.........LevKatsu!.......
Las risas resonaron dentro del auto, en una sintonía agradable, junto a las gotas de lluvia golpeando suavemente el metal del techo.—¡No!- me quejo e intento cubrirme del agua que salpica-Me vas a mojar.
Sus claros ojos desbordan sarcasmo al caer en mi, agitando con mayor fervor su cabeza, de la sintética cabellera rubia vuelan pequeñas gotas hasta impactar contra mi rostro.
—Por si no lo notaste, estamos empapados.- exclama sin dejar su sonrisa traviesa- Todo porque la niña quería helado y quien soy yo para negarme.
Le muestro mis dientes en una gran sonrisa, llevo la nieve a mi boca para saborearla mientras mi mano izquierda le ofrece el cono de vainilla.
—Ni un besito de agradecimiento, coño.- sus labios se fruncen hacia afuera, exageradamente- Anda.
Me inclino hacia él, obedeciendo a su pedido sin rechistar; es solo un pico, nuestros labios se quedan juntos por unos segundos y suelto un ruidoso "muak" al separarme.
—Gracias.
El arrebol no tardó en pintar mi rostro al notar como eleva la comisura de su boca hacia su mejilla izquierda, sonriendo.
Observo las nubes grises a través del empañado vidrio, escuchando el apresurado repiqueteo de mi corazón y, aún con el frío del agua calando en mi piel, la conocida sensación cálida invade mi pecho.
Después de más de un año de noviazgo, mis reacciones seguían siendo las mismas que en las primeras citas, cuando éramos un par de adolescentes con gustos en común.—¡Lev!- rio, pues volvió a intentar secar su cabellera, cuál perro.
—Carajo.- maldice y no puedo evitar reír fuertemente- Puta peluca de mierda.
Esta vez, el cabello rubio de Bakugou se separó de su cabeza junto a la humedad, cayendo en los asientos traseros.
—Calvooo.- me burlo, su oscuro cabello natural es cubierto por la maya- ¿A donde tan peinado, mi amor?
Entrecierra sus ojos, afinando su voz repite mi última frase.
—Tú eres la calva.
Suelto una exclamación de sorpresa cuando su mano derecha estira las hebras rojizas de kirishima fem que adornan mi cabeza.
Nos observamos durante unos segundos, en silencio, analizando el rostro contrario.
Casi suspiro al detenerme en su fulgente mirada, podía jurar que la mía rebosaron de amor y estaba a punto de convertirse en un par de corazones. Me fui a sus rosados labios, los cuales me mostraron una sonrisa dulce que logró inquietar el revoloteo de las mariposas en mi interior.—Me encantas tanto, coño.- dió fin a nuestro duelo silencioso, alargando la última letra
Con las mejillas ardientes y adoloridas por la gran sonrisa boba que no podía borrar, deje pequeños besos por su bonito rostro.
Aún me avergonzaba realizar esas pequeñas acciones, el nerviosismo cosquillea mis dedos al pasarlos por sus suaves facciones. Mis sentimientos a flor de piel lograban dominar mi cuerpo y las sensaciones maravillosamente inimaginables se multiplicaban con solo cruzar miradas.—¿Ya no quieres, cierto?- niego, pasándole el resto de mi alimento- No entiendo porque no pides en vaso, si nunca te comes el cono.
—Es más barato.- levanto mis hombros
"Me haces sentir como adolescente enamorada
Y me haces sentir como si fuera siempre joven"- Madison BeerNo saben cuán enamorada estoy de este hombre, en serio soy un simp con todas sus letras.