Capítulo 2

129 17 14
                                    

Han pasado tres meses desde el incidente en el banco. Ya no se requería de mi ayuda por lo que me mantuvieron en cuarentena en los laboratorios del Dr. Aliz. Siempre con la misma rutina, él revisa mi estado verificando que siempre este en orden, a veces me ofrece sus libros de estudio Psiquiátricos como entretenimiento, sin embargo, hoy día tuve una visita no tan inesperada.

-!Amy¡ !Adivina que¡ - entra Sally emocionada de mi habitación restringido - hable con el Dr. Aliz y me dio permiso de poder sacarte de aquí !ven ,vamos¡ -.

- Lo siento Sally - digo sin despegar la vista del libro, este es el onceavo del día - no estoy interesada en salir -.

- Siempre dices eso cada vez que intento invitarte a salir - suelta un puchero mientras se acerca a mi tomando de mi pierna - pero, al igual que siempre, te sacare de aquí aun sea por la fuerza -.

Hice caso omiso a sus regaños y segundos después ya me encontraba siendo arrastrada por ella haciéndome caer mi libro que tan solo me faltaba dos paginas por terminar.

Y sin mas....me deje llevar por ella...

☆☆☆

Ahora me encuentro con Sally en la colina de un parque para que, según ella, admirar el paisaje y pasarla bien. Yo en cambio no poseo ese gozo, por lo que solo me limito a observar sin emoción alguna.

Eso lo nota Sally y parece que no esta del todo contenta por lo que hago. De modo que me toma del brazo haciéndonos sentar apoyadas de un roble quien nos cubría del sol gracias por sus ojas, o al menos de las que quedan ya que la época del otoño aún no acaba. Estuve apunto de levantarme nuevamente de no ser por el agarre de una ardilla morena que me lo impide.

- Que haces Sally? - le hablo neutral - suéltame.

- No, tu que haces? - se queja ella haciendo un puchero - se supone que estamos en nuestra hora de descanso. Es imposible que puedas estar activa a cada segundo del día.

- Poseo una energía ilimitada - le explico sin importancia - yo nunca descanso y aunque me pudiesen hacer daño, igual seguiría en pie.

- Pero sólo por hoy acompáñame, si? - sus ojos se cristalizan - por favor -.

Me quedé callada viéndola fijamente con intenciones de hacerla vacilar y que me dejara. No fue el resultado que esperaba.

- Además posees un ingenio ágil al escuchar lo que te rodea - sonríe con picardía - podrías predecir algo si escuchas atentamente. Ven!

Ella da unas palmadas al césped indicando que me siente junto a ella. Lo analizo un momento y veo que puede que tenga razón, me quita la desventaja de poder ver pero así podría perfeccionar mis sentidos auditivos, de modo que me siento nuevamente junto a ella mientras cierro mis ojos concentrándome.

- Y bien? - me susurra al oído - cómo te sientes?

- Nada -.

- Genial! Eso era justo lo que - para en seco al escuchar bien lo que dije - espera, que dijiste?

- Nada -.

- Ya sé que dijiste eso - reclama de una manera infantil - pero eso que significa? -.

- Sólo me concentro -.

- En que? -.

- El hecho de que no pueda ver, no significa que deje de observar. Me concentro en todo lo que me rodea con mis otros sentidos activos - le explico con calma - puedo escuchar el aleteo de las aves que acaban de emprender su vuelo de aquella rama, el olor a cigarro que fue prendido recientemente por un encendedor a manos de seguramente un señor de 40 o 50 años de edad y sin necesidad de verte puede sentir tu mirada de asombro hacia mí.

Shadamy - Amar, No Es Un ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora