❣cuatro❣

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Hwan Woong iba de un lado a otro dentro de su habitación. Acababa de llegar de la universidad y, desde la tarde del día anterior que Young Jo lo había dejado en su casa, el de baja estatura no dejaba de pensar en la pregunta que Kim le hizo. Porque, de las cosas que el chico pudo haberle dicho –como que iría a buscarlo y dejarlo hasta la puerta de su hogar, acompañarlo a todas partes; como lo seguía haciendo hasta ahora, con tal de asegurarse de que estuviera bien–, esa no se la vio venir.

Luego de sentirse algo mareado, se acostó boca abajo en su cama, gritando contra el colchón y pataleando un par de veces antes de sentarse.

—¿Debería aceptar? —Se preguntó. Le estaba dando muchas vueltas al asunto, lo sabía, pero; desde donde recordaba, Young Jo lograba ponerlo nervioso con solo decir una sola palabra. Había descubierto aquello desde la segunda vez que se vio con el chico.

•••

Se encontraba lavando sus manos en el baño de la iglesia y miró su cuello a través del espejo. Suspiró al ver; nuevamente, que no tenía ningún rasguño o herida provocada por los tipos que quisieron asaltarlo la noche anterior, además de que tuvo mucha suerte de que aquel chico estuviera en ese preciso momento para ayudarlo.

Negó luego de un rato y cerró el pase del agua antes de empezar a acomodar su cabello. Casi al mismo tiempo, uno de los cubículos del baño era abierto y por casualidad; o al menos así lo vio él, el mismo chico que lo ayudó estaba ahí.

Se acercó al lavabo que estaba libre, puso algo de jabón en una de sus manos y empezó a lavarlas, bajo la atenta mirada de Hwan Woong.

El de baja estatura solo parpadeó un par de veces, sin quitar la vista del muchacho, pero se sintió como un tonto al oír al otro hablar.

—¿Qué tanto estás observándome? —Preguntó, serio y sin mirar todavía al otro chico que se encontraba con él. Hwan Woong sintió su pulso acelerado. Aunque el tono de voz de aquel chico lo hizo parecer irritado, a él; sin duda, lo hizo sentir sumamente nervioso y su piel se erizó. Cosa que; hasta donde recordaba, no le había pasado con nadie hasta ahora.

—Yo, a... L-Lo la-lamento —apartó la vista del más alto y tomó un poco de papel para empezar a secar sus manos.

Young Jo, por su parte, cerró la llave del lavabo y, por fin, miró al otro chico. Llevándose la ligera sorpresa al notar que era el mismo muchacho de la noche anterior. Hwan Woong tiró el papel al bote de basura, empezó a dirigirse al acceso principal del baño, pero se detuvo al otro hablar nuevamente.

—¿Estás bien? —El de baja estatura volteó a verlo, no esperaba que él cambiará su actitud de manera tan rápida—. ¿No tienes alguna herida? —Interrogó, preocupado. Hwan Woong negó tímidamente y el otro solo asintió—. Tus padres... ¿Cómo lo tomaron? —El de baja estatura cerró los ojos y mordió de su labio inferior con algo de culpa. Porque aún no les comentaba a sus padres sobre lo sucedido—. Aún no les dices, ¿eh? —Hwan Woong abrió los ojos de nuevo, mirando con algo de vergüenza al otro y notando que tenía una sonrisa de lado en el rostro—. Veo que no hablas mucho.

—No, yo... Soy un poco tímido cuando... Conozco a nuevas personas —confesó y aclaró su garganta, el otro solo asintió.

—Entiendo —Young Jo metió sus manos húmedas en los bolsillos de su pantalón—. Bueno, espero podamos encontrarnos de nuevo, uhm...

—Yeo Hwan Woong —dijo por primera vez sin titubear, cosa que hizo al otro sonreír ampliamente—, puedo decir lo mismo, uhm...

—Kim Young Jo —y, sin más, Young Jo fue el primero en salir de aquel lugar.

Hwan Woong, en cambio, se quedó pensativo y curioso por saber más de aquel chico. Se preguntaba si volvería a ver a aquel muchacho o no, aunque la mayoría de sus probabilidades estaban en negativa, pero; a diferencia de lo que él esperaba, obtuvo la respuesta en cuanto llegó a clases al día: Young Jo se encontraba en su mismo salón, presentándose con todos sus compañeros, pero; de cierta forma, sin apartar la mirada de su persona.

•••

Hwan Woong mordió de su labio inferior y decidió despejar su mente un momento de Kim Young Jo. Comenzó a revisar las personas con las que mantenía contacto en kakaotalk y se detuvo a ver la foto que Min Gi tenía en su perfil. Era una de él junto con la chica con la que lo vio la otra vez, y lloró nuevamente con algo de coraje. Le molestaba lo que Min Gi hizo, era lógico.

Pero, luego de un rato, sus lágrimas fueron de completa tristeza. Solo que esta vez no era precisamente por su, ahora, exnovio. Sino porque él deseaba estar con Young Jo de esa manera, pero la sola idea de saber que el chico lo ve simplemente como un amigo... Eso es lo que lo hacía sentir mal.

Sin pensar las cosas de manera adecuada, entró rápidamente a la conversación que mantenía con Young Jo y escribió un mensaje para después enviárselo.

Agradezco que te preocupes por mí, pero no creo que sea buena idea mudarme contigo. No quiero ser una molestia para ti.

Woongie, deja de decir eso, tú nunca serás una molestia para mí.

Fue la respuesta del otro, pero Hwan Woong no supo que decir al respecto. Así que simplemente salió de la aplicación y bloqueó nuevamente su celular antes de dejarlo a un lado.

—De todas las personas en las que pude fijarme, ¿por qué tuve que hacerlo precisamente de ti? —Se quejó y cerró los ojos momentáneamente mientras soltaba un largo suspiro—. Por más que se te haga difícil, debes olvidar tus sentimientos por Young Jo. Él nunca va a fijarse de esa manera en ti, por eso es que sales con otros chicos Hwan Woong —se recordó. Aunque; al decir eso, tuvo la sensación como si su corazón se rompiera. 

***
Como cuando los protagonistas se gustan mutuamente, pero ellos piensan que no;((

Más que amigos [RavnWoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora