi lado- Tienen esa mirada.
—¿Qué mirada?- artículo e intento volver mi concentración en mi mano
—De lunáticos.- menea su dedo frente a mi- De alguien que escapa de algo atemorizante, pero no pueden, porque está en su cabeza.
—Oh, gracias.- suelto con sarcasmo- Eso ayuda.- mi vista cae en el pasillo, cerciorándome que no haya nadie más- No sé si estoy soñando.
—¿Y lo qué haces con tus manos te confirma que no?- cuestiona, inclinando su rostro
Lucia tan tierna con esa expresión de curiosidad, contrastando con su ropa negra y reputación malvada.
—Con mis dedos, si.- aclaro- En los sueños tienes de más.
—Oh.- sostengo mi respiración ante su cercanía- Entonces deberíamos contarlos, ¿no?
Su mano sostiene la mía y su melodiosa voz empieza, realmente no escuche los numero después del uno, solo podía ver su bonito rostro concentrado.
—Diez.- termina con mi mano izquierda- Si aún tienes dudas, podríamos hacer algo que sientas real.
—¿Cómo que...Oh.- abro y cierro mi boca.
Mi mano ahora está sobre el pecho de Amy, quien sonríe provocativamente.
—Justamente así empiezan todos mis sueños.- balbuceo y trago saliva- Terminan cuando me matas.
—Esto es real, Stilinski- su aliento choca contra mi cuello-Y sería incapaz de dañarte.
—Oh Dios.- me hace apretar y su boca se impacta contra la mía- Puedes matarme y no te detendré.
Al sepáranos, ella estira el cuello de mi camisa hasta meternos en el armario del conserje.
Amybeth Steiner, tan peligrosa y ardiente, la única que puede hacer que te cagues y tengas una ereccion al mismo tiempo y definitivamente ella podía hacer lo que quisiera conmigo, aún si esto es un sueño.
"Puedes ser quien me arruine No puedo dejarte No puedo dejar que me pases "-R5
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No tiene mucho que ver con la canción jajaja Me gusto la idea de poner a la prota como trilliza de los Steiner, ¿han leído una fic así? Si si rolenla
