Niña Perdida. PARTE 2

5. ¿Quien era el alcande?

Ambos empezaron a caminar con cautela. Peter le ofreció su mano pero ella se negó.

Y como si fuera neblina, la oscuridad se fue disminuyendo y una luz brillante de hizo presente. Al poco tiempo el verdadero pueblo de Storybrooke se hizo presente.

Pero había un problema, nadie parecía reconocer a los dos jóvenes que estaban en la mitad de la calle.
Caminando por la vereda se encontraba Archie paseando a su perro.

- ¡¡Archie!! - gritó Emily corriendo hacia el hombre, Peter la siguio.

- Buenos días niños ¿Puedo ayudarlos en algo? - el hombre preguntó acomodandose los anteojos.

La sonrisa de Emily se desmoronó.

- ¿De que hablas Archie? Me conoces, soy Emily. ¿Es una especia de broma? -

- ¿Que broma? No. No es ninguna broma. Jamás te eh visto - sentenció el hombre - ¿Desean que los ayude? -

- Yo... yo... - la joven no lograba articular las palabras.

- No. Gracias señor - terminó Peter entrando en la extraña conversación.

Archie inclinó la cabeza en modo de saludo y siguió su camino.

- ¡¡Mis padres!! - farbulló. Corrió en dirección a su casa esperando que sus padres la comprendieran.

Cuando llegaron a la casa la joven golpeó la puerta tres veces con sus nudillos.
Una mujer rubia y sonriente salió a atender.

- ¿¡Mamá!? -

Emma la miro confundida.

- ¿Mamá? No tengo una hija - contestó ella mirando a los chicos - sólo un niño -

Quedaron un momento en silencio y Emily sentía el impulso de llorar. Emma los invito a pasar.
- ¡Killian ven! ¡Tenemos visitas! -

Un hombre de pelo y bigote negro bajo la escaleras hacia su esposa.

- Hola niños - saludó sonriendo.

- ¿En serio no me recuerdan? - la chica sonaba decepcionada y sentía una presión en el pecho - Soy su hija - 

- No. Lo siento. Pero no tenemos una hija -

Emily no pudo más y largó el llanto. Emma y Killian se arrodillaron junto a ella e intentaron tranquilizarla, le dieron un vaso de agua que ella apenas bebió.

- Lo lamento cariño. Quisiéramos ayudarte - dijo Killian.

Peter se alegraba de que aquellos dos no lo reconocieran, pero estaba preocupado por Emily y eso era lo unico que le importaba.

Emily dejó de llorar y se disculpó con sus "padres".

Salió de la casa pero no perdió la fe. Salió en busca de sus abuelos.
Caminó al edificio y tocó la puerta verde de madera.

David abrió y los miro.

- Hola ¿Podemos pasar? -

David les dejó el paso y en la cocina se encontraba Mary quien se acercó a los invitados.

Emily les contó que era su nieta y ellos quedaron plasmados.

- Tenemos una hija, pero ella y Killian no tienen hijos - dijo David lanzandole una mirada a su esposa.

Luego de varias explicaciones, que resultaron inútiles, Emily decidió irse. No ganaban nada con seguir intentándolo.

Salieron del departamento y se sentaron en el suelo apoyando la espalda contra un edificio.

- No lo entiendo. Nadie parece reconocerme, me miran como si fuera una desconocida - le contó a Peter mirándolo a los ojos después de mucho tiempo.

- Lo solucionaremos. Todo esto es acto de alguien y lo atraparemos - sentenció el joven - No importa como - 

- Sólo parecen no reconocerme a mi y a ti. No lo entiendo. Espera - a Emily se le ocurrió una idea - sólo hay una forma de saber quien fue. Conozco este hechizo y el culpable siempre es el alcalde -

- Buena idea. El que este de alcalde es culpable de esto -

Se levantaron del suelo y Emily sentía que al fin esto terminaría y volvería con su familia después de seis meses de estar muerta. Aunque estar muerta no fue tan malo. Se sentía libre. Pero ahora quería salvar a su familia de esto.

La puerta a la oficina del alcalde no parecía tener nombre. Entraron sin tocar y vieron que la silla del otro lado del cuarto estaba mirando para la ventana.

Y cuando se volteó el más sorprendido fue Peter.

- ¿¡Que!? ¿¡Tu eres el causante de esto!? - Peter caminó hacia la mesa donde el individuo parecía completamente tranquilo.

- ¿Sorprendido Peter? Es muy facil hechizar este pueblo - se puso de pie y camino hacia el chico - Cuando te fuiste al inframundo supe que mi oportunidad estaba al alcance de mi mano. Por fin saldría de las sombras y sería un rey, todos me respetarian -

- ¿¡Como pudiste!? - chillo el joven - ¡Sabía que tu no eras alguien de buen corazón, pero no te creí capaz de esto! -

- Ay Peter. ¿Que pasó contigo? ¿Que le paso al chico que era el rey del engaño? ¿El que no dejaba que nadie lo pasará por encima? Tu mismo quisiste ser el líder del pueblo, alejando a la familia de héroes -

- Ese chico ya no esta. Me di cuenta de que el odio y venganza no son lo que yo buscaba en realidad -

Emily no sabía quien era el individuo con quien Peter discutía, tampoco sentía la necesidad de entrometerse, no sabría que decir, así que sólo se limitó a escuchar la rivalidad.

- Me sorprendiste niño, creí que estabas por buen camino - miró a Emily con asco - Ella te cambió y no me gusta nada -

- Ella no tiene nada que ver - la defendió - Ella sólo me mostró el camino hacia la luz -

- Que tonto, la luz no te dará lo que quieras, sólo lo que mereces, en cambio la oscuridad te da todo y más -

- No querría interrumpir su rivalidad, pero. ¿Quien eres tu? - preguntó Emily acercándose al individuo.

- ¿No le has dicho sobre mi? - su rostro se sormpendio - Que descortes -

- No es importante. Sólo alguien a quien querría golpear en la cara -

- ¿Y porque no lo has hecho? - preguntó sarcástico.

Peter cerró los puños pero Emily lo frenó.

El sujeto río y con su magia los dejo lejos de la alcaldía.

- ¡MALDICION! -

- No lo entiendo. ¿Quien era el alcande? -

- Mi padre -