Sin recuerdos {Yoonmin} 《TERMINADA》

《Capítulo 7》

Sabía exactamente cómo le gustaba que lo besaran. Desde la noche de boda, Jimin no había podido resistirse a sus besos. Y cuando levantó la cabeza, ya no estaba temblando.

-Túmbate sobre el capó del coche -le ordenó con voz ronca.

-Pero...

-No discutas conmigo -lo interrumpió él, besándolo de nuevo.

Ninguna protesta salió de sus labios cuando Yoongi lo tumbó sobre el capó del Mercedes y empezó a bajar su pantalón. Hasta más abajo de las rodillas.

El corazón de Jimin latía aceleradamente. Tenía la cara ardiendo.

- Bebé-murmuró Yoongi, al ver lo que llevaba debajo de la camisa.

Un corsé rojo de encaje, un liguero y un diminuto retazo de tela roja cubriendo su sexo.

Era un regalo del novio. Aunque a el le gustaba la ropa interior sexy, no solía comprarla de color rojo.

Yoongi le quitó la parte inferior de un tirón, dejándolo totalmente expuesto. Cuando abrió sus piernas y se inclinó hacia delante, Jimin se mordió el labio inferior y cerró los ojos.

Se puso tenso esperando la boca de su hombre en la nuca, pero fueron sus manos lo que sintió, tocándolo, explorándolo, excitándolo.

-Tan húmedo -murmuró él.

Se ponía húmedo enseguida, era verdad. Él excitaba su deseo, incluso cuando pensaba que no tenía ganas de hacer el amor.

Yoongi seguía usando los dedos, mirándolo a los ojos, hasta que casi le gritó que parase. Quería sus labios, su lengua...

Cuando por fin hizo lo que el menor deseaba, Jimin movió la cabeza de lado a lado, cerrando los ojos para disfrutar de la exquisita sensación.

Pero, de repente, Yoongi se apartó.

- ¡No puedes parar ahora! -le gritó.

Él rió, metiendo las manos bajo su trasero para tomarlo en brazos.

-Sí puedo.

-Cerdo...

Los ojos avellana brillaban, su sonrisa diabólicamente sexy.

-Calla... Eres un señor de su casa ahora ¿recuerdas?

-No me siento como un señor en este momento.

-Dime lo que sientes -dijo él, mientras lo llevaba hacia la casa-. Dime lo que quieres que te haga, bebé.

Jimin se puso colorado.

-No...

-Puedes decirlo, bebé. Nadie más que yo puede oírte. Y yo quiero que lo digas. Dime lo que piensas ahora mismo... vamos, dilo.

Y el se lo dijo.

-No te preocupes -murmuró Yoongi, subiendo la escalera que llevaba a su dormitorio-. Encantado de hacerte todo eso... y más.

Yoongi miraba a su dormido esposo, sin saber si debía despertarlo. Era domingo y no tenían nada planeado para aquel día porque imaginaban que estarían cansados después de la boda de Namjoon.

Pero eran casi las doce y llevaba durmiendo más de ocho horas.

Yoongi deseaba su compañía.

Y lo deseaba a el también. Al nuevo Jimin, el que apareció por primera vez la noche anterior.

Su carne se puso tensa al recordar al hombre que había despertado en aquel episodio del garaje. Y después, Jimin se había vuelto muy agresivo cuando llegaron al dormitorio, quitándole la ropa casi violentamente, poniéndose encima, haciendo y pidiéndole... todo tipo de cosas.