The Real Me

Capitulo 7 Casillero

El domingo fue un día sin muchas emociones. Almuerzo con la familia, la "familia", solo mis padres y mi hermano, ya que el resto de la familia había quedado a cientos de kilometros.

Pero mi tranquilidad se estaba a punto de acabar.

En pocas horas tendría que volver al infierno, y lo peor de todo tendría que ver al mismísimo diablo.

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Sono el despertador.

Me levante. Me duche. Baje. Desayune. Y mas rápido de lo que pensé llegue al infierno.

Y adivinen quien me estaba esperando. El diablo en persona.

Creo que en este momento la situación no podria empeorar. Además de que Eric esta parado en la puerta del auto, en el auto esta mi hermano, mirandome con cara de estar a punto de explotar en carcajadas.

Me baje rápido del auto y entre corriendo como flash al infierno.

Abri mi cadillero , al lado mío estaba Mar, como siempre. Cuando me di vuelta para hablarle vi que estaba mirando en mi direccion. Pero no me estaban mirando a mi. Me si vuelta lentamente para ver que clase de monstruo había ahí, porque lo miraba como si fuera el abominable hombre de las nieves o pie grande.

Pero cuando termine de voltear no vi nada. Solo la puerta de mi casillero.

Entonces me si vuelta otra vez para saludar a Mar. Estaba por decirle una palabra cuando un estruendoso ruido se escucho detrás de mi cabeza. Ella seguía mirando en la misma dirección que antes, pero ahora mas rápido para que quienbsea que estaba ahí no se escapara ni se escondiera.

Y ahí estaba el. El diablo. Y mi personal grano en el trasero. Eric. El había sido la primera vez y el había sido quien cerro tan ferozmente mi casillero.

- Hola preciosa. Me vas a decir que con quien viniste hoy no era nadie importante no?

- Y si era alguien especial, que?

- Nada mientras que él no te haya visto con ese disfraz del viernes.

- Perdon? Y se puede saber donde estabas esa noche? O de que estabas disfrazado?

- Ya me parecia raro que no me lo hubieses preguntado. ¿Que pasa? No puedes soportar la idea de no haberme reconocido?

Bien, mi bajo limita de paciencia ya se había agotado, así que comencé a caminar mas rápido para escaparme de esa conversacion .

Pero no me funciono. El me corrió y me volvió a alcanzar.

- Hey, que pasa preciosa? Tan poco me soportas? O también te frustraste por no haberme visto detrás del casillero?

- Ya que estamos en el tema - dije haciendome la musteriosa, solo para hacerlo sufrir un poco - ¿Que problema tienes contra la pobre puerta de mi casillero?

- Es que se lo gano. Me tapaba tu irresistible rostro.