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[Kim Taehyung, 17 años — Jeon Jungkook, 16 años]

(2013)


— ¿Qué sucedió esta vez?

Sentados en la oficina del director Taeyang, ambos muchachos chasquearon la lengua con molestia, desviando la mirada a lados contrarios mientras se dejaban caer en el respaldar.

— Se agarraron a golpes en medio del entrenamiento. — el profesor Choi, encargado del área de deportes, toma la palabra mirando a los jovencitos con desaprobación. — Me descuidé por un segundo y cuando volví a prestar atención, sus compañeros estaban tratando de separarlos.

Decir "separarlos" quedaba corto. Los espectadores estaban luchando para evitar que alguno pusiera fin a la vida del otro. Con Taehyung y Jungkook nada era una exageración. Sin embargo, por más esfuerzo que pusieran, los cuerpos de ambos muchachos continuaban pegados entre sí, lanzándose golpes de ida y vuelta sin una pizca de gentileza. En medio de la desesperación pusieron al tanto a su profesor y éste logró separarlos luego de apuntarles con la regadera, lo cual, a ojos de todos, fue la mejor idea que se le pudo ocurrir.

"No somos animales." Había dicho el menor.

¿Pero por qué se comportaban como cachorritos ansiosos correteándose entre sí?

El jefe de la institución vuelve a repasarlos con la mirada, ambos abrazan sus codos temblando de frío y mantienen el ceño fruncido. ¿Cómo es que dos adolescentes habían llegado a esa situación? Siendo sincero, no era la primera vez que tenía chicos revoltosos sentados en su oficina por alguna u otra discusión, pero tratándose de ese par —el que había tenido que soportar ese último año—, creía haber llegado a su límite de paciencia.

— Jungkook. — llamó. Unos ojitos grandes y redondos le miraron extrañados. — ¿Puedes explicarme qué hacías en las canchas? Tu curso está tomando clase de computación del otro lado de la escuela.

El menor se encoge en su asiento, agachando la cabeza cuando sintió sus mejillas calentar. ¿Cómo debería responder a eso? Él ni si quiera tenía un motivo que validara su presencia en ese entrenamiento.

"Solo quiero caminar", había pensado, pero por alguna extraña razón sus pies lo guiaron directo hacia el idiota de al lado.

— ¿Lo ve? ¡Es su culpa! — Taehyung se coloca de pie en ese instante, elevando la voz mientras apunta con un dedo al más pequeño. — ¡Irrumpió en mi entrenamiento, me golpeó de la nada y, para finalizar, se salta clases solo para venir a molestarme! ¿¡Por qué tengo que estar sentado aquí!? — se quejó.

— Kim... — el director trata de frenarlo, sabiendo que sus acusaciones podrían provocar un nuevo pleito.

— ¡Es una escuela pública y yo puedo caminar por donde me dé la gana! — Jungkook se levanta con rapidez, estampando la palma en el escritorio. — ¡Y tú me tiraste el balón en la cara, no eres menos responsable!

— Chicos... — el entrenador cree que lo mejor es interferir antes de que las cosas tomen un rumbo inadecuado, pero el mayor de los muchachos lo interrumpe antes de que pueda formular una oración.

— ¡Que tu asquerosa cara se haya cruzado por el campo, no es problema mío! — se defiende. — ¡Tengo suficiente con verte en la maldita cafetería a la hora del almuerzo, no vengas hacia mí y causes problemas de repente!

— ¡Como si verte y golpearte fuera mi pasatiempo favorito! — el más bajo avanza un paso hacia él, enrojeciendo de la furia.

— ¡El hecho de que te saltes clases solo para venir a joderme la mañana, me hace creer que disfrutas esto!

Amor u odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora