Segunda Parte

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No lo marcó. No lo mordió cuando debía. Nada.

JongHo estaba sin habla, impactado por su propio actuar.

¿Qué había sucedido? ¿Pánico de último momento? ¿Despiste?

JongHo no estaba seguro. Sentía la gota de sudor correr por su sien, el ambiente sintiéndose aún caliente y él todavía dentro de YeoSang. Sus ojos cayeron en el sonriente omega que parecía ignorar su pequeño desliz, de otra forma estaba seguro que no mostraría esa expresión, una tan pacifica que parecía estar levitando entre imaginarias nubes, sus rasgos y labios viéndose relajados.

Tan tentadores.

Solo hace unos minutos que habían terminado, pero JongHo ya tenía gana de más. Su deseo impactando en el interior contra su raciocinio, uno que todavía no comprendía porque se había detenido en el último minuto y no había reclamado a su compañero, cierta desazón llenándolo.

Dualidad.

Negando con la cabeza, pasó a retirarse del interior de YeoSang, este último soltando un suave gemido ante el vacío.

JongHo quiso maldecir. Sus hormonas se elevaron una vez más. Al igual que cohetes lanzados hacia el espacio, bulleron con estruendo desde el fondo de su ser ante el sexy e ingenuo sonido, más aún al ver los labios entreabiertos de YeoSang, tan suaves y rojos, listos para ser besados una vez más.

Tratando de calmarse, pasó a recorrer con la yema de los dedos la delicada mejilla hasta inclinarse y depositar un suave y casto beso en los labios contrarios. Y luego otro.

Para cuando se dio cuenta se encontraba colmando el cuello de YeoSang con pequeños y cortos besos hasta que finalmente el omega pareció con el suficiente ánimo de reaccionar.

- JongHo...-murmuró con la voz algo rasposa e ida.

- ¿Mm?

- Quiero dormir- lo cortó de lleno, demasiado agotado en ese punto para querer defender por un segundo más su orgullo.

Estaba deshecho, aunque en el buen sentido.

Se sentía ligero, como si flotara en una pomposa y mullida nube, donde deseaba reposar su cabeza y no bajarse nunca más de ahí, queriendo dormir eternamente. Demasiado cómodo. Los besos de JongHo por otra parte proponían todo lo contrario. Proponían acción, sacarlo de ese momento de tranquilidad para caer de nuevo en las llamas del deseo...

- Creí que los omegas recibían entrenamiento para ser resistentes- fue la vivaz respuesta de JongHo, divertido ante su negativa. Igual que un insidioso cachorrito que desea jugar y captar la atención de su amo con su humor. Lengüetazos y mordidas incluidas.

YeoSang frunció sus labios, aún más cuando JongHo mordió traviesamente su hombro.

- Si, pero mi entrenamiento terminó hace dos años atrás- se quejó, negándose abrir los ojos y ceder.- Hasta ahora mi mayor movimiento ha sido cuidar de un alfa...

JongHo se detuvo, sus ojos chispeando ante esa última información.

- ¿Un alfa?- preguntó, su voz sin sonar tan alegre esta vez, el humor borrándose de sus facciones.

- Si, es el hijo de unos amigos- comentó en un bostezo YeoSang, ignorante de lo que había despertado- Hace poco cumplió dos años de edad. Mañana le harán una fiesta de cumpleaños...

- Ya veo- fue su contenido susurro, bajando hasta depositar un casto beso en el blanco pecho- En ese caso, tendremos que trabajar de nuevo en ella...

El Aroma De Una Orquídea [JongSang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora