✨CAPÍTULO 8✨

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Estaba sentado en una de las sillas del hospital. Marie y Rose estaban abrazadas y llorando desconsoladamente, y él no tuvo tiempo de pensar en lo mucho que eso le disgustaba. Estaba más pendiente y preocupado por recibir alguna noticia que le dijera que su hermana estaría bien.

No había llorado. Ni una tan sola lágrima había salido de sus ojos, pero estaba a punto de derrumbarse. Necesitaba desahogarse, llorar y gritar todo lo que no había podido hacer en ocho años por orgullo para no mostrarse vulnerable. Y aunque aquel nudo le estuviera quemando la garganta, no podía hacerlo. Él aún no estaba listo para llorar. No quería sentirse vulnerable; no todavía. Sus pensamientos estaban revueltos en ese momento.

Un doctor se acercó a ellos. Las mujeres se levantaron rápidamente al verlo. Harry se mantuvo en su lugar, pero prestaba gran atención a lo que el doctor decía.

"¿Cómo está mi hija, doctor?" Preguntó Marie. Ella trataba de mantener la calma, su esposa era otra historia. Rose agarraba fuertemente el brazo de su esposa por miedo a que sus piernas cedieran en cualquier momento.

"Aún se encuentra en grave estado." Las dos mujeres se abrazaron recibiendo fuerzas y calor del cuerpo contrario.

Harry sintió su pecho contraerse. No quería que algo malo pasara con ella. Él la quería. Era su pequeña hermanita. La amaba.

Su estúpida, fastidiosa y amada hermanita. Nada de eso tendría que haberle pasado. No lo merecía. Y, sin duda alguna, no merecía el trato que él le estuvo dando por tantos años. Ella no tenía la culpa de lo que él tuvo que vivir en su infancia.

"Estaré avisando sobre cualquier cambio que haya en Gemma." Informó el doctor.

"Gracias, doctor." El doctor asintió y entró a la sala donde se encontraba su hermana. Las mujeres volvieron a sentarse.

La mirada de Harry estaba perdida en alguna parte especifica de la pared. Marie no sabía con exactitud si su hijo se encontraba bien. Era difícil descifrarlo.

✿✿✿

La familia Tomlinson entró al hospital, buscando con desespero a la familia Styles. Cuando se encontraron las mujeres de las dos familias se abrazaron. Era si manera de decirse que estaban ahí para apoyarlas. Por otro lado, Louis y Harry se veían desde el otro lado de la sala, ambos queriendo hacer acercarse y sentir el calor del otro.

Louis mantenía su vista fija en aquel lindo ser que, aunque no lo demostrara, estaba devastado, a punto de derrumbarse. Él conocía más que nadie esa expresión. Estaba sufriendo por dentro. Quería un abrazo, pero era demasiado terco para pedirlo. Él era así, y por eso lo sabía.

La mirada verde de Harry se conectó con la azul de Louis. Se sentía especial, igual que aquel día en el que se vieron por primera vez. Pero esa vez había algo distinto, no querían irse a los golpes. Había algo más.

Louis se acercó tímidamente hasta donde estaba Harry. Las alarmas se encendieron para las mujeres que estaban con ellos. Estaban seguras que pelearían y no lo volverían a permitir, y menos en ese lugar. Harry se levantó de su asiento. Sus cuerpos estaban a escasos centímetros de juntarse por completo.

"¿Puedes, por favor, abrazarme?" Susurró el ojiverde. Su mirada se mantenía en el suelo con miedo y vergüenza de recibir una respuesta negativa por parte de Louis En escasos segundos se había arrepentido por haber solicitado aquello.

Sintió el pequeño cuerpo de Louis chocar agresivamente contra el suyo. Los cortos brazos del castaño rodearon el cuello del más alto e instintivamente los de Harry rodearon con fuerza la cintura del ojiazul.

"Yo también necesito este abrazo..." Susurró el castaño, muy cerca del oído del rizado.

✿✿✿

Para cuando el doctor llegó a dar noticias, Harry estaba dormido. Su cabeza estaba colocada en el regazo del ojiazul, quien se encargaba de dar suaves caricias a su cabello rizado. .

"Harry..." Susurró mientras movía el hombro de ojiverde, pero él no respondía. "Harry..." Harry no respondía, y lo entendía estaba cansado, había llorado mucho. "¡Hazz!" Dijo un poco más fuerte, haciendo que Harry despertara rápidamente.

"¿Q-qué pasa, Lou?" Las mejillas de Louis se tiñeron de un fuerte color rosa. Se escuchaba tan lindo.

"El doctor acaba da salir." Dijo un poco preocupado, se notaba en su cara que las noticias no eran nada buenas.

"No quiero ir..." Suspiró entrecortadamente. No quería escuchar las noticias, tenía miedo.

Los dos observaban en silencio la escena frente a ellos. Las mujeres escuchaban atentamente al doctor.

No, no eran noticias buenas. Las cuatro mujeres lloraban en silencio procesando las palabras del doctor. Pésimas noticias.

Harry tomó la mano de Louis. El castaño no quiso decir nada a cerca de lo mucho que le estaba comenzando a doler la mano.

Harry lloraba incontrolablemente. No le importaba mostrarse débil ante Louis. Nada de eso importaba. Sólo quería desahogarse y que mejor que con el chico que tenía a un lado. Louis sin duda era su mejor compañía en ese momento y agradecía que estuviera ahí para él, a pesar de toda la mierda que le ha hecho pasar. Tenía que disculparse con todos aquellos a los que les había hecho daño, sería difícil, pero nunca sabes cuando será la última oportunidad que tengas para hablar, ver y disculparte con esas personas. Eso era lo que acababa de aprender.

¿Cuál es el colmo de un homofóbico? |l.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora