𝙿𝚊𝚛𝚝𝚎 9

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Martes en la mañana, Martha iba con sus padres directo al almacén, el sol estaba en un ángulo de 45°, a las siluetas de las personas eran como las sombras que ella recordaba ver en la película de Peter Pan. Ahora que llegaban cerca de donde estaba el almacén, Helen llegó hacia donde estaba ella y su familia.

- Que bueno que los encuentro – sonrió Helen mientras retiraba su cabello de su rostro – Daysi, Dante es un gusto volver a verlos

- Opino lo mismo – sonrió Dante – Mira lo grande que estas, aún recuerdo cuando llevabas tu cabello color amarillo chillón a la universidad

- Como olvidarlo – aseguró Helen – Aunque prefiero el color rosa, ¿Cómo estás, Daysi?

- Muy bien, aunque es mejor ahora que te veo – respondió besándome su mejilla – Mira que hermosas estás, toda una señorita

Helen sonrió mientras dejaba que los mayores le dejaban abrazar, ahora que estaban en la puerta del almacén, pudieron ver a un grupo de jóvenes, mismas que parecían hablar y señalar hacía un punto algo apartado, donde los locales comenzaban abrir.

- ¿Qué está sucediendo? – cuestionó Martha, sin saber que o quien alteraba a varias de sus alumnas

- Ni idea, las he visto desde lejos, parece como si hubiera una celebridad aquí – comentó Helen – O en el mayo de los casos, un príncipe salido de un cuento

Daysi se percató de quien estaba en la vista de las jóvenes hormonales, y no las culpaba pues el joven frente a ellas era más que perfecto a la vista de todos, incluso ella opinaba que el joven había salido de algún cuento de hadas, donde muchas deseaban estar.

- Bueno, no es una celebridad, pero es perfecto a la vista de cualquier persona – comentó Dante, hacía donde estaba mirando su esposa

- ¿A qué te refieres papá? – cuestionó Martha con suma curiosidad

Daysi no dijo nada más, solo señalo más allá de donde estaban las jóvenes, ahí todos pudieron ver a Thomas, quien se acercaba a paso lento con un libro de posiblemente pasta dura en sus manos, el sol que le daba de espalda; provocaba que tuviera un aura angelical y perfecta; como s se tratara de un ángel caído del mismo cielo, la ropa que llevaba era informal y su cabello estaba revuelto.

- Parece un ángel – susurro Helen encantada – Ahora que lo pienso, ¡Solo necesita unas alas y ya esta!

- Que buen novio tienes – comentó tranquilo Dante a lo que le voltearon a ver - ¡Oh vamos! Si se ve que es buen muchacho y muy bien educado

𝖳𝗁𝗈𝗆𝖺𝗌 𝖬𝗈𝗋𝗍𝖾𝗆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora