La puerta corrediza se abrió mientras ella tragaba saliva como si fueran piedras. No estaba preparada para esta guerra. Debía portarse profesionalmente; él también, pero si no lo hacía ella debía ser profesional por los dos.
— ¿Qué haces aquí? —preguntó Edric arrugando el entrecejo, su tono no era duro era más bien tierno. No parecía agradarle la visita inesperada.
Tiana se giró hacia la puerta y tuvo que bajar la mirada varios centímetros para visualizar a la pequeña con el cabello rizado que apuntaba hacia todos los lados. Su era gesto molesto y hacía un tierno puchero. Tenía puesta un pijama de ositos con tonos rosas y crema, y estaba descalza como si caminara por su casa. Dirigió sus grandes ojos a ella sin contestar lo que Edric le preguntaba.
Cuando estuvo frente a Tiana estiró una bandita elástica para el cabello en su dirección.
—Alaia ¿Dónde está Esther?
—En el baño. — Respondió. La pequeña se acercó hasta las piernas de Tiana y las escaló con dificultad hasta que la morena la tomó con las manos y la acomodó en un reflejo. Estaba a horcajadas sobre ella y realmente no sabía cómo reaccionar, el por qué le había permitido hacer aquello era un misterio para ella. Miró a Edric que las miraba a las dos—. Por favor —le dijo tendiendo la liga de nuevo hacia ella.
—Ven aquí y yo te ayudo con tu cabello princesa.
—No, ella. Tú no sabes. —Las palabras salían enredadas de su boca pero se hacía entender. Estiró la manito para acariciar el cabello de Tiana hasta la larga coleta—. Ella sí.
Tiana le sonrió y tomó el elástico de su manita. Alaia alargó las manos y las puso sobre su mejilla.
—Eres bonita. Muchísimo.
—Creo que tú eres mucho más bonita, si te dicen princesa y todo —le respondió.
— ¿Quieres ser mía? —La pregunta la tomó por sorpresa y mirando de nuevo a su nuevo jefe se dio cuenta de que él no dejaba de mirarlas con el ceño arrugado—. Papi, ¿puede ser mía? —Esa palabra la trajo de vuelta. Debía recordar muchas cosas: Ese hombre tenía una sortija de matrimonio en su dedo, tenía una hija preciosa y además era su jefe.
Tiana le terminó de arreglar el cabello en una coleta alta como la suya, si hubiera tenido un cepillo seguramente muchos rizos no se saldrían de lugar pero la chiquilla estaba muy feliz con que la peinara.
—Ahora somos gemelas —le dijo Tiana.
—Somos princesas. —sonrió y le dio un baboso besito en la mejilla— princesas de papá.
Edric se levantó incomodo de su silla por fin, había visto estupefacto la escena que se estaba desarrollando frente a él pero la pequeña se veía muy tranquila con ella. No era fácil que otras personas se acercaran y mucho menos que ella tomara la iniciativa, al parecer que Tiana fuera tan bonita también la había impactado, sin embargo todo lo que le pedía no hacía más que incomodarlo y su última frase fue demasiado. La tomó de las piernas de Tiana mientras hacía un puchero.
— ¿Pero qué pasa contigo loquilla? ¿Acaso no pensabas saludarme? —la besó en la frente.
— ¿Soy bonita? —preguntó pasando su pequeña mano por su peinado recién hecho.
—Eres la cosita más hermosa que haya visto jamás —le respondió él— Perdón. —Se dirigió a Tiana quien no podía creer lo que pasaba frente a sus ojos. Era algo que derretiría el corazón de cualquiera. Sintió envidia de aquella chiquilla por la atención que recibía ya que ella nunca la recibió de su padre, era bonito ver que existían hombres que amaban a sus hijas. Era bonito y doloroso. Alaia se acercó al oído de su padre y le susurró algo que lo hizo reír mientras negaba—. La señorita trabajará conmigo —respondió— y ya sabes que tienes prohibido entrar aquí.
![](https://img.wattpad.com/cover/199659934-288-k259611.jpg)
ESTÁS LEYENDO
VIOLENTA ATRACCIÓN +21
RomanceAmor es darle a alguien la capacidad de destruirte confiando en que no lo haga.