Contra todos los peores temores y pronósticos formados en la creativa mente de YeoSang, las cosas resultaron mucho más agradables de lo que había esperado cuando llegaron a la casa de YunHo. Con total naturalidad, su amigo les abrió la puerta y los hizo pasar con una amplia sonrisa, pero sin llegar a incomodar.
Al parecer, WooYoung se había preocupado de avisarle a todos los presentes sobre su inesperado emparejamiento y hasta advertido de no sobre reaccionar al respecto, o eso le pareció, ya que tan pronto llegaron a la colorida sala de estar, adornada a más no poder de globos y guirnaldas; la atmosfera se sintió tranquila. O al menos, las miradas no se posaron en ellos como rayos láser listos para revelar todos sus secretos, lo que permitió que fuera más cómodo llegar y YeoSang no terminara escondiéndose detrás de un florero.
- ¡Yeo!
El entusiasmado llamado junto con unos rápidos pasitos, lo alertaron a tiempo para tomar en brazos a un alegre MinJae que venía a recibirlo.
- Feliz cumpleaños MinJae- lo saludó llenando su cara de besos ante la atenta mirada de JongHo.
Curioso. Anoche, cuando supo de la existencia de MinJae, JongHo se había sentido celoso, pero ahora que lo veía en brazos de YeoSang le generaba una sensación totalmente distinta. Era como si viera una proyección de un posible futuro; uno donde YeoSang tendría a su cachorro en brazos, la cálida imagen generándole sentimientos encontrados.
Por un lado lo anhelaba, pero a la vez dudaba si fuera a ser factible, su futuro en común viéndose aún neblinoso ante sus ojos después de la discusión de la mañana. Del acuerdo que habían llegado.
Aunque no se daría por vencido y daría lo mejor de sí, JongHo sabía que la última palabra la seguía teniendo YeoSang, de él dependiendo todo...
En eso sintió la mirada de YeoSang en él, su cuerpo reaccionando instintivamente, JongHo enfocándose en esos ojos marrones que poco a poco se volvían su perdición.
- MinJae él es JongHo- los presentó- JongHo, él es MinJae
- Hola MinJae- saludó JongHo sonriéndole- Feliz cumpleaños
MinJae lo examinó con cautela. Con sus bracitos aferrados firmemente al cuello de YeoSang, observó al alfa y aunque JongHo le sonrió lo más amistoso que pudo, al final el cachorro lo ignoró volteando la cabeza.
- ¡Mío! - soltó al final abrazando más a YeoSang.
WooYoung que llegaba en ese momento a saludarlos, rio de buena gana al escuchar la respuesta de MinJae.
- Parece que te salió competencia JongHo. MinJae será un cachorro, pero sigue siendo un alfa muy posesivo- bromeó mientras acariciaba la cabecita del niño y veía a su amigo- Parece que te llegó mi encargo- comentó viendo su ropa- Tu y yo tenemos mucho de qué hablar. Bueno en realidad, todos están esperando por hablar contigo. JongHo te lo robaré por un par de minutos, mejor digamos horas- corrigió con una resplandeciente sonrisa- El resto de los chicos están en el patio esperando por ti
Dicho esto, WooYoung tomó por el brazo a YeoSang y sin darle opción más que darse una última mirada con JongHo, lo llevó a la susodicha mesa donde sería interrogado. JongHo por su parte se encaminó hacia afuera, cruzando el ventanal para terminar con el grupo de alfas y beta, que al verlo lo recibieron con real entusiasmo.
Suspirando y sonriendo a medias al ver que JongHo era bien recibido, YeoSang pasó a mirar a sus amigos. Además de WooYoung que ya tomaba asiento, estaba también SeongHwa.
Si era sincero, SeongHwa se había incorporado a su círculo cercano de forma reciente. En un inicio, solo sabía de él porque había sido muy comentado cuando hace unos años atrás había rechazado múltiples propuestas durante la Ceremonia de Luna Nueva y después al año siguiente, supo por el discurso de su madre que se había emparejado. Al ser un año mayor y reservado, nunca había tenido la oportunidad de hablar con él durante el periodo de colegio, pero gracias a WooYoung, eso cambió.
ESTÁS LEYENDO
El Aroma De Una Orquídea [JongSang]
FanfictionSer reclamado por un alfa no estaba en las expectativas de Kang YeoSang. Siendo un omega cambiaformas, YeoSang tenía bien claro que tener un compañero no estaba en sus prioridades, como tampoco seguir las normas impuestas por la manada y su madre. P...