Prólogo

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(...)

- Luisita, ¿a dónde irías si ya no tuvieras nada que te mantenga en la ciudad? Cuando sientes que ese lugar ya no es "tu lugar"

- ¿Por qué sentiría que no es "mi lugar"?

- Bueno, es que uno está en un lugar porque se siente a gusto – Me dijo haciendo mímicas con sus manos – Así que se va llenando de la sensación de recuerdos, ya sean de personas o cosas que amas y te quedas unida a la ciudad porque es ahí donde te ha pasado todo eso

- ¿Por eso a la gente le duele mucho cuando tiene que alejarse de su ciudad, porque los recuerdos son tan fuertes que no quieres dejarlos?

- Claro. Yo creo que a veces la vida te pone en situaciones donde sientes que el lugar en el que estás ya no es "tu lugar" porque se llena de recuerdos que quieres olvidar y es ahí donde te quieres ir

- Amelia yo no sé si algún día quisiera alejarme de mi ciudad – Le confesé (...)




Aquella conversación que tuve una vez con Amelia, fue muy ajena a mis ideas y no pude entenderla en su momento. Pero hoy, puedo comprender cada palabra que quiso decir.

Madrid se llenó de la sensación de recuerdos que quiero olvidar.





- Amelia yo no sé si algún día quisiera alejarme de mi ciudad – Le confesé – Porque por primera vez en mi vida siento que he encontrado todo lo que quiero – Me acerqué a besarla – Pero si tuviera que irme, sería contigo

- A donde vayas, iré yo también.






Ojala hubieses estado aquí para ver como se inagura el edificio más grande de Madrid, estarías orgullosa de lo que tu empresa ha creado.

Las nubes opacas que se ven por la ventana del avión, hacen que el cielo tome un color más gris de lo usual y el asiento de mi lado está vacío.

Siempre tuviste razón Amelia, este ya no es "mi lugar".

No lo es, si tú no estás a mi lado.

Y ahora que sé porque siempre ibas a las montañas, decidí volverlo mi lugar favorito.



𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐓𝐈 - 𝐈𝐈 (𝖫𝗎𝗂𝗆𝖾𝗅𝗂𝖺)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora