❣tres❣

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Estoy cerca de tu casa, ¿quieres que vaya hasta allá?

Fue lo que Young Jo le había escrito hace apenas dos minutos, pero Hwan Woong se apresuró en enviarle una repuesta al alto.

Voy saliendo, te veo por la tienda de conveniencia.

Una vez guardó su celular en el bolsillo de su chamarra, el de baja estatura se dispuso a caminar animadamente hasta el lugar que le mencionó a Young Jo. Sin embargo, y a medida que avanzaba, Hwan Woong comenzó a sentirse nervioso y perseguido. Volteó y sintió su pulso acelerado al notar a dos sujetos; a unos metros más atrás, seguirlo. Sabía que el camino de su casa a aquella tienda estaba a diez minutos de distancia si iba caminando, pero; con cada paso que daba, sentía que el camino era más largo de lo normal, así que comenzó a apurar el paso.

Error.

Aquellos tipos; al darse cuenta de sus intenciones de huida, lo imitaron y uno de ellos se puso en frente de él, bloqueándole el paso.

Hwan Woong se detuvo. Necesitaba encontrar una manera de irse por otro lado, pero supo que aquello fue un segundo error. El otro sujeto lo tomó por el brazo; torciéndolo un poco, y lo amenazó con una navaja cerca de su espalda baja. Vio como en el rostro del hombre; delante de él, aparecía una sonrisa amplia y morbosa. Ya estaba haciéndose una idea de lo que pensaban hacerle. Hwan Woong sintió su corazón ir a gran velocidad y, por instinto, golpeó al hombre que tenía atrás hasta que logró alejarse. Comenzó a correr y, por obvias razones, los hombres empezaron a perseguirlo. Intentando igual el ritmo que llevaba.

Young Jo, por su parte, tenía un mal presentimiento. Así que; decidiendo ignorar lo que Hwan Woong le había respondido, bajó de su auto y fue en dirección a casa del de baja estatura. Sin embargo, y luego de entrar más en aquella calle, vio a Hwan Woong entrar a uno de los callejones a gran velocidad y, detrás de él, a dos hombres. Young Jo sintió su sangre hervir y, empuñando sus manos, se apresuró a ir en ayuda del chico de baja estatura.

-Po-Por favor... Dejen-Déjenme ir -suplicó Hwan Woong. Acababa de entrar a un callejón sin salida y, cuando volteó, ya tenía nuevamente a los hombres en frente. Ni siquiera había tenido oportunidad de esconderse de ellos apropiadamente.

-Eres muy lindo -dijo uno, quien decidió avanzar hacia él y Hwan Woong retrocedió. Su espalda chocó con una pared, lo que le recordó que no tenía otra forma de escape en ese momento. Quería gritar, pedir ayuda a alguien que estuviera pasando por ahí en ese momento, pero; en parte, se sentía paralizado. Entreabrió sus labios, pero no podía decir algo. Temía que; de hacerlo, nadie le creyera y lo dejará a su suerte con esos dos sujetos. Lo estaba pensando demasiado y ya tenía al hombre lo suficientemente cerca de su persona-. Me pregunto si serás bueno para hacer orales -Hwan Woong cerró los ojos al notar que el otro iba a tocarlo, pero pasaron unos segundos y no sintió algún toque ajeno en su rostro o cuerpo.

Comenzó a abrir los ojos lentamente y parpadeó un par de veces para asegurarse de que estaba viendo en ese momento: Young Jo estaba ahí, ayudándolo y golpeando a aquellos hombres que tenían intenciones de tocarlo de manera inadecuada.

Por alguna razón, Hwan Woong sintió aquello muy familiar.

Si no estaba del todo equivocado, había pasado por una situación similar el día que vio a Young Jo por primera vez.

•••

-¿Estás seguro que puedes regresar a tu casa solo? -Cuestionó Yong Seung; su compañero de clase, una vez salieron de la biblioteca.

Eran casi las nueve de la noche, pero; a pesar de eso, Hwan Woong confiaba en que llegaría sano y a salvo a su hogar.

Así que respondió:

Más que amigos [RavnWoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora