Llegamos al final de mi funeral, lo siento, boda...Eso significaba que estariamos solos.
Todos, se despidiron de nosotros, ya era la hora de ir a mi nueva casa.
Esto, era tan extraño...tan nuevo para mi... extrañare mi hogar... mis cosas...
NO, Ellos te vendieron, no deberías extrañar nada de ese horrible lugar
Reprocho mi consiencia, tenia razón, ¿porque extrañarlos?
Elijah, me abrió la puerta del automóvil, me extendió su mano, no la acepte y baje, al poner apenas un pie fuera de la lujosa limusina, él, me cargó en sus brazos, por mi parte no tuve más opción; patalear, insultarlo, golpearlo con todas mis fuerzas e intentar huir.
—¡Bajeme! ¡maldita sea! ¡SEÑOR AINSWORTH, BAJEME! ¡bajeme en este instante! maldito cerdo ¡QUE ME BAJE LE HE DICHO!—Chille, tome mi tacón izquierdo a como pude y lo golpee en la cabeza, este carcajeo burlon luego de quejarse, mi otro tacón cayó al suelo, él lo recogió para continuar su camino.
Cualquier mujer normal hubiera amado a su esposo, pero este, era un matrimonio por contrato, por lo tanto, era completamente falso e ilegal, yo, no firme aquellos papeles, si no, mis padres, yo lo odiaba con toda mi alma.
Al entrar a esa inmensa casa, o mansión, subio a paso lento, al llegar a supongo que esta seria, nuestra habitación, temblé, gritando esta ves mas fuerte, comence a golpear sus brazos y su pecho para que asi, cambiase de opinion, pero no, este entro aun mas ansioso, sin conocerlo, ya lo detestaba.
Al escuchar un ruido proveniente de abajo comencé a gritar y patalear hasta que me arrojó a la cama poniéndose encima mio, aun sin dejar de gritar, comence a removerme insistentemente, quizas si habia alguien en esta casa, podria ayudarme.
—Ya cielo, ¿porque gritas?—Ronroneo este, acariciando mi cintura, en un momento de instinto, lo patee en la entrepierna.
<<Este tipo esta jodidamente bueno, pero no lo amo, ni lo amare jamas.>>
<<Dios ¿porque me haces esto? ¿que fue lo que hice? ¿porque me pones a prueba?>>
—Joder, nena eso dolio, no es para tanto, en algún momento tendremos que hacerlo ¿no crees?
—Se que tal vez eres virgen, y le temas a dejar que te toque, pero, yo soy tu esposo, me perteneces, tengo derecho a hacerte MÍA cuando me plazca, en donde quiera y cuando quiera ¿queda claro?—Su aliento golpeaba mi cuello, de una forma tortuosa, mi respiración era entrecortada, mis nervios estaban a flor de piel, su deseo era repugnante.
—Ni muerta.—Desafie casi escupiendo las palabras.
—Fleur, no lo hagas mas difícil.
—Creí que los objetos no tendrian nombre.—Murmuré viendole directo a los ojos.
—¿Quien te ha dicho que serias un objeto? eres MI esposa, no un objeto.
Inhale y exhale, esta situación me incomodaba y no me apetecia continuar la charla.
—Haber niño bonito, no te hagas el romantico que me repugnan los hipocritas como tu, sueltame de una puta vez y dejame tranquila.
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Casada con un extraño✔©
Roman pour AdolescentsElijah Ainsworth, cegado por la codicia y el deseo, compra a Fleur Steín, pero olvída algo muy importante... no es posíble forjar un camíno, para llegar al corazón de alguíen. Si quíeres conocer a una persona, no le preguntes lo que píensa, sí no lo...