Un 17 de septiembre, mi vida cambió.
Un 17 de septiembre, perdí una de las personas más apreciadas de mi vida.
Un 17 de septiembre, me seguiría de por vida.
Un 17 de septiembre...
Escucho golpes tras la puerta y voces mencionando mi nombre, voces que no reconozco. Trato de moverme pero no lo logro, un terrible dolor que va desde la parte baja de mi vientre hasta la garganta me deja inmóvil, los golpes son cada ves más fuertes y apresurados ¿Qué pasa? no puedo distinguir el día ni la hora. Se escucha un gran golpe, creo que es la puerta de mi habitación que ha sido tumbada, pero no puedo moverme, mis ojos pesan demasiado para abrirlos.
-¿Señorita?- Escucho la voz de un hombre, siento muchas manos sobre mi que me mueven, y sacuden, unos dedos abren mis ojos y la luz de un foquillo encandila mi vista -¿Logras escucharme Sarah?- Reconozco la voz de papá.
Intento hablar pero no lo logro, siento un agotamiento terrible, que no me permite siquiera mencionar una palabra.
-Nena, aquí estamos contigo- Dice mamá, pero la escucho muy lejos.
++++
Despierto al sentir un leve pinchazo en mi brazo, abro lentamente los ojos y logro distinguir a una joven con uniforme de enfermera, miro a todas partes poco a poco y estoy en una habitación totalmente blanca. -Buenos días Señorita.
-Buenos días- Me siento aliviada de poder volver a hablar.
-Espero te sientas mejor hoy.
-¿Qué es eso?- Pregunto.
-Es un suero que te esta ayudando a sentirte mucho mejor.
-Da buen resultado le contesto- Mi voz suena ronca y baja, mi garganta está seca. -Agua.
-Claro, ya te traeré agua y algo para que comas.
...
Es la una de la tarde, Sebastián está junto a mi comiendo una gran dona, me ha dicho que llevo dos días internada en el hospital , ya que mi cuerpo estaba demasiado débil, dice que estuve dieciocho días encerrada en mi habitación y que mis padres se cansaron de insistir entonces decidieron llamar a emergencias.
Pasaré internada por al menos cinco días, después tendré que estar en control con un psicólogo una vez a la semana. He visto a mamá, a papá, a Sebas, a mamá Andrea y a papá Ema, me han dicho que me amán y me siento con gran culpabilidad ya que no solo yo he perdido a tina, no solo yo he sufrido y ya no quiero causarles más daño.
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