𝐕𝐞𝐧𝐮𝐬 .•●•. 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨 𝐡𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬

Veintiocho;

𝕹𝖆𝖗𝖗𝖆 𝖁𝖊𝖓𝖚𝖘

𝕱𝖑𝖆𝖘𝖍𝖇𝖆𝖈𝖐

20.9.2000

Estaba en el patio trasero de la academia, este lugar no era muy habitado. Pero de vez en cuando usábamos este lugar para jugar. Como en este momento que estoy jugando a las escondidas con Ben, Allison y Klaus.

Me tocaba buscar, lo cual era bueno hasta que ellos descubrieron que usaba mi poder para encontrarlos. Ahora me tocaba buscar y no era nada fácil. Escuche el sonido de unas ramas del árbol que estaba a unos pasos de aquí. Me acerque en silencio y poco a poco escuchaba a Klaus maldecir y las ramas crujir mientras el chico trataba de acomodarse, no me noto pues estaba muy ocupado tratando de no caerse.

-¡Un, dos, tres, Klaus!- grite y este se cayo por haberlo sorprendido. No pude evitar soltar una risita y corrí hasta la puerta que daba a la cocina y la toque suavemente para que papá no nos regañara por hacer ruido-

Volví a caminar hasta Klaus y le ayudé a levantarse. Este se sacudió con el ceño fruncido y al terminar se cruzó de brazos. Sonreí por lo tierno que se veía, luego de un minuto me acerqué y lo rodeé con mis brazos tratando de formar un abrazo.

-¿Estas bien, rulos?- le pregunte, escuche como inhalo aire y se separo de mi-

-¡Es que no es justo! ¡seguro hiciste trampa otra vez! ¿Cómo rayos pudiste encontrarme?-Comenzó a quejarse mientras hacia un manoteo extraño con sus manos-

-Wow, primero, Klaus, que poca fe me tienes- rodé los ojos pensando en que si hiciera trampa o no igual me culparían- y segundo, ¿Cómo no encontrarte? ¡Estabas haciendo demasiado ruido! Así que no es mi culpa que no sepas donde esconderte ni que no sepas perder-

-¡Excusas!- meneo la cabeza apuntándome con su dedo- Ahora, me veo obligado a decirte donde están los demás-dijo con un tono de voz exageradamente fuerte-

-¡Ni se te ocurra Klaus!/¡Klaus!- chillaron mis otros dos hermanos saliendo de sus escondites-

Sonreí maliciosa y comencé a correr a la puerta, Alli venia detrás indispuesta a perder después de el estúpido error de haber salido de donde estaba oculta. Pero de repente todo paso en cámara lenta, al estar cerca de la puerta tropecé torpemente con una piedra y comencé a caer. Pensé que mi cara se estrellaría contra la puerta pero se abrió y lo ultimo que vi antes de estampar mi cara contra el suelo fueron unos zapatos finos echarse a un lado.

-¡Numero tres, cuatro, seis y ocho! ¿Qué es este alboroto?- la voz de papa retumbó en mis oídos aun estando un poco aturdida. Voltee y me senté, sentí un ardor en mi rodilla y note que era un raspón que debí habérmelo hecho al caer-

-Solo jugábamos, padre- el tono de voz de Allison era temeroso-

Papa me miro y por un segundo creí ver preocupación en sus ojos, pero luego su mirada paso a ser dura igual que siempre- ¿Qué haces aun en el suelo, numero ocho? levántate- me ordeno y yo rápidamente le obedecí.

Note que mis hermanos habían formado una fila y camine cojeando por el dolor (llámenme dramática, idk) y me pare a un lado de Klaus. Papa comenzó a dar un sermón, mire a Klaus. Sabia que tenia miedo a que lo castigasen, y que lo encerraran en aquel lugar donde no dejaba de ver fantasmas.

No habían muchos momentos en donde me compadeciera de los demás, pero ver a Klaus llegar a mi habitación y escucharlo llorar y hablar de como los espíritus no dejaban de atormentarlo me rompía el corazón. Al final del día todos en esta casa éramos almas atormentadas, cada uno con sus propios demonios. No le preste mucha atención a papa, solo que nuestras horas de entrenamiento se alargaran a ver si así nos hacemos mas responsables y menos descuidados.

-Ahora, todos vayan a sus habitaciones. Numero ocho, tu ve a curarte primero- nos ordeno y todos entramos a casa rápidamente. Camine hasta la enfermería de la casa, no quiero molestar a mama, debe de estar en la cocina haciendo el almuerzo. Así que agarre las cosas necesarias para limpiar la herida y comencé a limpiarla parando cada dos segundos por que ardía mucho.

De repente Cinco apareció en la habitación con el ceño fruncido como siempre, al verme suavizo la mirada y se acerco. Tomo el paño de mi mano y comenzó a pasarla por el raspón suavemente, pasaron los minutos y el ya había terminado con el raspón, pero no había dicho nada.

-¿No me vas a regañar?¿O a advertir? Incluso a ¿culpar?- le pregunte extrañada de que no dijera absolutamente nada-

El chico de ojos verdes se limitó a suspirar y negar. Se sentó a un lado mío en la camilla y me miro.

-Ya estás lo suficientemente grande como para saber lo que haces y afrontar las consecuencias. Además, creo que ya te has regañado lo suficiente tu misma y no necesitas que yo lo haga- me dio una de sus sonrisas de medio lado que casi no se ven. Sonrei y nos quedamos mirando el uno al otro-

Se sintió como si pasase una eternidad, luego de ese momento dirigí mi mirada a otra parte y el ambiente se tornó incómodo. El aclaró su garganta y también volteó a ver a otro lado, más específico sus zapatos.

-Al venir esperaba encontrarme con Número cuatro, me sorprendió no verlo a tu lado pegado como garrapata- reí al escucharlo decir lo ultimo. El era igual antes. Cinco se levantó y se paró delante de mi-

-En realidad me siento mejor sabiendo que está en su habitación- le dije y el instantáneamente puso una sonrisa arrogante en su cara-

-¿Que sucede? ¿Ya no lo soportas? - preguntó burlón -

Rodé mis ojos y reprimí una sonrisa, ya se había tardado en sacar su lado arrogante y sarcástico. Me levante y camine hasta la salida, abrí la puerta y cuando iba a salir me volteé.

-Adios, Cinco. Y gracias también - le sonreí y cerré la puerta detrás de mi cuando salí-

Al fin actualicé, lamento haberles hecho esperar pero fue una semana ajetreada y con muchas cosas que hacer. Espero me perdonen ☹️

Que tengan una linda semana <3
Y ahora me voy a dormir porque mañana tengo que enseñarle al sol como brillar, love ya 💖