Gulf Kanawut, es un hermoso chico de diecisiete años, hijo de un poderoso hombre de negocios y de una de las mujeres más admiradas del país.
Un fallido secuestro pone en alerta a la familia, por lo que deciden contratar a más seguridad para toda la...
Días después, Lukkade ofició un funeral por su esposo y tras él acudió a la comisaría junto con John pues al parecer los policías habían averiguado algo sobre el caso de la muerte de este.
Se llevaron un gran impacto cuando al llegar se encontraron con que los agentes querían hablarle sobre el anterior guardaespaldas de su hijo.
...-¿Mew Suppasit?, claro que me acuerdo de él -Habló ella en cuanto le preguntaron- ...Custodió a mi hijo y lo salvó varias veces pero, ¿qué tiene que ver él con la muerte de Pen?, ¿No estarán pensando en que ese increíble muchacho lo mató?.
-No sabemos nada aún señora pero si hemos averiguado unas cosas en las que ha mentido y queremos saber si usted estaba al tanto, puede que ese hombre sepa más de lo que dice.
La escritora miró a su guardaespaldas y tras soltarse de la mano, asintió.
-Muy bien, podría comenzar contarnos que fue lo que sucedió para que ustedes despidiesen a Suppasit después de ser tan bueno en su trabajo -Preguntó el agente.
Estos sabían muy bien el motivo pero querían comprobar si la mujer era sincera y su declaración concordaba con sus averiguaciones pues había demasiados enredos en ese caso.
Los detectives se estaban dando cuenta de que entre esta y su guardaespaldas existía más que una relación de empleado y jefa, por lo que no dudaron en apuntar que ese podría ser otro posible móvil.
Por el lado de los diamantes no estaban consiguiendo nada pues los traficantes habían borrado muy bien sus huellas y tampoco había aparecido el resto del cuerpo del empresario fallecido.
-Si claro...pues verá-comenzó esta- ...mi exmarido Willy, padre biológico de mi hijo Gulf lo secuestró...Mew con la ayuda de los demás guardaespaldas de la casa dio con él y con sus compinches y finalmente lograron rescatarlo sano y salvo... Cuando la policía nos dio la feliz noticia fuimos allá para buscarlo y nos lo encontramos abrazados y besándose pues al parecer mantenían una relación a escondidas.
-Eso los enfureció, ¿no es verdad?-preguntó el detective al comprobar la versión de la mujer.
Esta suspiró con pesar.
-La verdad es que en un principio a mi me impactó pero luego me dio igual pues para mi lo importante es que Gulf este bien pero mi esposo en cambio no lo dejó pasar, él era un poco homófobo agente y aunque mi hijo y yo lo intentamos detener, finalmente despidió al pobre muchacho.
Otro de los agentes la miró fijamente.
-¿Sabía usted que su hijo y su ex guardaespaldas siguen viéndose en la actualidad?.
La mujer frunció el ceño y miró a John, el cual negó encogiéndose de hombros.
-No, no es cierto... Pen lo tenía muy controlado e incluso le quitó el teléfono.
-Si bueno pero han tenido un cómplice que los ha ayudado en ello-Habló el detective con sorna- el señor Singto Prachaya, ¿Acaso él no es el que se ocupa de la seguridad de su hijo en estos momentos?.
-Oh si es cierto pero...-dijo la mujer confusa-...bueno como mi esposo apenas salía de casa, él quería tener más acción y decidieron cambiarse.
-Al parecer esto sucede desde que su marido había empezado a beber y a perder autoridad en la casa, ¿Supongo?.
-Si supongo pero dígame...¿eso que tiene que ver con la muerte de mi esposo?, ¿no estará pensando que mi hijo, Mew o Singto lo han matado verdad?, Esto es por los diamantes, ya se lo dije antes... Tienen que buscar a los proveedores de Pen.
El detective más mayor negó.
-De momento tenemos varias investigaciones abiertas, señora Kanawut y no damos nada por sentado ni rechazamos nada....Emm una hay una cosa más.
La mujer suspiró saturada.
-Hace unos días fue saldada la deuda de su hipoteca ¿verdad?.
-Si-afirmó esta-... yo no sé quién pudo hacerlo, en el banco me dijeron que fue anónimo.... Supongo que un ángel caritativo lo hizo. ¿Por qué lo preguntan?, ¿saben quién fue?.
-Si señora, sabemos quién pagó toda la deuda de su casa.
-Y bien ...¿quién fue?-preguntó impaciente ante el breve silencio del policía.
-El señor Suppasit, ese escolta pagó la totalidad de la deuda-dijo este sorprendiendola.
-¿El guardaespaldas?-preguntó confusa-...No puede ser, ¿Cómo es que lo supo?, ¿Y de dónde sacó tanto dinero?.
Los agentes se miraron y resoplaron.
-Bueno, creemos que su hijo se lo dijo en su último encuentro y respecto ia de donde sacó el dinero, es muy sencillo... Al parecer su nuevo jefe fue muy generoso y se lo adelantó.
-No puedo creerlo, esto es tan increíble, ¿Por qué Gulf no me dijo nada de esto?- la mujer estaba muy impactada.
-Supongo que por la misma razón que Suppasit nos mintió...ellos se protegían mutuamente.
Tras salir de la comisaría, Kukkade dijo a John que la llevase directa a la casa, al parecer tenía muchas cosas de que hablar con su primogénito y con su guardaespaldas.
Cuando llegaron, Gulf estaba escuchando música en su habitación, mientras sus hermanas estaban en la sala junto con Krist, el cual les hacía compañía pues aun su hombro no estaba bien del todo.
-John por favor, ¿puedes avisar a Singto?-le pidió esta--....Krist ¿sabes dónde está mi hijo?.
-Claro señora, él está en su habitación.
La mujer subió las escaleras y al llegar a la puerta de su hijo tocó.
-Gulf soy mamá, ¿puedes abrirme?.
Este le abrió rápidamente la puerta y frunció el ceño.
-Mamá, te hacía en la empresa.
La mujer resopló y entró mirándolo todo a su alrededor, luego se sentó en la cama de su hijo y le hizo una seña para que él se sentase también.
-Cariño, quiero hacerte una pregunta y quiero que seas totalmente sincero conmigo.
El chico no entendía nada pero percibía la molestia de su madre, por lo que tenía la impresión que no le iba a gustar nada la pregunta.
Singto llegó y tocó, entonces esta se levantó para abrirle, este y el chico se miraron sin entender, luego la mujer le hizo un gesto para que este entrase y acto seguido cerró la puerta.
-Bien...ahora que estamos frente a frente, ¿podéis contarme muy clarito, que es eso de que Mew y tú os seguís viendo a escondidas?-preguntó señalando a su hijo-...¿Y eso de que tú eres su cómplice?-añadió mirando al guardaespaldas, el cual trago duro pues se avecinaba una buena bronca.
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