Dulces, dulces besos [ZeniZuko]

Capítulo 2: Otro enfoque.

Más tarde, después de las clases.

«Estúpida, eso es lo que eres».

«Cerda asquerosa».

«Maldita».

«¡Prostituta!»

—¿Nezuko? ¿Te encuentras bien?

La susodicha levantó la mirada saliendo de su trance, vio a su hermano quien se notaba bastante preocupado por el silencio de la menor.

Nezuko agitó la mano restándole importancia.

—Sí, Onii-chan. Solo es la tarea que me tiene mal.

Tanjirō la miró de arriba abajo pero luego se hundió de hombros. Ambos hermanos iban a su hogar después de un día de clase bastante agitado.

Al llegar a su hogar fueron recibidos por la algarabía de los menores de la familia Kamado.

—¿Cómo les fue en la escuela? —Pregunta Kie Kamado recibiendo a sus dos hijos mayores.

—Bien mamá, aunque el profesor de educación física se puso muy intenso.

Kie asintió y luego se dirigió a su hija—. ¿Y cómo estuvo tu día?

—Bien, nada fuera de lo común —responde con una amplia sonrisa mientras en su mente venía su choque con Zenitsu y los mensajes.

Esos estúpidos mensajes.

.

Nezuko se encuentra en su cuarto con la mirada perdida observando la pantalla de su teléfono, el cual vibra cada segundo. Le están llegando mensajes.

—¿Nezuko? ¿Puedo pasar?

—Sí, claro. —Se limpia con el dorso de su mano sus ojos para luego ver con una sonrisa a su hermano mayor—. ¿Qué se te ofrece?

—Nada, solo quería saber cómo estás. —Sus ojos rojizos se posaron sobre el teléfono de Nezuko, la cual al darse cuenta lo agarró con más fuerza—, ¿segura que estás bien? ¿No te están ...?

—No, todo está bien.

Tanjirō la miró no muy convencido hasta que la voz enérgicas de Hanako interrumpió lo que el mayor iba a decir.

—¡Nii-chan! ¡Mamá te llama!

—¡Hay voy! —Respondió saliendo del cuarto de Nezuko permitiéndola a ella respirar.

« Estuvo cerca ... », pensó mirando la pantalla de su teléfono. Odiaba mentir a su hermano después de tanto que él había hecho por ella, pero no quería seguir causándole más dolores a su familia.

Esto es algo entre ella y ellos.

.

Ya se había calmado.

Nezuko revisaba con más calma su teléfono después de cumplir los deberes de su hogar y la escuela. Para su suerte ya los mensajes cesado. Revisando por encima borraba todos aquellos mensajes de texto de números de desconocidos o los que iniciaban con alguna palabra mal sonante.

Ni los leía.

Al final los más de doscientos mensajes solo conservó un par que eran de Aoi preguntándole sobre la clase de mañana.

Cuando esa terminó la tarea monumental fue hacia el historial de llamada y lo borró todo. Ya no quedaba en su teléfono vestigio de todo ese acoso.