¿Cuál es el colmo de un homofóbico? |l.s|

✨CAPÍTULO 17✨

"¿Lo dices enserio?" Preguntó la mujer. Estaba sorprendida, pero el sentimiento dominante era la feliz que invadía por completo su pecho y llegaba hasta su rostro. Su sonrisa era inmensa y las lágrimas amenazaban con salir pronto. abrazarla. Era la mejor noticia que pudo haber recibido.

Esa mañana Gemma y Rose habían asistido a las terapias de rehabilitación como de costumbre. Ninguna de las dos querían aceptarlo, pero las dos perdían poco a poco la esperanza de recibir alguna buena noticia. Rose y Marie no querían hacerle saber a Gemma su miedo, pero no importaba cuanto trataran de ocultarlo o fingir que todo estaría bien, Gemma lo sabía. ¡Por Dios! Es su cuerpo, y sabía que nada mejoraba. Trataba de ser optimista, pero cada vez era más difícil. Hasta ese día.

Cuando su terapia terminó, fueron al consultorio del doctor encargado de su caso. Gemma supo por el rostro del doctor que pronto le daría una esperanza y una razón para seguir siendo optimista y no rendirse.

"El doctor Chris dijo que tenemos que seguir con lo que estamos haciendo y luego el dará la fecha para la cirugía."

Marie no pudo evitar tomar a Rose por la cintura para acercarla más y poder besarla. No sabía cómo expresar su felicidad, pero sabía que quería besar a la mujer que tenía frente a ella.

"Te amo." Dijo Rose, y la sonrisa de su esposa le hizo saber que el sentimiento era mutuo.

El bello momento se vio interrumpido por el sonido molesto del teléfono. Con un último y pequeño beso Marie se alejó de su amada para contestar la llamada.

"¿Marie Styles?" Preguntó el hombre al otro lado del teléfono. Conocía esa voz, la reconocía perfectamente. Su llamada podría significar dos cosas, algo bueno o algo malo. No lo sabía. Los nervios golpeaban fuertemente en su estómago y pecho.

Caminó hasta un lugar más privado donde podría hablar más tranquila, sin asustar a Rose por la cara de terror que tenía en ese momento. A ella no le importó darle espacio a su esposa para hablar, y continuó con lo que, hasta hace poco, estaba haciendo.

Quince minutos exactos habían pasado, cuando la voz de Marie se hizo escuchar en la sala.

"Ve al cuarto de Gemma, despiértala... Tenemos que ir por Harry." La voz temblorosa y ojos llorosos de Marie asustaron a Rose. Sin esperar más, rápidamente fue por su hija al cuarto.

Tenía miedo, pero de ninguna manera permitiría que volvieran a hacerle daño a algún miembro de su familia. Sobre su cadáver ese maldito volvería a tocar a su familia.

✿✿✿

Estaba saliendo del consultorio de su psicóloga. Al principio fue difícil para él abrirse con alguien desconocido, pero no iba a negarlo, las charlas y ejercicios con Denisse estaban ayudando. Lo más difícil para él fue entender que asistir a un psicólogo no era sinónimo de estar loco.

"¿Vendrá Louis a traerte hoy?" Preguntó Denisse, cuando llegaron a la sala de espera y no vio al pequeño ojiazul.

"No lo sé, el tendría que estar aquí ya." Respondió Harry con una mueca de confusión.

Generalmente Louis lo acompañaba al consultorio de Denisse, y luego se iba a su casa. Dos horas más tarde estaba esperándolo, siempre llegaba antes de que su terapia terminara para ir por un helado al parque o a su lugar secreto y luego a sus respectivas casas. Siempre era así. Desde hace un mes, esa era su rutina todos los miércoles y viernes.

"Puedes esperar en uno de los sofás mientras llega. Yo tengo que irme." Anunció Denisse, quien tenía que a tender a un paciente en diez minutos.

Cuarenta minutos pasaron. Harry trataba de que no se notaran sus nervios. No había razón para preocuparse. Quizá tuvo algún contratiempo en su casa. Pero el movimiento de arriba abajo de sus piernas lo delataban.

Veía a cada segundo la entrada al lugar con la esperanza de ver el pequeño cuerpo de Louis atravesar la puerta. ¡Cálmate, Harry! Sólo es un pequeño retraso. Sí, sólo eso.

"Harry..."

"¿Mamá?" La alterada voz de la mujer lo hizo preocuparse aún más. El tono de voz que Harry utilizó era un evidentemente: 'Abrázame. Algo no anda bien'.

¿Mamá? ¿Él realmente la había llamado mamá? Con lágrimas cayendo de sus ojos, se acercó a Harry. Y aquel abrazo, claramente, significaba un: 'Yo te protejo, de todo y todos'. Harry se aferró al abrazo de su madre.

"Louis. Mamá, algo pasa con Louis. Lo sé. Lo siento aquí." Señaló el lugar donde estaba su corazón. Su corazón que sabía que algo no estaba bien.

"Vamos. Rose y Gemma nos esperan en el auto." Marie tomó a Harry de la mano para llevarlo al auto, y en el trayecto llamó al agente de la policía.
"Tienen que buscarlo. Sé que trama algo..."

No, por favor. No de nuevo.

✿✿✿

Todo estaba borroso a su alrededor. Apenas podía distinguir lo que había en aquel lugar. Desgraciadamente, su nariz distinguía de manera perfecta el putrefacto olor de aquel lugar.

Cuando su vista por fin se aclaró, pudo ver el lugar en el que estaba. Estaba en una casa, específicamente en la sala. Había polvo por todos lados. Eso y el asqueroso olor, le hicieron saber que aquel lugar llevaba tiempo sin ser limpiado y, quizá, también mucho tiempo sin ser habitado.

Su corazón estaba acelerado. Su preocupación aumento cuando vio manchas de sangre seca en el sofá que, podría jurar, en algún tiempo fue blanco. ¿Hace cuánto estaba esa sangre ahí?

"¡¿Qué mierdas hago aquí?!" Gritó desesperado. Estaba preocupado de lo que podría pasarle estando ahí, pero la curiosidad por saber quién era la persona que quería hacerle daño eran grandes.

¿La curiosidad mató al gato? Louis nunca lo había escuchado y él no era un puto gato.

Un fuerte golpe azotó en su mandíbula. Aquel hombre robusto, de cabellos blancos y ojos color esmeralda no tuvo compasión al propinarle otro golpe más en el mismo lugar.

"Cállate, puta." Escupió con odio.

Louis podría jurar reconocer esa forma y color de ojos, pero la mirada era muy distinta. La mirada que el amaba, estaba llena de dulzura e ilusión, nunca había visto una estrella brillar tanto como aquellos lindos ojos. Los que veía en ese momento, estaban oscurecidos por el odio, resentimiento y venganza, pero no, Louis no se permitiría mostrarle a ese hombre lo aterrorizado que estaba.

"No soy una puta. En todo caso un puto."

"Vaya, te gusta jugar al comediante." Dijo para luego golpear el estómago de Louis. Aquel golpe dejó sin aire a Louis, y tardó mucho en volver a recuperarse.

"Sólo un poco." Sonrió de lado, con dificultad. "¿Me dirás quién eres y que quieres de mí?"

"Paul Styles, o era un Styles." Sonrió al ver la cara de sorpresa de Louis. "Sólo quiero probar a la puta que se está cogiendo mi hijo."