70 años después...
Día 25 de abril, año 2020, hora 9:45 p.m.
Era una época fría de otoño en la ciudad de Solaris, temporada en que las hojas cambian su color natural de verde por un tono ocres, hasta que se secan desprendiéndose de los árboles siendo arrastradas por el viento que es soplado con mayor intensidad.
Y en esta noche, el viento se intensificó más.
Veía por la ventana del carro a la gente tratando de cubrirse o buscar refugio para evitar ser empujados por una de estas ráfagas. Mal momento si quisieras cometer un intento de un robo y no haber pronosticado bien el clima. Y ahora, con una jugada desesperada se esta a punto de realizar un intento de homicidio.
Las sirenas policiales y la ambulancia comenzaron a ser escuchadas mientras más nos íbamos acercando a nuestro destino. El camino fue obstruido por la cantidad de gente que a pesar de las circunstancias en la que pasaban aún se tomaban la molestia de ver y dar comentarios por el caso reciente.
Sin perder mas el tiempo, me dispongo a bajar del auto. El viento sopla fuerte golpeando mi rostro con intensidad agitando mi cabello, sin embargo, no es algo que le deba dar importancia y continuo avanzando. Rodeo a la gente dirigiéndome por una zona que pueda darme libre acceso. Un oficial quien daba guardia para que los civiles no sigan avanzando, nota mi presencia dándome un ademán para que lo siguiera.
Entre toda la multitud, logro alcanzar al policía quien me guía a la entrada del edificio, un enorme ventanal estaba manchado de sangre. Algunos paramédicos salen sosteniendo a civiles mal heridos en camillas, sus heridas son causadas mas que todo por disparos que recibieron, afortunadamente no dieron en las zonas en las que podrían ser letales.
Cuando entramos el oficial y yo, el ambiente estaba hecho un desastre, los papeles y billetes estaban esparcidos por todos lados, restos de vidrios quebrados que al caminar sobre ellos se podía escuchar el crujido en sí, las paredes estaban agujereadas por los disparos que hubo y las luces brotaban chispas eléctricas a causa del corto circuito al haber sido destruidas. El olor a sangre inunda mis fosas nasales al igual que cartuchos recién usados.
Avanzamos hacia las compuertas del elevador, pero antes de que pudiese avanzar, fui detenida por el agarre de alguien quien sostenía mi brazo desesperadamente. Al voltear, veo que se trataba de una Lémur femenina con una cola anillada y exageradamente grande para alguien normal.
Con una mirada suplicante me hablo entre lagrimas.
- Por favor, se lo suplico, salve a mi amiga - su voz se le escuchaba quebrada y su agarre cada vez se hacia más fuerte.
Mi expresión neutral no cambia en lo absoluto y no le doy respuesta alguna.
- Señorita, no puede estar aquí, es peligroso - interfiere un policía sosteniéndola de los brazos.
- ¡Se los suplico. Sálvenla por favor! - la chica daba gritos llenas de pánico y angustia mientras se resistía del oficial.
No le tomo importancia y retomo mi camino al elevador.
- Yo me quedo aquí, tengo que vigilar la entrada. El comandante lo espera arriba, señorita Rose - comenta el oficial quien me guiaba. Yo solamente asiento viendo como las compuertas se cierran comenzando a elevarse.
Llegue al ultimo piso del edificio, al abrirse las compuertas, estaban aquí toda la patrulla de la agencia Zone Cop, guardias armados con sus trajes de protección. Algunos estaban en pie haciendo guardia otros estaban tirados en el piso heridos siendo atendidos por los paramédicos. Yo pasé con normalidad entre ellos buscando al comandante Zonic the hedgehog.
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Shadamy - Amar, No Es Un Error
عشوائي- " Papá, por que siempre sales a trabajar? Por que no me llevas contigo? Podría servirte de ayuda!" . . . - "Confíen en mi, ella es atenta, divertida, amable, cariñosa y hermosa, incluso sabe cocinar bien. No hay nada en ella que pueda verse pe...