𝐸𝑥𝑡𝑟𝑎 𝐼𝑛𝑢𝑠𝑢𝑎𝑙, 𝑀𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑛𝑢́𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑜𝑐𝒉𝑜.

Capítulo 7

Papá vino hacia mi

-Ven a mi oficina número 8, debemos practicar tus poderes en un lugar donde no puedas matar a alguien-dijo sarcásticamente pero accedí me hizo mover algunas cosas pero esto era en vano no pude mover nada, el solo tomaba nota de lo que pasaba en unas hojas.

-Piensa en cómo tu mamá te dejó aquí, siente esa sensación de tristeza y enojo- dijo papá

Lo pensaba y si claro que sentía enojo y frustración mientras el repetía en tono de burla que me abandonaron, me empecé a enojar tanto que hice que todo en la habitación de moviera, me quiso calmar solo con algunas palabras pero no resultaba a lo que acercó a mi y me abrazo era extraño pero realmente necesitaba ese abrazo y en cuanto lo hizo me calme y todo volvió a su lugar.

Reginald descubrió que al hacerme enojar mis poderes salían a la luz, me soltó y volvió a su asiento y tomó nota de nuevo

-Mientas no controles tu enojo no podrás controlar los poderes números 8, lo trabajaremos unos cuantos días, ya puedes salir con tus hermanos- dijo, yo acepte y salí de ahí el solo tomaba notas, pero realmente no le tomaba importancia.

De camino a mi habitación me tope con Allison y Klaus, me preguntaron que si quería ir a una pijamada a en la habitación de Klaus yo claro que acepte ya que todos iban a ir incluyendo Cinco, al ver que todos aceptaron Allison, Klaus y Vanya fueron a preparar todo, mientras que yo baje a la cocina a ver si había algo de comida, estaba Diego, Cinco, Luther y Ben sentados alrededor de la mesa me miraron y no le tomaron importancia, hasta que escuche que tenían un plan para salir a un lugar de donas pero nadie se tenía que enterar yo obviamente escuche sin querer

-Yo quiero ir- dije

-No calro que no- contestó Diego

-Vamos dejenme ir con ustedes chicos, ni tengo nada mejor que hacer--comente suplicando

-Vamos Diego que venga con nosotros, te recuerdo que ahora es nuestra hermana - dijo Cinco

-Bien pero no digas nada a nadie-dijo por último

-Claro que no diré nada- respondí.

Salimos por la puerta de atrás, nadie se dio cuenta, llegamos al lugar y comimos donas hasta vomitar, en realidad fue demaciado divertido pasar un rato con mis hermanos.

-Ahora me agradas más que antes-dijo Luther

- Si te gusta el peligro chica- dijo Ben

Yo solo me sonroje por los comentarios de mis hermanos

-Bien hora de irnos- contestó Diego.

Salimos del lugar, caminamos hasta la mansión, Cinco y yo caminábamos juntos, me tenía abrazada por los hombros y susurro

-Ves te dije que estos chicos te cuidaran siempre- yo solo sonrei

-Si creo que no fue tan malo que mi mamá me dejara con ustedes-conteste

Luther escucho lo que decíamos

-Claro _____, ahora eres como nuestra hermanita menor todos te protegeremos, o no chicos?- dijo mirando a Diego y Ben

-Claro que sí pequeña-dijieron

*Realmente estoy feliz por que llegaron a mi vida* pensé.

Llegamos a la academia y Pogo estaba en la puerta esperándonos algo angustiado

-Donde estaban chicos me tenían preocupado-

-Fuimos a comer una dona- dijo Luther muy tranquilo

-Bien entren rápido antes de que su padre se dé cuenta-respondio

Pasamos y cada uno de dirijo a su habitación.