8. 🅷🅾🆂🅴🅾🅺 (History)

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Jung Hoseok



Hijo de los dueños de la mejor cadena de venta de autos de Corea del Sur, nací en el mejor momento de mis padres, justo cuando sus ventas se disparaban y creaban muchas más sucursales en todo el país. Me dejaban la mayor parte del día solo en casa, bueno solo yo con las sirvientas que me cuidaban como a un tesoro.

A los 15 años mi primer celo se hizo presente, era un sábado en donde toda la servidumbre se alistaba para la gran fiesta que harían para la inauguración de una nueva sede de ventas, el basto conocimiento sobre sexo y el delicioso olor que en ese momento que desprendía mi sirvienta, la menor de todas, me hizo rápidamente ir hasta ella y llevarla a la fuerza a mi cuarto.

Sabía muy bien sobre las marcas y lazos que podría crear si es que no me controlaba con mis instintos, al momento de que la omega me empezó a decir "tómame", yo solo cerré los ojos y traté de calmar a mi lobo el cual obedeció a la perfección, terminé de calmar mis necesidades y la dejé en mi cama, no la anude ni la marqué, mi padre me decía que los omegas son una carga para nosotros.

Mi madre logró hacer un trató con mi padre, todo fue por conveniencia de los dos, el dinero de mi padre y la ambición de mi madre encajaban perfectamente, además mi abuelo, el padre de mi madre, ya tenía muchas sucursales que poco a poco caían en dinero pero no en marca, esta seguía siendo de mayor peso que otras.

Un matrimonio totalmente por conveniencia, gracias a la madre Luna, el bebé salió varón, mis padres aún no perdían los nervios ya que si mi posición en la jerarquía era omega todo se iba al tacho, pero por las cualidades que poseía ya sospechaban sobre el alfa que había en mi.

Después de mi presentación mis padres lograron su cometido, ahora cuando ellos decidieran que ya no quisieran seguir manejando las ventas me las dejarían a mi, mientras tanto yo podría divertirme ya que mis padres me querían lo más lejos de ellos para no interrumpir cualquier fiesta, reunión, situaciones incómodas con mi presencia.

Todos los omegas y las omegas que habían pasado por mis manos eran cosa de una o dos noches, nadie salía con lazos hechos ni nada de esas cosas, todo era por mi conveniencia y por mi no había ningún problema con que todos se enteraran de con quien estaba.

Ahora mis padres me habían dado un departamento por mi cumpleaños número 18 y cada vez perdía más contactos con ellos, no me importaba ya que yo podía tener a un lindo omega o linda omega rogándome acostarme con ella o él. Si uno se ponía difícil mi voz de alfa salía a relucir, de tanto usarla me comenzó a gustar vociferarla a como me de la gana y tener a todos sumisos ante mi, ante un alfa de alto rango.

La escuela había comenzado de nuevo y ya casi estaba por terminar la bendita tortura a la que me habían sometido mis padres, ellos sabían que no era necesario por la simple razón de que ya tenía en mi cabeza todo lo que enseñaban y enseñarían, las clases habían sido algo para distraerme en la ausencia de ellos pero tanto me daban a aprender los profesores que mi progenitores les exigieron estudios avanzados.

La excusa de mis padres era "tienes que refresecar lo que aprendiste" y yo con un poco de ingenio acepté, escuela nueva significaba: omegas a quien probar en mis tiempos libres. Se que suena mundano pero eso era lo que hacia y no me arrepentía de nada, pronto heredaría todo el trabajo y dinero de mis padres lo cual no me daría tiempo para poder darle atención a un omega. No perdería mi tiempo con una pareja.

Chicos nuevos entraban por las puertas de la escuela y algunos ya los conocía a profundidad, hace dos semanas que no tenía un buen polvo y ya era hora, el día pasaba normal y sin chicos nuevos lo que significaba tener que volver a buscar un omega o una omega por las clases inferiores. Un chico llamó un poco mi atención, el olor a vainilla que entro en mis fosas nasales, aroma que encendió mis instintos más profundos, relamí mis labios cuando pasó al frente mio para poder entrar en su aula y ahí decidí en que él estaría entre mis sábanas tarde o temprano.

Yo pensaba hacerlo al día siguiente, hablarle y llevarlo a un lugar más lejos de la multitud, pero la situación se dio ya que un grupo de niñatos quiso sobrepasarse con el niño de olor a vainilla que apareció en mi mente en toda la clase, dije algunas palabras y se fueron, su aroma me cegó totalmente y gruñí pero al parecer el pequeño no se dio cuenta.

Su olor era exquisito y totalmente para mi, ahora yo era el héroe que lo había salvado de los "salvajes", un punto más para mi, pero lo que no sabía era que yo era mucho peor, más salvaje y apegado a mis instintos.

Me acerqué un poco y él recién abrió los ojos, y yo comencé a hablar despacio, con calma para no transmitirle miedo pero al parecer no funcionó ya que se quiso ir así que no tuve otra opción que usar mi voz de alfa, me acerqué hasta su cuello y olfateé lo más que pude, acariciaba su piel con la punta de mi nariz y su olor se volvió más dulce, se estaba excitando lo que me dio el visto bueno de que lo había conseguido.

Me alejé y le dije que lo quería ver en la hora de salida, caminé hasta mi salón pero sabía que no podría concentrarme después de inhalar ese rico aroma.

Mío, ese omega es nuestro y lo quiero ahora.

No haría lo que me diga así que hoy jugaría un poco con él pero lograría dejarlo con las ganas para que después me ruegue mucho más, mis manos estaban desesperadas por tocarlo y sentirlo en ese momento pero las horas y rejas imaginarias que formaban los profesores no me dejarían buscarlo, llevármelo y comenzar con mi plan.

No pude evitarlo, las imágenes obscenas, en donde el chico con olor a vainilla era el protagonista, venían a mi mente y lograban hacerme suspirar, el deseo por tenerlo bajo mio crecía y crecía.

Sus lindos labios se verían mucho mejor con mi polla en ellos, succionándola y lamiendo. Sus lindas manos también ayudarían mucho en ese acto y todo su cuerpo me ayudaría con el estrés de no tener sexo en dos semanas.

Cuando el último timbre sonó me dirigí lentamente hasta la salida, cuando me di cuenta de que lo comenzaba a buscar con la mirada me obligué a dejar de hacerlo y mostrar indiferencia que claramente no sentía, pero apareció abrazado del mocoso de Jungkook, me acerqué a zancadas y quité sus manos de mi nuevo omega.

Lo llevé conmigo, mañana los rumores volverían a surgir, año nuevo y un omega delicioso para poder bautizar mi nuevo departamento.















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"Un poquito de historia para poder introducirlxs un poco más en lo que será el drama." Palabras de la autora u u

Voz de Alfa ᴴᴼᴾᴱᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora