El contenido de la tarjeta la había dejado fría, literalmente estática en el piso. No quería sonar pretenciosa pero ese mensaje no le pareció un agradecimiento común y corriente o ¿tal vez no quería que lo fuera?
—Edric ¿Es el jefe casado? —preguntó su amiga, haciéndola regresar al presente y recordándole la realidad. No podía ser.
—Ajam. —Se dirigió a la puerta con piernas temblorosas—. Adiós, te quiero.
—Cuidado. —La advertencia era "No hagas una estupidez Tiana"
En la oficina por más que se empeñó en adelantar tanto trabajo como pudo, no logró alejarlo de la mente. Se estaba montando una película de dimensiones apoteósicas dirigida por nada más y nada menos que Steven Spielberg ya que la maldita nota no decía nada relevante, ningún "Te estaré esperando en tu habitación la próxima semana" o "Me muero por follarte sobre mi bonito escritorio" pero ella repetía las palabras escritas con su bonita caligrafía como si se las susurrara agachado entre sus piernas. Era ridículo.
Necesitaba distracción con urgencia, así que tomó su celular y le marcó a Carolina para quedar en algún momento del día, tal vez ir juntas a comer y visitar a Ezra. Compartir con más personas seria la cura ya que sumergirse en el trabajo no lo había sido.
—Hola amor —Contestó Carolina al otro lado del teléfono.
—Dime que tienes tiempo para mí.
—No creo que en la hora de almuerzo pero si para comer ¿Te parece si me recoges a eso de las seis?
—Sí, sería perfecto. Necesito tiempo de calidad con ustedes chicos. Podemos llevarle algo de comida a Ezra.
—Nos vemos ahora entonces. —colgó.
Se concentró en la pantalla, buscando la inspiración que necesitaba para las modificaciones del proyecto Morris, era simple. Una casa de descanso cerca a la playa, algo sencillo pero acogedor según las especificaciones que había dado el propietario. Llevaba mucho tiempo hablando con la diseñadora de interiores acerca del concepto, se habían reunido para la construcción del plano realista que presentarían. Esos habían sido la mayoría de proyectos que había manejado sola, casas familiares, casas de descanso. Lo más comercial que tenía en su portafolio era el bar "The saint" en el que había invertido bastante tiempo y pasión. No era un proyecto sumamente grande como el casino pero sabía que ese fue el que la catapultó a posibles clientes más grandes, ya que era un lugar exclusivo al que muchas personas de dinero asistían.
—¿Se puede? —Preguntó un cauteloso Manuel desde la puerta.
—Claro que sí. Siempre eres bienvenido.
—Pues desde que te vi a primera hora no has dejado de arrugar el entrecejo. Tu mala cara no indica que nadie es bienvenido. —Había estado intentando concentrarse en el proyecto pero cada tanto volvía la imagen de Edric para atormentarla. No le permitía enfocarse en lo que debía. Además si el tipejo lo que quería era que fuera a vivir por una semana en su casino debía dejarla en paz en su cabeza o no podría hacerlo. Esa fue la amenaza que profirió contra el Edric imaginario.
—Lo siento. Estoy corriendo con varios proyectos para dejarlos listos esta semana. Además de adelantar lo que sea que necesiten para la próxima semana los arquitectos Davis y Moore. —dijo mientras tecleaba en su computadora.
— ¿Cuál es la razón?
—El señor Bell me pidió que me hospedara por una semana en su casino —tragó fuerte como si aquello fuera algo difícil de digerir.
—Me parece una excelente idea ¿Alexandra irá contigo?
—No me pidió que le avisara a nadie más. —Manuel la observó con duda por un momento ¿Por qué razón iría solo la arquitecta y no la diseñadora de interiores si lo que quería era que comprendieran la esencia del lugar?

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VIOLENTA ATRACCIÓN +21
RomanceAmor es darle a alguien la capacidad de destruirte confiando en que no lo haga.