Tú tienes eso que este pobre corazón anhela, eso que por las noches mi mente proyectaba en sueños, eres eso que mi indiferente piel necesita; tus caricias con esas manos tibias, tus besos para este inexpresivo cuerpo, tus cálidos abrazos para mi alma congelada. Recorriendo largas distancias, mi voz, para llegar a ti con este amor que preservo en mi interior; el extenso camino que todo mi amor recorre para llegar a tus oídos, con cantos, poemas recitados, palabras bonitas con el tono de voz suave y delicado, sólo para que sientas que duermes en mis brazos. Cuanta ternura me produce esa risa que se escapa con tan poca prisa de tu alma, me causa tanta calma, es tan acogedora como la almohada que uso para descansar y pensar en tu mirada. Tú tienes eso que cada fragmento de mi necesita, para corregir la mala vida que muchas personas me dieron... Eres eso, que restaura todo de mi.
Y como Beethoven escribió para su Amada inmortal: «Yo solo puedo vivir completamente contigo y si no, no quiero nada.» Ámame hoy y todos lo días que la vida nos dejará caminar, no me odies ni me desees el mal con tu mirar, que sólo esos ojos cafés me observen con pasión y amor, en toda y cada situación. Yo te daré aquello que nadie tuvo la valentía de ofrecerte, seguiré siendo ese Mercurio que apaga tus dolorosas llamaradas, déjame tomar de ti ese dolor y desecharlo al limbo, que puedas amar como en los libros; yo te escribiré miles de poemas y te los recitaré plácidamente, sin dejar atrás ni una sola letra. Seré para ti como un colibrí, visitando tu mente, anhelando acariciar tu cabello sin detenerme, quiero cuidar todo de ti porque eres la amada, la amada razón de mi vivir. «Esta noche te quiero en una tarde de primavera.» Sí, sé que te encanta la primavera y que mejor deseo pedir que estar junto a ti en una de ellas, tomando tu mano y caminando, hablando sobre el amor que creció en nuestros corazones y como nos convertimos en una palabra: «Somos sempiternos.» Como te observo, como la estrella rodeada de oscuridad pero que resplandece sin parar, te observo como aquello que nadie en la faz de la tierra puede tocar y soy el afortunado que podrá acariciar todo lo que brilla en ti.
Si te perdiera ya no sería ese Gabriel, sería sólo un pobre tipo intentando sobrevivir en la nada; y si no es contigo, no quiero nada. Me sentiría sumergido, en lo profundo de tanta oscuridad, llenándome los pulmones de rencor y mucho dolor, sólo dame besos que me hagan olvidar todo aquello que una noche te conté, con lagrimas deslizándose por mis mejillas. Sigue siendo esa razón, la amada razón de mi vivir. No te desaparezcas a lo lejos como muchas personas lo redactan en diversos escritos, ven a mi lentamente y seamos felices, hazme feliz con esa sonrisa, con esos ojos color Venus...
«Eres mía y las cosas son mías y mi amor altera las cosas a mi alrededor.» Sólo pido que tu amor recorra por siempre mi interior, que me llene hasta desbordarse y que me bañe por fuera sin detenerse, sólo pido tenerte, se lo pido a las estrellas más lejanas, a esas pequeñas que se ven si sólo te concentras. Yo me concentro en las lineas de tu cabello, quisiera deslizarme... Sólo diré eso, no quiero perderme, sé que si divago en eso me perderé sin siquiera tocarlo. Espera por mi, amada mía, espera por mi tacto, por mi voz, por las caricias y recuerda, esos besos a ojos cerrados; espera por ellos, ninguno te dejará plantada, te besaré con las mismas ganas que un pequeño pájaro tiene de volar, y volaré igual, a lo lejos mientras te pienso, mientras siento tus labios controlando todo de mi, espérame en la puerta de nuestra historia, espérame con paciencia que llegaré con flores azules y poemas, miles de millones para recitarte mientras duermes bajo el resplandor de las estrellas, espérame con los ojos abiertos tanto que mi amor sea visible para ti, espérame que llegare como carta antigua.
Desde el corazón escribe con amor, tu esposo. Todo esto es para ti y aún hay más, mis huesos tiemblan por soltar millones de letras, un sinfín de poemas, un sinfín de escritos sólo para ti, amada mía. Espérame y ámame, por siempre y para siempre. Te ama tu esposo, con todo su corazón.
Te amo de aquí hasta donde el universo, la vida, el cielo, el mar me lleven.
Siempre sempiternos.
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