Love Me Again ||Justin Bieber||

"Mala opción"

Capítulo tres. 

December 16th of 2015, New York, Club Exotic.

Mis zapatos chocaban contra el frio suelo de las calles de New York. Estaba por congelarme, necesitaba entrar a algún lugar.
Pasé por un edificio en el cual se escuchaba música a todo volumen. Afuera había un gran cartel qué tenía el letras de diferentes colores “Club Exotic”

Decidí entrar, era mucho mejor antes que morir congelado.
Saqué mis manos de los bolsillos de la chaqueta de cuero negra que llevaba, y tomé el picaporte en largo de aquella puerta gris. Tiré y entré de apoco. A pesar de estar sólo con medio cuerpo dentro, ya podía sentir el olor a alcohol y marihuana.

Caminé más adentro y me topé con una mesa de billar, había seis hombres mirando alrededor de esta, mientras que otros dos corpulentos jugaban.
Los esquivé y me dirigí a la barra. Me apoyé en esta y giré mi cabeza para encontrarme con  un castaño, ojos color marrón tirando a negro. Llevaba collares de oro largos, tenían diferentes tipos de formas.
Observé como le sonreía al barman, tenía un diente de oro.

Le hice una pequeña seña con la mano al barman y él se acercó a mí.
—Un americano, por favor. –Él asintió y se giró a preparar mi trago.
—No te vi nunca por aquí. –El castaño que estaba a mi lado habló. —¿Eres nuevo?
—Algo así. –Murmuré mientras jugaba con mis llaves.
—Nicolas Jhonson. –Él estrecho su mano hacía mi.
—Justin, Justin Bieber. –Contesté gratamente. Él ladeo su cabeza y le dio un sorbo a su trago.

Y en ese mismo instante, el señor que atendía en el bar me trajo el mio. Le entregué su dinero y le ofrecí a quedarse con el cambio.
Miré mi trago Americano, estaba en un vaso largo y ancho. Dentro tenía una especie de alcohol rojo junto cascaras de naranja. Acerqué el vaso a mi boca y absorbí un poco. Joder, sí que era fuerte.

—¿Jugamos una partida? –Nicolas habló y señaló la mesa de póker que estaba a nuestro lado.
En la misma había cuatro chicos y un viejo jugando.
—No creo que quieran que nos unamos a ellos. –Hice una mueca.
—Son amigos. Ven capullo. –Funcí el ceño. ¿Él me acaba de llamar capullo?

Había dos sillas libres y nosotros las ocupamos. Me toco al lado del viejo con cara de amargado.
—¿Y este es? –Un musculoso morocho de ojos celestes me señaló.
—Soy Justin Bieber. –Murmuré.
—¿De dónde eres? –Otro chico parecido a Nicolás preguntó.
—Brooklyn. –Contesté.
—¿Sabes jugar? –Ahora fue el señor mayor el que preguntó.
—Sí.
—Bueno, antes de comenzar. –Él comenzó a hablar. —Yo soy Adrian. –El viejo se señaló a sí mismo.
—Zac. –El morocho de ojos celestes siguió.
—Dan. –Sólo faltaba él.

{…}

—¿Quieres? –Luego de terminar de jugar al póker, ellos comenzaron a fumar marihuana.  
—Uhm… No.
—¡Vamos niño! Anímate. –Zac sonrió irónicamente.
—No perderé nada. –Tomé el cigarrillo y le di una calada.

Seguimos fumando y hablando de cosas sin sentido. Me sentía mareado, pero estaba demasiado bien como para ser la primera vez que fumaba. Dan se ofreció a llevarme, pero no quería volver así a mi casa, mi madre me mataría, aunque ya sea mayor.
Ellos me propusieron ir a una cabaña con ellos cerca del bosque. Acepté, obviamente. Aunque el miedo siempre estaba presente.

Entramos al Ferrari azul y Dan comenzó a circular por la carretera. Yo estaba sentado atrás en el lado de la ventanilla junto a Nicolas y Zac.
El viaje se hizo demasiado largo para mi gusto, comenzaba a aburrirme. Bajé la ventanilla y le pedí un cigarrillo a Adrian, el cual me lo dio con gusto.