Eran casi las cinco de la tarde, cuando Mew aparcó el lujoso coche de Saetang frente a la empresa de su anterior jefe.Este sintió un escalofrío que le recogió todo el cuerpo pero rápidamente se bajó y le abrió la puerta a James.
-Bien, muchacho... Mantén los ojos muy abiertos, Kanawut es un lobo con piel de cordero y suele jugar sucio.
-De acuerdo señor, descuide.
Según iban caminando y sin dejar de mirar hacia todos lados, el escolta intentaba comprender todo aquello, lamentándose por ser tan ingenuo y no haberse dado cuenta de que había tanta gente con una doble cara a su alrededor.
Finalmente llegaron a la planta donde estaban situadas las oficinas de Pen.
-Buenos días muchacha, soy James Saetang y exijo ver a Kanawut y necesito verlo ya.
-Sí, señor, ahora mismo lo aviso- dijo la secretaria muy sonriente.
Tras unos minutos esperando, el propio Pen salió muy sonriente de su despacho y con sus manos tendidas estrechó la mano del empresario mayor hasta que reparó en Mew y su sonrisa decayó.
-Hombre, vaya ¿y tú qué haces aquí?.
El nuevo jefe de Mew se quedó extrañado y lo miró aunque echó a andar hasta el despacho de su socio.
El escolta los siguió y tras entrar cerró la puerta y se quedó parado junto a ella.
-¿Cómo es que conoces a mi guardaespaldas?- pregunto entonces Saetang.
Pen rió.
-Vaya así que no te ha dicho que él trabajó para mí.
Entonces el viejo empresario se giró y miró al escolta con cara de circunstancia.
-Sí bueno, cuidé un tiempo de su hijo mayor-Se explicó este.
-Sí, así es, aunque muchacho... la verdad es que hicistes mucho más que eso, también te lo follaste- dijo Kamawut con una mueca de asco.
De repente Saetang se echó a reír.
-¡Cada vez me cae mejor este muchacho!-exclamó dando varias palmadas a lo que Mew suspiró aliviado.
Pen se sentó en su sillón bastante malhumorado.
-El debería esperar fuera ¿no creees?
James negó.
-El chico se queda.
-¿Acaso es que lo has puesto al tanto de nuestros negocios?, ¿Ya confías tanto en él.
-Si, confío en él y mucho más de lo que me fío de ti ....y eso que nos conocemos desde hace muchos años-dijo el empresario veterano muy molesto-... Y ahora olvídate de mi guardaespaldas y dime, ¿qué es lo que ocurre con mi maldito dinero?, te dije que quería cobrarlo esta semana y ya me harté de tus negativas.
Pen se levantó de su sillón y caminó hasta un mueble del que sacó un sobre, después volvió a la mesa donde lo abrió y lo vació mostrando varios fajos de billetes, que el viejo empresario miró y contó con gran entusiasmo.
-Aquí está todo lo tuyo, simplemente necesitaba un poco más de tiempo...James, siempre he cumplido con lo acordado, no deberías desconfiar así de mí.
Saetang frunció el ceño.
-Sabes que soy un hombre ocupado y aún así me haces venir hasta aquí... ya no es la primera vez que ocurre y me estoy cansando, no podemos arriesgarnos así-habló molesto este-... De ahora en adelante por favor te pido qué tus hombres hagan la transacción con los míos y no tengamos que vernos las caras...No volveré a arriesgar mi negocio, ni mi persona por tí.
Pen asintió conforme y finalmente chocaron sus manos y se despidieron cómo buenos aliados, tras guardarse el sobre en el bolsillo interior de su abrigo, el veterano empresario salió de allí.
Cuando ya llegaban al coche, Mew reparó en que no había visto a Singto, Krist o a John por ninguna parte y le extrañó pues deberían estar cubriendo el puesto, a menos que el empresario los hubiese mandado a otro lugar pues esperaba la visita de Saetang.
Este entonces pensó que si eso ocurría, quería decir que sus excompañeros no tenían ni idea de los oscuros negocios de Kanawut.
Camino a la mansión, su nuevo jefe quiso hablar sobre lo ocurrido en el despacho de su socio.
-Muchacho, ¿cómo es que no me dijiste que conocías a esa sabandija?.
-Si le digo la verdad- suspiró el guardaespaldas-...ese hombre que estaba ahí no era el mismo que yo conocí... Aquel era amable, educado e incluso se veía desvalido, éste era frívolo e inquietante.
El empresario rió.
-En este negocio debes aprender a mostrarte de una manera diferente y saber mentir y engañar.... Muchacho, eso es primordial o estás perdido...La verdad es que yo llevo tanto tiempo en esto que ya me resulta fácil... Mi esposa prácticamente ni me mira y creo que le daría exactamente igual si se llegará a enterar de esto pero la pobre Lukkade se llevaría un gran disgusto.
-Supongo que si-habló Mew apenado-...ella parecía una mujer admirable y se veía que lo amaba.
James suspiró con pesar.
-Si, la verdad es que Kanawut es un cabrón con suerte y le tocó la lotería cuando la encontró a ella y su adorable hijo... Además tienen a esas preciosas chiquillas.... Lo que daría yo por tener un hijo, alguien a quien amar, volcar mi sabiduría y dejarle mi imperio algún día... La vida no me ha dado ese don, lamentablemente soy estéril y me temo que mi mujer a mi muerte se pulirá mi fortuna en compras y amantes.
El escolta miró por el retrovisor el triste semblante del empresario, en verdad a pesar de todo lo que había descubierto en él durante todo ese largo día, seguía despertandole ternura pues era así como el abuelo al que nunca había conocido.
-Lo siento señor, lo siento mucho.
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13. Guardaespaldas -Segunda parte - Mewgulf Terminada
FanfictionGulf Kanawut, es un hermoso chico de diecisiete años, hijo de un poderoso hombre de negocios y de una de las mujeres más admiradas del país. Un fallido secuestro pone en alerta a la familia, por lo que deciden contratar a más seguridad para toda la...