Mi cabello estaba corto, mucho más corto de lo que pensé que quedaría. Al verme frente al espejo me sentía completamente desconocida con reflejos color bronce y rosa en las puntas. Scarlett se había logrado salir con la suya, pero no podía quejarme, lucían de maravilla y en pocos días me acostumbraría a mi nuevo look.
Wade y Milo estaban igual maravillados con nuestro cambio. Incluso Wade estaba al borde de romper esa fina línea que mantenía nuestro código de amistad en regla.
-Basta Wade –dijo Scarlett como por tercera vez –deja de babear por Holly.
Wade y yo intercambiamos miradas y le lancé una papa frita.
-De haber sabido que esta era la forma más fácil para hacer que te enamoraras de mí, lo habría hecho hace mucho –bromeé.
-Pues deberías buscar la forma de enamorarte de mí, ya que muchas chicas piensan que eres mi novia.
-Eso es cierto –afirmó Milo.
Resoplé y le di un golpecito a Milo con el brazo.
-Bueno, pero eso no te ha impedido tener centenar de citas.
-Hasta que de alguna forma te las ingenias para mandarlas al caño –respondió cruzando los brazos – ¿Te gustaría que te llamara en el medio de alguna cita o que apareciera en medio de... tú sabes?
-No te molestes, ya lo he hecho yo –respondió inmediatamente Milo, mientras le daba un enorme mordisco a su hamburguesa.
Scarlett dejó caer la papa frita que estaba a punto de morder y me miró con una gran señal de interrogante sobre su cabeza.
- ¿Qué acaba de decir? –preguntó ella.
Esta vez le propiné un fuerte golpe con el codo a Milo que lo hizo escupir su hamburguesa.
-No tiene importancia –dije, mientras Milo intentaba no vomitar el resto de comida –es una tontería.
- ¿Milo? –Preguntó Scarlett con una sonrisa –habla ahora mismo si no quieres que mi hermoso pie golpee tu debilucha pierna.
Milo nos observó a ambas sin saber a cuál de las dos hacer caso. Arrugó el envoltorio de su hamburguesa junto con los restos que había escupido y se levantó rápidamente.
-La encontré con Sebastian en mi habitación.
- ¡Milo! –chillé.
Él arrojó los restos al basurero y corrió hacia los baños.
-Patético –se burló Wade.
- ¿Cómo que los encontró en su habitación? ¿Cuándo ocurrió? –preguntó Scarlett con una sonrisa lasciva.
-Basta. –dije apartando mi comida. Había perdido el apetito -Fue hace mucho, ni siquiera lo recordaba.
Wade arqueó una ceja sin creer una tan sola palabra de eso.
-Claro. Ambos fingiremos que te hemos creído; –dijo, cogiendo mis papas –pero dejando de lado tu anécdota erótica, no puedes aparecerte en un momento así.
- ¡Fue una tan sola vez! y en mi defensa de verdad necesitaba que me prestaras ese cd.
-Podrías arruinarle su cita de ahora –dijo de pronto Scarlett.
Le sonreí con hipocresía y ella me sacó la lengua mostrando su bocado de comida masticada.
- ¿Una cita? –preguntó Wade, asombrado.
-Se pone mejor. Pregúntale con quien.
En ese momento Milo se sentó a mi lado y nos observó a todos a la espera de que continuáramos charlando.
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Una vez más
FanfictionPara Holly Adler las segundas oportunidades no existen y perdonar le resulta muy difícil. A pesar de ello, buscará superar sus miedos, seguir adelante y entonces quizás volver a enamorarse. Sus problemas comienzan cuando el chico que le rompió el co...