a c c i d e n t e

246 44 32
                                    


Capítulo 1; Canción: Loosing interest

—Iremos a buscarlos a las ocho... Jerry y yo necesitábamos un respiro de los críos, y llevarlos a un campamento de verano ha sido la mejor opción.—Comentó Diana bebiendo un poco de Coca-cola.—Aún sigo sin saber por que vosotros dos estáis solteros y sin pareja.

Anne y Gilbert se miraron entre sí y pusieron cara de asco. Miraron de nuevo a la pareja y rieron,—Ni de coña.

Jerry suspiró,—Aún me acuerdo cuando os planeamos vuestra primera cita, fue horrorosa, me imagino.

Gilbert río asintiendo mientras bebía un poco de su vaso,—Ajá... Aún sigo sin saber cómo podéis habido adoptar a cuatro críos, ¿Cuantos años llevan con vosotros? ¿Uno, dos?

Diana se apoyó en la mesa,—Un año y medio. En principio iba a ser uno, pero no podíamos adoptar sólo uno si ese uno tenía hermanos, si lo queríamos a él teníamos que adoptar a sus hermanos también. Queríamos a Eddie, pero sin duda no me arrepiento de haber acogido a Adrien, Edith y Valiere.

—Demasiado chungo para mí, no creo poder aguantar el peso de cuatro niñatos corriendo por casa.—Comentó Gilbert,—Si, todo muy bonito y que es el regalo De Dios y el milagro, pero siendo sinceros, un crío te quita tiempo, dinero y sexo. ¿Y cuatro? Ni lo quiero saber.

Diana la miró tranquila,—Nah, con la pasta que me dejó Jo y mis padres no creo que sea posible eso... A ver, a veces tenemos problemas y eso... No sé. Los niños dan mucha felicidad, o eso es... lo que creíamos...

—¿A que te refieres con lo de "eso creíamos"?—Preguntó la pelirroja curiosa de la pareja,—¿Por que estaban en el orfanato? Bueno, el motivo y eso...

Jerry suspiró,—Digamos que su madre se prostituyó en un club, los dejaba solos, y eran Adrien y Edith los que tenían que cuidar de Eddie y Valiere. Creo que lo llevaron bien hasta el punto de que ella empezó a drogarse y eso... Es una putada.

Anne suspiró recordando su infancia,—Si,.. es.. una putada.

Diana iba a hablar cuando Josie apareció con Billy por la puerta con una sonrisa, detrás de ellos se encontraban Jane y Tillie, y saliendo del coche, Moody, Charlie y Ruby.

—Heey.—Saludó la primera sonriente,—Joder, que mala aura tenéis, parece que venís de un funeral.

Anne negó con la cabeza,—Nah, no te preocupes, solo hablábamos...

Billy cogió una manzana de la mesa,—¿Eh? ¿Y los críos? No me jodas que los habéis...

Jerry negó efusivamente,—No, no, están en un campamento. Bueno, menos Valiere que está en la guardería y la iremos a recoger dentro de un rato.

Billy se enfadó,—Joder, pues que sepas que tu hijo mayor me debe diez pavos por ganarle al Call of Duty... Que listillo, se va de campa para no pagarme... Pequeño cabroncete.

Todos se carcajean de las palabras de rubio, siendo Ruby la primera en hablar,—Vaya, y yo pensando que ibais a llevar fatal lo de tener niños...

Diana negó un poco melancólica,—No... Hay que sobrellevarlo con paciencia, no somos unos padres perfectos pero lo estamos intentando...

Jane se sentó,—Y ahora que me doy cuenta...¿Le habéis puesto vosotros los nombres? Es que todos son franceses y Jerry es francés.

—No, la madre... Viene de Francia. Aquí con vosotros hablan en Español, pero cuando estamos en casa y eso son más franceses...—Dijo Jerry.

—Oh.—Exclamaron Gilbert y Anne al unísono.

Tillie, que solo quería fiesta levantó una botella de vino que tenía escondida,—Pues venga, a beber.

—Tillie, tenemos que ir a recoger a Valiere.—Dijo Diana confusa mirando la botella.

—Joder, para un día que salimos del pueblo para venir a veros y ni alcohol. Aguafiestas, putos críos.—Dijo refunfuñando maldiciones mientras se iba a la cocina a servirse en un vaso.

- -

Dentro de lo que cabe había sido un día normal, todo menos con Tillie borracha soltando gilipolleces, y con Billy cabreado por que quería sus diez dólares.

Anne caminó hacia la puerta de la entrada, ya eran las ocho, y Jerry y Diana, junto con Valiere, tenían que ir a buscar a sus hermanos.

—Bueno, pues nos vemos para la semana.—Dijo Diana dandole un abrazo a todos.—Os quiero.

Anne le correspondió el abrazo,—Id con cuidado, y yo también te quiero, alma gemela.

—Adiós, putón.—Dijeron Jerry y Gilbert a la vez mientras se daban otro abrazo, causando la risa de las chicas.

La pareja cerró la puerta, Gilbert se fue a la moto y le hizo un gesto a la pelirroja para que se montase,—No tienes coche, ¿Quieres venir?

Ella soltó una risa amarga mientras caminaba en dirección a su casa,—¡Ja! En tus sueños, Blythe.

El se encogió de hombros y arrancó la moto haciendo que el pelo de Anne se dirigiera en distintas direcciones. Con sus pies mallados, anduvo hasta el portal de su casa, ya allí subió al tercer piso y introdujo la llave en el cerrojo.

Abrió y fui directa a la cocina para prepararse unas tortitas con chocolate caliente.

Después de media hora haciendo su trabajo se fue al sofá y buscó alguna película de Harry Potter, pero cuando esta procedía a seleccionar una, el tono de su teléfono en la mesa resonó, dejando ver desde ahí un número desconocido.

Cogió el móvil por si se trataba de algo importante y una voz sonó en la otra línea.

Buenas noches. ¿Al habla con Anne Shirley-Cuthbert?—Preguntó una voz masculina.

—Hola... Sí. ¿Con quien hablo?—Preguntó ahora ella.

Un carraspeo sonó en la otra línea,—Somos del Oficial Hospital Toronto.

La piel de Anne se erizó pensando lo peor,—¿Que ha pasado? Por favor.

¿Es usted pariente o persona cercana a Diana y Jerry Baynard?

Maldita buena suerte.  (Anne♡Gilbert)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora