One shots -Great pretender

◇enfermo◇

Era un lindo día, el sol parecía estar de buen humor ya que no quemaba, y el cielo estaba con unas lindas nubes.

Un perfecto día para todos, excepto por un lindo rubio que había amanecido con resfriado.

Ahora mismo el mayor estaba medio sentado en la cama, tenía papeles llenos de mocos esparcidos por la cama. Se sentía cansado, sin ganas de hacer nada.

-Aquí está tu medicina, ¿quieres tomarla?

El contrario solo negó con mal humor

-Pues que lastima

Makoto se acercó a una mesita que estaba al lado de la cama, dejó el desayuno en esta y se sentó a la par de el rubio.
El azabache tomó una cucharada de la medicina y se la acerco al ojiazul a la boca.

-Abre la boca.

-No quiero tomar eso.

-Pero tienes que hacerlo, anda abre la boca

-No quiero, sabe asqueroso.

Edamame suspiro cansado; iba a rendirse hasta que se le ocurrió una idea.

Con la mano que le sobraba, el azabache sujetó una mejilla del rubio y luego lo besó. Pasado un tiempo verdaderamente corto, el menor se separó y rápidamente le metió en la boca la cuchara con la medicina.
Obviamente el contrario no tuvo más remedio que tragarse todo.

-Sabía que no te ibas a resistir.- El menor rió.

-Jugaste sucio, me gusta.

Makoto iba a hacer esa jugada de nuevo, pero alguien lo detuvo sujetandolo del brazo.

-Te contagiare

-¿Y? Después me puedes cuidar, y puedes hacerlo como quieras~
Seguido de esto, el menor se sentó en su regazo y lo besó.

-Siento que tus besos son mi medicina.

-¿Entonces, porque no tomas más de tu medicina?

Makoto le daba de la medicina, cuando de vez y cuando le daba algún que otro besito o caricia. Todo marchaba bien hasta que el rubio se descuido.

-Y esta es la última, abre la boca.-
Laurent dejó que su pareja le diera la medicina a la boca para luego tragarselo todo con mala cara.
Pero luego sonrió cuando vió al azabache acercarse una vez más a él, con las intenciones de besarlo.

Pero en medio del beso, el rubio estornudo.

Edamame inmediatamente se separó de él cabreado y muy asqueado.

-La próxima vez avisa, no seas idiota.-
Se levantó al baño a lavarse la cara, porque si, tenía unos cuantos moquitos en la cara.

Desde el baño el azabache escuchó al mayor decir: -¡Perdon! ¡No fue mi intención! ¡Debi alejarme! ¡Perdoname mi querido Edamame!!
Pero también escuchó su risa ronca.

[Al día siguiente]

Como era de esperarse, el que ahora se apodaba Edamame se había contagiado. Ahora el rubio tenía la responsabilidad de cuidarlo y sin embargo lo hacía bien y sin quejas.

Pero el muy estúpido de Laurent, tuvo la maravillosa idea de que el sexo oral fuera parte de la medicina. Lo cual ayudó pero no lo sanó del todo.

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Perdón por los errores ortográficos=]

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Gracias por ver^^