Casada con un extraño✔©

CAPITULO CUATRO|| EDITADO

¡JODER! ¡TENGO LA CASA, PARA MI SOLA!

OBVIAMENTE, NO ME QUEDARE AQUI, MIRANDOME LAS UÑAS Y LIMPIANDO.

Tome mi cuaderno, y revise mi lista completa de contactos, mientras recordaba algunas cosas.

Esto, seria una locura, pero, debo arriesgarme.

Todos ellos (mas de 300 personas) compartieron la invitación y vendrán con amigos, familiares jóvenes, etc.

A COMPRAR ALCOHOL, BOTANAS Y MAS ALCOHOL!!

Entre en un super mercado, tome un carrito y comencee a llenarlo con cerveza y todo tipo de alcohol fuerte que encontre a la vista (varias botellas de cada uno)por ultimo, botanas, espuma de colores, etc. Lo normal en una fiesta.

si la casa ahora "me pertenecía" ¿que mas da? no soy una adolescente alocada que suela hacer este tipo de cosas, pero tengo que aprovechar, y mientras tanto, se cansara de mi.

—Vermouth

—Aguardiente

—Jäggermeister

—Brandy

—Vodka

—Absenta

—Whisky

—Ron

No tengo ni la mas minima idea, de todo lo que compre, pero todo, se lo descuentan a él, no a mi.

Eran las 7:30 y los invitados comenzaban a llegar, así que la fiesta y la diversión también, me deje el cabello suelto y ondulado y me coloque mi mejor vestido de fiesta, negro bastante ajustado a mis curvas naturales y escotado, lo cual le daba más volumen a mi cuerpo, a partir de apenas las 8:00 pm la casa estaba que se desbordaba de gente, y como yo era la "Anfitriona" esta vez, me subí a la barra de tragos pateando todo lo que había a mi alcance, me puse a bailar mientras la música resonaba dentro de la casa y más chicas se me unían, mientras que muchos chicos conocidos, y desconocidos, gritaban cosas, saltaban y bailaban debajo de la barra.

Hasta que, ¡PUM! me jalaron de un tobillo y caí en los brazos de alguien, esto se va a poner bueno y feo a la vez, algo me dice que estoy en GRAVES PROBLEMAS.

—¿Se puede saber que haces bailando allá arriba? —pregunto seriamente gritando en mi oreja—!¿Y que le hiciste a la casa?¡ —Bien, estaba en problemas.

—¿Que? no me digas que no te gusta —Sonreí coquetamente, obteniendo una mirada asesina.

—¡Estas en serios problemas! ¿como puede ser? me voy por menos de 3 horas y haces una fiesta que destruye mi casa, bailas delante de otros hombres y dejas que te griten cosas, tomas alcohol, te embriagas delante de desconocidos, pones musica a todo volumen, voy a matarte Fleur.

—Soy tu esposa, tengo derecho a todo cielo ¡NO TE AMARGUES QUE ERES JOVEN! ¡QUE SIGA LA FIESTA! —Grite bailandole, aun estaba serio, baile sensualmente contra su cuerpo, pude notar que llevaba una sonrisa, beso mi cuello arrogantemente y me pego a su cuerpo.

—¿Que carajos tomaste? obtendras un castigo, si sigues frotando, tu trasero de esa forma contra mi.—susurro y acaricio mi cadera subiendo a mi cintura para volver a recorrer su camino.

—Creo que, cuatro de vodka, medio de whisky y cerveza ¿Quieres? —Nego— ¿Vermouth o brandy?—grité por la música, negó otra vez.

—Bien, iré a buscar uno para mi.

—Estas loca si crees que dejaré que sigas bebiendo.

—Estas loco si crees que te haré caso, yo bebo lo que quiero.—Mi estomago dio un vuelco, me quede quieta moviendo mis manos.

—¿Qué te sucede? —pregunto.

—Nada.—levante mi cabello, me di aire a mi misma.

—No mientas ¿que te pasa? —Pregunto preocupado, me llevo jalandome fuera de la casa.

—Mi garganta arde, es todo.

—¿Cuantas copas te bebiste, o mejor dicho cuantas botellas? —mire el suelo.

—Pues... no lo se... según yo, cuatro de vodka, medio vaso pequeño de whisky y menos de la mitad de cerveza, luego uno pequeño de brandy... y...¿Perdi la cuenta?

—Ven. —Me jalo dentro de la casa.

Subio a nuestra habitación aun tomando mi mano, y ¡SANTOS CIELOS! Necesitare un psiquiatra, y un medico que sepa revivir muertos, estoy muerta.

—¡La fiesta se acabo! ¡TODO EL MUNDO FUERA DE MI CASA!

Melody, Clover y...el chico del que no se ni como se llama, salieron de la habitación corriendo.

—¡Que asco! teniendo ¡SEXO EN NUESTRA HABITACIÓN!—Tomo aire y prosiguio.— ¡NUESTRO SOFA Y PEOR AÚN EN NUESTRA CAMA, NOSOTROS, DEBERIAMOS ESTAR ALLI Y NO ELLOS!—Le mire, sobando mi cuello— ¡Esto es el colmo niña!